El 6 de diciembre de 2023 ocurrió un tiroteo masivo en la Universidad de Las Vegas que dejó 3 muertos y 1 herido. El autor del tiroteo, señalado por medios de comunicación como un profesor que había intentado sin éxito obtener un trabajo en esa universidad, murió a manos de la policía.*
El uso extendido de armas de fuego configura un problema que en Estados Unidos presenta consecuencias directas mes a mes. Desde que empezó 2023 y para el momento en que actualizamos esta nota (7 de diciembre) se habían producido 632 tiroteos masivos en el país, según Gun Violence Archive, una organización sin fines de lucro que recoge datos sobre eventos violentos en los que se hayan utilizado armas de fuego. La metodología de esta base de datos contabiliza tiroteos masivos a partir de 4 víctimas (heridas o asesinadas, sin incluir al tirador).*
Otros eventos similares han producido gran conmoción:
- El 25 de octubre de 2023 en Lewiston, Maine, 18 personas murieron, y otras 13 resultaron heridas cuando un hombre abrió fuego en un bowling alley (boliche) y en un restaurant de la localidad. El autor del tiroteo se suicidó horas después, de acuerdo con las autoridades.
- El 24 de mayo de 2022 en Uvalde, Texas, cuando un joven de 18 años abrió fuego en una escuela primaria y asesinó a 21 personas, 19 de ellos niños.
- Díez días antes, un tiroteo en un supermercado en la ciudad de Búfalo, en Nueva York, había dejado 10 muertos.
- En 2022, durante un desfile por el 4 de julio, un hombre abrió fuego y mató a 7 personas e hirió a 30, en Highland Park, Illinois.
- Días después, el 18 de julio de 2022, otro tiroteo masivo dejó 3 víctimas mortales y dos heridos. El atacante fue abatido por un hombre armado que estaba en el lugar.
- El lunes 25 de julio de 2022 una mujer abrió fuego dentro del aeropuerto Love Field, en Dallas. No se reportaron heridos, además de la agresora, que recibió un disparo en una pierna.
Pero, ¿qué hay detrás de estos actos? ¿Qué tiene de especial EE. UU.? ¿Cómo se originan estos sucesos? Buscamos respuestas para estas y otras preguntas que nos hacemos cada vez que ocurre un tiroteo masivo.
1. ¿Qué personas cometen estos crímenes?
Los investigadores James Densley (Metro State University) y Jillian Peterson (Hamline University) elaboraron una base de datos sobre 172 tiroteos masivos, ocurridos entre 1996 y 2020, que incluye incidentes en los que se asesina a 4 o más víctimas y al menos uno de esos homicidios tiene lugar en un lugar público y sin conexión con una actividad delictiva subyacente. **
La base de datos, disponible en la página de la organización The Violence Project (El proyecto violencia), muestra que casi todos los tiroteos son llevados a cabo por un sólo tirador y, que de los 172 tiroteos masivos que estudiaron, 168 fueron cometidos por hombres (52% hombres blancos), con una edad promedio de 18 años.
Del análisis de los investigadores se desprende que la mayoría de los atacantes tiene alguna relación previa con la escuela que atacan y que para la mayoría de ellos, “el tiroteo masivo pretende ser un acto final” ya que más de la mitad “mueren en el ataque. De los 15 autores que figuran en nuestra base de datos, sólo 7 fueron detenidos. El resto murió en el lugar de los hechos, casi todos por suicidio”.
El 80% de los tiradores usó al menos una pistola para cometer el crimen y en segundo lugar (28%) están los que perpetraron la agresión con armas semiautomáticas. 73% de los victimarios que usaron estas armas semiautomáticas también tenían una pistola, revela el estudio presentado en 2021.
Según ese informe, la mitad de los que cometieron estos actos violentos compraron sus armas legalmente y 65% de ellos tenían un historial criminal.
2. ¿Dónde ocurren los tiroteos masivos?
Según la base de The Violence Project, el sitio más frecuente es el lugar de trabajo de los tiradores. Un 30% de los casos registrados entre 1966 y 2020 ocurrieron en los espacios laborales. En segundo lugar figuran los comercios minoristas, con un 17%, y en tercer lugar, los restaurantes y bares (13%). La suma de escuelas y universidades representan un 12% del total. En el listado, además, figuran los hogares (8%), los lugares de culto (6%) y edificios gubernamentales (3%).
3. Tiroteos masivos y personas con enfermedades mentales: ¿qué evidencia hay?
“La narrativa del ‘tirador trastornado’ resuena con una creencia persistente (aunque en gran medida falsa) entre la mayoría de los adultos en los EE. UU: la noción de que las personas diagnosticadas con trastornos psiquiátricos graves como la esquizofrenia tienen muchas probabilidades de ser violentas”. Este párrafo se extrae del estudio Enfermedad mental, tiroteos masivos y el futuro de la investigación psiquiátrica sobre la violencia armada en los Estados Unidos, publicado en 2021 por investigadores de las universidades de Vanderbilt y Michigan.
El documento recopila algo de la evidencia disponible: “Un estudio de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de 63 incidentes de tiradores activos entre 2000 y 2013 encontró que se sabía que el 25% de los tiradores habían sido diagnosticados con algún tipo de enfermedad mental, desde trastornos menores hasta trastornos más graves. El estudio concluyó que ‘la enfermedad mental formalmente diagnosticada no es un predictor muy específico de violencia de ningún tipo, y mucho menos de violencia dirigida’”.
El Proyecto de Violencia también investigó sobre las razones subyacentes que motivaron a los victimarios. La más común es la psicosis (30%), una condición mental que dificulta que una persona reconozca lo que es real y lo que no lo es. “Antes de llevar a cabo sus crímenes, más del 80% de los tiradores masivos mostraban señales de crisis, descritas por The Violence Project como un cambio marcado en el comportamiento que es notable para los demás. Tal comportamiento incluye respuestas emocionales exageradas, un mayor interés en la violencia y signos de desesperanza”, se lee en el estudio.
4. El efecto contagio y los videojuegos: ¿cuánto influyen?
En un artículo titulado Contagios en tiroteos masivos y tiroteos en escuelas, los investigadores de la Arizona State University (ASU) analizaron la cobertura en medios de comunicación de tiroteos perpetrados entre 1997 y 2013, y concluyeron que no ocurrieron de forma casual. Cada vez que se produce un tiroteo, se inicia un “periodo de contagio” que dura en promedio 13 días. Y cada incidente provoca al menos 0.3 nuevos incidentes. Existen otras investigaciones y expertos que destacan la importancia del efecto contagio y la cobertura mediática.
Otro debate frecuente tiene que ver con la incidencia de los videojuegos en estos sucesos. Es un tema recurrente en los medios de comunicación ante la aparición de un nuevo incidente. “El problema con esta conclusión es que no se basa en hechos”, concluye otro informe, realizado por los especialistas Patrick Markey y Christopher Ferguson. “Solo una pequeña minoría de los tiradores escolares jugaban videojuegos violentos”, señalan en su estudio, y destacan: “La mayoría de los niños y adolescentes bien adaptados juegan regularmente videojuegos violentos, sin mostrar nunca un comportamiento violento en la vida real. Además, los picos en las ventas de los juegos violentos en realidad se corresponden con tasas reducidas de delitos violentos”.
5. ¿Hay algún tipo de conspiración o vínculo entre los tiradores?
En principio, no existe evidencia sobre algún tipo de vínculo o premeditación entre los protagonistas de estos hechos. De los datos de la base de The Violence Project se desprende que entre las motivaciones tienen poca relevancia estadísticas las razones discriminatorias, ya sea la homofobia, la misoginia, el racismo o el odio religioso. Y sí tienen mayor preponderancia los motivos laborales (23%), los conflictos interpersonales (20%) y, como se mencionó anteriormente, la psicosis de los victimarios (30%).
El FBI (Buró Federal de Investigaciones) tampoco advierte ese vínculo entre los tiradores en los documentos y estudios que publica. En el informe ‘Hacer realidad la prevención: identificar, evaluar y gestionar la amenaza de ataques dirigidos’ ofrecen un panorama de las razones que llevan a estos victimarios a cometer estos crímenes. Ahí explican que han identificado 5 motivaciones que prevalecen en general, más allá de algunos detalles en algunos casos específicos. Estos son: la venganza por una lesión o agravio percibido; búsqueda de la justicia (de una manera interpretada por el victimario), deseo de notoriedad o reconocimiento, deseo de resolver un problema percibido como “inaguantable”, o deseo de matar o ser asesinado.
También incluyen los pasos que suele cumplir un atacante hasta que comete el acto, pero en ningún momento establecen como patrón la conspiración o complot. En el informe anual más reciente del FBI ‘Incidentes de tiradores activos en los Estados Unidos en 2021’ ofrecen una revisión detallada de los ataques masivos del año pasado y tampoco describen una conspiración o vinculación entre los atacantes.
6. ¿Hay más armas en la población estadounidense que en otras?
Estados Unidos es la única nación del mundo donde hay más armas que personas. Hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según la organización suiza Small Arms Survey (SAS). Le sigue muy lejos Yemen, con 53 armas cada 100 personas; Montenegro y Serbia, con 39 en ambos casos; y Canadá, con 34.7.
“Está claro que los civiles (no incluye militares) propietarios de armas en el mundo están creciendo, y gran parte -pero no todo- es atribuible al aumento de propietarios de armas en Estados Unidos”, concluye el informe. En la última década, gran parte de los tiroteos masivos se caracterizó por el uso de rifles AR-15 por parte del atacante.
Pero, ¿sólo EE. UU sufre tiroteos masivos? Politifact analizó esta pregunta en 2015 y llegó a la conclusión de que en el período 2000-2014 había al menos 3 países con mayor tasa de asesinatos en tiroteos masivos per cápita, aunque todos con una población muy inferior a la de Estados Unidos (Noruega, Finlandia y Suiza). El país norteamericano, de todos modos, se ubica entre los que más sufren este problema, entre los países analizados.
7. ¿Qué protección legal tienen quienes portan armas?
Hay quienes consideran que Estados Unidos tiene una legislación muy laxa con respecto a la tenencia de armas y creen que las regulaciones están muy dispersas, porque las dicta cada estado. Sin embargo, la garantía más importante está en la Constitución nacional: desde diciembre de 1791, la Segunda Enmienda protege el derecho de los ciudadanos a poseer y portar armas. “Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido”, sostiene el texto constitucional.
Existe una ley federal que establece que una persona debe tener 18 años o más para comprar una escopeta o un rifle, pero algunos estados han elevado esa edad mínima a 21 años.
8. ¿Qué cambió a finales de junio de 2022?
A finales de junio pasado, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una nueva ley de control de armas. Incluye verificaciones de antecedentes más estrictas para compradores menores de 21 años y fondos para alentar a los estados a implementar leyes de "bandera roja", que consisten en inhabilitar el uso de armas de fuego a personas consideradas una amenaza. También bloquea la venta de armas a condenados por violencia doméstica (sin importar su estado civil).
Un día antes de la sanción de la nueva ley, la Corte Suprema había dictado un fallo en sentido contrario: anuló una antigua ley del estado de New York que restringía la tenencia de armas de fuego en la vía pública. La ley local, de 1913, requería que una persona demostrara que tenía necesidades legítimas de defensa personal para recibir un permiso para portar armas en la vía pública.
El fallo fue celebrado por la Asociación Nacional del Rifle (NRA), un poderoso grupo de lobby que se opone a todo tipo de regulaciones sobre la tenencia y uso de armas. “Esta es una victoria monumental para los miembros de la NRA y para los propietarios de armas en todo el país. La atroz ley de Nueva York, que dejó los derechos de autodefensa de sus residentes al antojo de un burócrata del gobierno, ha sido declarada inconstitucional y debe ser cambiada. Los neoyorquinos pronto podrán defenderse fuera de sus hogares sin tener que demostrar primero que tienen suficiente ‘necesidad’ de ejercer sus derechos fundamentales”, dijo Jason Ouimet, director ejecutivo del Instituto de Acción Legislativa de la NRA.
El 18 de julio, cuando un tirador abrió fuego en un centro comercial de Indiana y asesinó a 3 personas, el jefe de policía de Greenwood, James Ison, declaró que el verdadero héroe del día fue el hombre que le disparó al atacante. La NRA tuiteó esas declaraciones desde su cuenta con un comentario: “Lo diremos nuevamente: la única forma de detener a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma”.
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* Esta nota fue actualizada el 7 de diciembre de 2023 tras el tiroteo masivo ocurrido en la Universidad de Las Vegas, Nevada.
** Corrección: en la nota original habíamos escrito que los investigadores James Densley (Metro State University) y Jillian Peterson (Hamline University) elaboraron su base de datos utilizando 172 tiroteos masivos en escuelas. Eso fue un error. Los 172 tiroteos masivos que estudiaron no ocurrieron sólo en escuelas, sino que fueron tiroteos masivos generales, 13 de ellos ocurridos en escuelas.
Primera fecha de publicación de este artículo: 28/07/2022