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Qué son y en qué estado se encuentran las vacunas COVID-19 de segunda generación

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  • Aunque las vacunas actuales son muy efectivas para reducir las hospitalizaciones y las muertes por coronavirus, los especialistas aseguran que es necesaria una nueva generación de vacunas.
  • El objetivo es que, además de proteger contra el COVID-19 grave, eviten la infección y generen protección más duradera frente a las variantes del SARS-CoV-2.  
  • En esta nota te contamos los estudios en marcha y algunos resultados preliminares. 

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En diciembre de 2020, se aprobaron para su uso de emergencia las primeras vacunas contra el COVID-19. Aunque estas formulaciones son muy efectivas para reducir las hospitalizaciones y muertes por coronavirus y permitieron comenzar a poner fin a la pandemia, la aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 -que evaden parcialmente la inmunidad generada por las vacunas- hizo necesaria la aplicación de refuerzos cada 4 meses.

Pero ahora los especialistas aseguran que es tiempo de afrontar el desarrollo y la aprobación de una segunda generación de vacunas: vacunas encaminadas a evitar la infección, además de proteger frente a la COVID-19 grave, así como vacunas universales que permitan generar protección frente al SARS-CoV-2 y sus variantes.

“De cara a la previsible aparición de nuevas variantes, la importancia de desarrollar la próxima generación de vacunas contra el coronavirus es primordial", dijo el jueves último Anthony Fauci, asesor de la Casa Blanca y director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) durante una audiencia para el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de EEUU. "Este virus está cambiando, y tenemos que seguirle el ritmo", agregó.

Pero, ¿qué son las vacunas de segunda generación? ¿Qué ventajas tienen? ¿En qué estado se encuentra su desarrollo? Te lo contamos en esta nota.

Vacunas intranasales

“Todas las vacunas desarrolladas hasta ahora son vacunas de primera generación, se llaman sistémicas o intramusculares y están dirigidas contra el virus Wuhan, ya sea ARNm, proteína o virus entero. Las de segunda generación son las que podrían ser mucosales, como una intranasal o dirigida a las variantes”, explicó Guillermo Docena, vicedirector del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos que depende de la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet en Argentina. “Son necesarias porque deberían evitar el contagio. Las de primera generación son altamente eficientes para evitar la enfermedad severa y muerte, transformando la neumonía en una gripe. Lo que se espera con una de segunda generación es que, además de evitar la enfermedad severa y muerte, bloqueen la transmisión”, agregó.

En la actualidad, hay 344 vacunas candidatas contra el COVID-19 en diferentes etapas de desarrollo, de las cuales 8 son intranasales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De estas, 3 ya están en la última etapa de ensayos clínicos y corresponden a Wantai BioPharm (China), Bharat Biotech (India) y el Instituto Serum de la India.

Las vacunas intranasales tienen diferentes ventajas para hacer frente a los virus respiratorios. Entre ellas, que aumentan la producción de inmunoglobulina A (IgA) en la mucosa y son capaces de frenar la infección en la nariz inmediatamente, antes de que el virus tenga tiempo para replicarse y llegar a los pulmones. “Es como saber que va a haber un robo y poner la guardia en el lugar adecuado antes de que empiece el problema”, sostuvo Mayuresh Abhyankar, profesor de Infectología de la Universidad de Virginia.

Contra la diferentes variantes

¿Todavía son necesarias nuevas vacunas contra el COVID-19? Es el título que lleva una editorial publicada en The New England Journal of Medicine por 2 expertas del grupo de asesores estratégicos de la OMS para las vacunas COVID-19: Hanna Nohynek, investigadora del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar (Helsinki), y Annelies Wilder-Smith, profesora de la Facultad de Medicina Lee Kong Chian de Singapur.

“Las primeras vacunas COVID-19 utilizadas durante la pandemia pueden no ser la mejor solución a largo plazo. La próxima generación de vacunas deberá tener una cobertura más amplia para proporcionar inmunidad cruzada contra las variantes del SARS-CoV-2, conferir una mayor duración de la protección y ser fácil de actualizar oportunamente para proteger contra cualquier nueva variante”, concluyen.

En este sentido, la última semana hubo varias noticias auspiciosas. Por un lado, el laboratorio Moderna dio a conocer a través de un comunicado de prensa los resultados de los ensayos clínicos fase 2/3 de su vacuna bivalente que muestran una respuesta de anticuerpos superior contra la variante ómicron del SARS-CoV-2.

Por otro lado, la firma Sanofi informó en un comunicado de prensa los datos de 2 ensayos, realizados con su candidata a vacuna de refuerzo COVID-19, modelada a partir del antígeno de la variante beta y que incluye un adyuvante pandémico de GSK. Los datos preliminares muestran que la vacuna generó el doble de anticuerpos neutralizantes contra ómicrn BA.1 y BA.2 en comparación con el refuerzo basado en D614 (virus original).

También Pfizer y BioNTech presentaron a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) los primeros datos de una versión adaptada a las diferentes variantes de su vacuna COVID-19 y tienen previsto iniciar la presentación de esta información a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en las próximas semanas. “La composición de la vacuna se discutirá con los organismos reguladores mundiales para determinar un posible enfoque de refuerzo de la vacuna para la temporada de otoño de 2022”, explicaron desde la compañía en un comunicado.

Por su parte, la empresa canadiense Medicago publicó los resultados de fase III de su vacuna basada en plantas, cuyos estudios clínicos se realizaron en la Argentina. “Una de las ventajas de la vacuna de Medicago es que se trata de una vacuna recombinante. Se produce a través de un vector bacteriano en una planta en la cual se sintetizan y aíslan proteínas pertenecientes al virus, que luego el cuerpo puede reconocer y entablar una defensa eficaz contra el mismo. Ha obtenido uno de los mayores porcentajes de eficacia dentro de las vacunas publicadas, incluyendo su eficacia contra diferentes variantes del SARS-CoV-2”, explicó a Chequeado, medio cofundador de Factchequeado, Gonzalo Pérez Marc, Jefe de Investigación y Docencia del Departamento Materno-Infantil en el Hospital Militar Central de Buenos Aires y líder local del ensayo.

“En la actualidad hay un gran número de vacunas contra el COVID-19 en etapas de desarrollo y en estudio. Varias de ellas involucran nuevas vías de administración, nuevos vectores, nuevas combinaciones, incluida la aplicación por vía nasal, una vía por la cual es más difícil generar respuestas inmunes robustas similares a las alcanzadas por vía intramuscular. Es probable que se intente en un futuro la producción de vacunas con nuevas vías de administración o combinadas, de modo que una sola vacuna ofrezca protección contra varios virus respiratorios (influenza-virus sincicial-SARS-CoV-2)”, puntualizó.

De hecho, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU, (NIAID por sus siglas en inglés) está trabajando en una vacuna universal, que proteja contra todos los coronavirus.

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