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El expresidente y aspirante a la presidencia Donald Trump y sus aliados han difundido desde las presidenciales de 2020 desinformaciones sobre la seguridad del voto por correo en Estados Unidos. Es una narrativa falsa que el expresidente sigue impulsando ahora, de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
En este #ExplicadorElectoral te contamos por qué (contrario a lo que afirma Trump) el voto por correo es seguro.
Así se detecta y previene el fraude en los votos por correo
Según el Brennan Center for Justice, organización aliada de Factchequeado, estos son algunos de los métodos usados para detectar y prevenir el fraude:
La verificación de la información del registro de voto con la información de identificación personal y firma que se debe apuntar en el sobre donde se envía la papeleta de votación.
Los códigos de barras en los sobres donde llega el voto por correo que permiten a oficiales electorales y a votantes rastrear si el voto ha sido recibido, identificar y eliminar los votos que se detecten que estén duplicados.
Rastreo de sobres de las papeletas de voto usando códigos de barras inteligentes que están enlazados al servicio postal de Estados Unidos (USPS), lo que permite saber si el voto fue recibido en la oficina de votación correspondiente.
Locaciones y urnas de votación seguras destinadas a recibir los votos por correspondencia. Las urnas especializadas en la entrega de votos tienen candados, están sujetas a objetos inamovibles y cuentan con cámaras de seguridad.
Cualquiera que intente cometer fraude puede enfrentar cargos federales que acarrean castigos de hasta cinco años de prisión y $10,000 dólares en multas, sin contar las penalidades que pueda presentar el estado donde haya ocurrido el intento de fraude.
La implementación de audiencias post-electorales en diferentes jurisdicciones, que le permitirían a oficiales electorales identificar irregularidades.
El Bipartisan Policy Center, organización sin fines de lucro que impulsa políticas públicas bipartidistas, añade que el registro electoral se actualiza diariamente y que, en casos en el que un elector haya votado por correo y después intente hacerlo en persona, sólo se cuenta una papeleta y posteriormente las autoridades abren una investigación.
Además, el Bipartisan Policy Center resalta cómo la utilización del método de voto por correo ha venido aumentando consistentemente, con un pico durante la pandemia del COVID-19.
La cantidad de votos fraudulentos en Estados Unidos ha sido menor al 0.001%, de acuerdo con varias investigaciones
En las votaciones de 2016, de los 250 millones de votos enviados por correo a nivel nacional, sólo el 0.00006% de estos votos fueron calificados como fraudulentos, de acuerdo con el estudio de la Universidad Tecnológica de Michigan (MIT), que concluyó que las probabilidades de ser golpeado por un rayo en Estados Unidos son más altas que las posibilidades de que haya fraude en el voto por correo. De acuerdo con el Servicio Nacional del Clima (National Weather Service), una persona tiene 1 en 15,300 probabilidades de ser golpeada por un rayo.
The Brookings Institution, organización no partidista sin fines de lucro que se enfoca en análisis de políticas públicas, indica que en Texas, durante las elecciones presidenciales de 2020, se confirmaron 103 casos de fraude electoral de los más de 11 millones de votos que se emitieron, lo que equivaldría al 0.000096%.
En Florida podemos ver otro ejemplo de lo extremadamente inusual que es el fraude electoral en Estados Unidos: el Brennan Center destaca que en ese estado, donde se creó una Oficina de Crímenes Electorales, sólo se realizaron 20 arrestos por presunto fraude cometido en las elecciones de 2020 y, en la mayoría de los casos, se trataba de personas con antecedentes criminales que estaban confundidos sobre su elegibilidad para votar. En Florida votaron en 2020 aproximadamente 11 millones de personas. Es decir, que los casos de presunto fraude equivaldrían al 0.00018% de los votos.
Además, como te explicamos en esta nota, la falsa teoría del fraude electoral impulsada por Trump fracasó en más de 60 Cortes, fue desmentida por el fiscal general de su administración y por otras agencias de su gobierno. Sumado a esto, quienes dirigieron su campaña testificaron que nunca encontraron evidencias de fraude, a pesar de que Trump afirmaba lo contrario públicamente.
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