El calor, además de provocar y empeorar algunas enfermedades, mata a más de 700 personas cada año en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Los episodios de altas temperaturas cada vez son más frecuentes. Explicamos qué son las olas de calor, cómo afectan a nuestra salud y cuál es la mejor forma de protegerse.
¿Qué es una ola de calor y cómo afecta a nuestra salud?
No existe una definición única y precisa del término "ola de calor". Sí sabemos que se trata de un periodo de temperaturas excepcionalmente altas que duran varios días y afectan a una superficie importante de la geografía de un país, pero no hay una cifra concreta que tenga que superar el termómetro, un número exacto de días o una superficie determinada a la que deba afectar.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS) lo define como “un período de clima anormalmente cálido que generalmente dura más de dos días”. Los eventos de temperaturas extremas han aumentado en los últimos años en frecuencia, duración y magnitud debido al cambio climático, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La exposición a altas temperaturas, tanto de día como de noche, puede dañar nuestra salud. “Cuando el cuerpo se calienta demasiado rápido para enfriarse adecuadamente o cuando se pierde demasiado líquido o sal debido a la deshidratación o la sudoración, la temperatura corporal aumenta y usted o un ser querido pueden experimentar una enfermedad relacionada con el calor”, señalan desde el NWS.
Una investigación publicada en la revista Scientific Reports concluye que el calor tiene un impacto significativo en los años de vida perdidos (los años que una persona deja de vivir si fallece antes de alcanzar la esperanza de vida en un lugar determinado) debido a enfermedades no accidentales y cardiorrespiratorias.
Los autores explican que la exposición a altas temperaturas puede ejercer presión sobre el sistema de termorregulación y provoca aumentos en la viscosidad y los niveles de colesterol de la sangre. En Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, ya contaron cómo el calor afecta la esperanza de vida.
Las elevadas temperaturas no suelen matar de forma directa con golpes de calor, sino por empeoramiento de enfermedades previas y también por la contaminación asociada con las olas de calor. En esta nota de Factchequeado explicamos cómo las altas temperaturas afectan la salud de los jornaleros y dañan los cultivos.
¿Cómo protegerte (a ti y a los demás) del calor?
Para evitar los efectos perjudiciales del calor en nuestra salud, los CDC aconsejan revisar las previsiones meteorológicas y beber mucho líquido (incluso cuando no se tiene sed). A la hora de comer, es preferible optar por alimentos ligeros, frescos y fáciles de digerir, como frutas o ensaladas, como indican desde el NWS.
Si quieres guardar alimentos en un envase, “mételo en una nevera o lleva una bolsa de hielo”. “No lo dejes al sol”, aclaran. Tanto las carnes como los productos lácteos son productos que pueden echarse a perder rápidamente cuando hace calor.
Si tu casa no tiene aire acondicionado o no te puedes permitir el costo de activarlo, una buena alternativa es acudir a un centro comercial o a una biblioteca. “Incluso pasar unas pocas horas en un lugar con aire acondicionado puede ayudar a que tu cuerpo se mantenga más fresco cuando vuelva al calor”, afirman desde la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos.
También es aconsejable mantener la casa lo más fresca posible. Para ello, la FEMA aconseja intentar aislarla y cubrir las ventanas con cortinas o persianas: “Usa reflectores en las ventanas, como cartón cubierto con papel de aluminio, para reflejar el calor hacia el exterior”.
Aunque es cierto que los ventiladores eléctricos pueden brindar comodidad, cuando la temperatura supera los 90 grados, estos aparatos “no evitarán las enfermedades relacionadas con el calor”.
Si tienes que salir al exterior, lo aconsejable es que te apliques protector solar 30 minutos antes de salir. Según la FEMA, las quemaduras afectan la capacidad de nuestro cuerpo para enfriarse.
“El protector solar desaparece, así que asegúrate de volver a aplicarlo cada 2 horas y después de nadar, sudar o secarse con una toalla”, afirma el organismo. También es recomendable usar “ropa holgada, liviana y de colores claros, un sombrero de ala ancha y gafas de sol”.
Durante los días en los que hace mucho calor, es aconsejable solo realizar deporte al aire libre durante las horas más frescas: por la mañana y por la noche. Tomar descansos frecuentes en sombras puede ayudar a que tu cuerpo se recupere.
De los bebés a los ancianos y las embarazadas: quiénes son los más vulnerables al calor
Es importante prestar atención a las personas que más sufren los efectos del calor. Es el caso de los niños pequeños y los bebés, ya que sus cuerpos son menos capaces de adaptarse a las altas temperaturas que los de los adultos, precisa el Servicio Meteorológico Nacional.
También corren un mayor riesgo los ancianos con enfermedades preexistentes, que viven solos o con movilidad reducida; las personas con afecciones médicas crónicas; y las embarazadas. “Los eventos de calor extremo se han asociado con resultados adversos en el parto, como bajo peso al nacer, parto prematuro y mortalidad infantil”, afirma el organismo.
Por qué hay que evitar dejar a niños y mascotas solos dentro del auto
Dejar a un niño o una mascota en un carro estacionado en los días calurosos es peligroso. “¿Sabías que cuando hace solo 80 grados, el interior de tu automóvil puede alcanzar los 118 grados en apenas 20 minutos?”, pregunta la FEMA.
Al menos 23 menores fallecieron en 2021 en Estados Unidos tras sufrir un golpe de calor en el auto, según el portal No Heat Stroke. Por ello, es importante que nunca dejes a un niño solo en un vehículo, incluso aunque la ventana esté ligeramente abierta.
Si ves a un menor solo en un automóvil, lo ideal es llamar rápidamente al 911, tal y como indica la organización Safe Kids USA. Los profesionales que respondan el teléfono sabrán determinar si el niño está en peligro.
En ocasiones, hay quienes olvidan a niños en el auto por un despiste, especialmente cuando ellos se quedan dormidos. Para evitar que esto ocurra, un truco es colocar el celular, la billetera, una bolsa de deporte o algún otro objeto que necesites llevar contigo en el suelo del automóvil justo delante del asiento trasero (frente al niño). “Así, los adultos ven a los niños cuando abren la puerta trasera y agarran sus pertenencias”, explica la organización.
Para prevenir que los menores se queden atrapados o se metan en los vehículos cuando hace calor, es aconsejable enseñarles a no jugar dentro del carro. Desde Safe Kids USA también recomiendan cerrar con llave todas las puertas y el maletero cuando no se esté usando el automóvil (especialmente en casa) y mantener las llaves fuera del alcance de los niños.
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