Los edulcorantes artificiales son sustitutos del azúcar con menos calorías que esta y ampliamente utilizados. Es posible que conozcas algunos como la stevia, la fruta del monje (o Monk Fruit) o el eritritol que contienen algunos productos de compañías como Splenda, NDK Living o Now Foods, por ejemplo. ¿Y te estás preguntando qué riesgos o efectos secundarios pueden tener en tu organismo? Te contamos que un estudio publicado recientemente en la revista Nature Medicine asocia uno de ellos, el eritritol, con un mayor riesgo cardiovascular y destaca la importancia de estudiar mejor su impacto en la salud. Te contamos todo lo que sabemos al respecto y qué limitaciones tiene esta investigación, según varios expertos.
Qué es el eritritol y para qué se utiliza
El eritritol se usa como edulcorante en sí mismo y también junto con otros edulcorantes naturales, como la stevia (un arbusto tupido originario del noreste de Paraguay, Brasil y Argentina) o la fruta del monje (una planta con forma de calabaza nativa de China y Tailandia).
Se trata de un alcohol de azúcar, al igual que el sorbitol o el xilitol. Este tipo de alcoholes “son ligeramente más bajos en calorías que el azúcar y no promueven las caries dentales ni provocan un aumento repentino de la glucosa en sangre”, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Qué sabemos sobre el estudio científico publicado en Nature Medicine sobre este edulcorante artificial
Los investigadores del estudio publicado en Nature Medicine observaron que la presencia del eritritol en 1,157 personas con problemas cardiovasculares se asociaba con un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular.
Los análisis confirmaron que esta asociación también se daba en 2,982 personas que estaban siendo monitorizadas por problemas cardiovasculares de Estados Unidos y Europa y detectaron un efecto similar en un pequeño experimento realizado con 8 pacientes sanos. Es decir, la mayoría de participantes en el estudio tenían enfermedades cardiovasculares o múltiples factores de riesgo.
Los investigadores realizaron, además, algunas pruebas con animales que indicaron que este edulcorante favorecía la formación de trombos (coágulos de sangre que pueden dificultar la circulación).
Oliver Jones, catedrático de Química de la Universidad RMIT (Australia), destaca a Science Media Centre Reino Unido que los autores sugieren que unos niveles más altos de eritritol podrían aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos y esto, a su vez, podría aumentar el riesgo de enfermedad. Pero insiste en que es importante ser consciente de que correlación no implica causalidad: “Como señalan los propios autores, encontraron una asociación entre el eritritol y el riesgo de coagulación, no una prueba definitiva de que exista tal relación”.
El estudio concluye que son necesarios más estudios que evalúen la seguridad a largo plazo de este edulcorante.
Por qué no es necesario que tires al basurero todos tus edulcorantes
Pero ojo, no es necesario que salgas corriendo a tirar al basurero tus edulcorantes o los productos de los que forman parte, según indican expertos, como Jones, que considera que el estudio invita a la reflexión y se basa en buenos datos científicos.
“Aunque creo que el hallazgo justifica sin duda una investigación más a fondo, no tire sus edulcorantes todavía. Este estudio solo analiza el eritritol y, en general, los edulcorantes artificiales se consideran seguros”, explica a Science Media Centre Reino Unido.
Para Dolores del Castillo, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, estos resultados no justifican, al menos por ahora, considerar peligroso el eritritol. “Es necesario hacer estudios a más largo plazo, incluyendo a más personas sanas”, cuenta al periódico El País.
Sin embargo, al cardiólogo Stanley Hazen, uno de los autores del estudio, le parece “prudente" evitar el eritritol. “Se deben realizar más estudios para corroborar o investigar las señales de advertencia observadas", ha afirmado al periódico The Washington Post.
Rafael Urrialde de Andrés, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición, destaca a Science Media Centre España que “en el título del trabajo se específica claramente que no se pueden extrapolar sus conclusiones al resto de edulcorantes más allá del eritritol”.
Este estudio observacional, según el experto, tiene que servir para poder profundizar más y realizar ensayos clínicos a largo plazo con un tamaño suficientemente grande de participantes.
“Las evaluaciones de seguridad, primero por JEFCA (el comité mixto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de la Salud) y posteriormente por las autoridades de seguridad alimentaria de los países o mercados, como la FDA [...], tienen que tener en cuenta todos los datos y la evidencia científica, pero sobre todo los ensayos clínicos en humanos, porque en muchas ocasiones son estudios in vitro o en animales o en humanos pero observacionales, y en estos últimos no se puede establecer una causa/efecto como sí se hace en los análisis toxicológicos”, afirma. Según asegura, “las autoridades deben ser las que indiquen cualquier cambio sobre lo aprobado hasta la fecha”.
La mayoría de participantes tenían problemas cardiovasculares previos
El estudio tiene algunas limitaciones. Una de ellas es precisamente que la mayoría de los participantes tenían enfermedades cardiovasculares o múltiples factores de riesgo, lo que potencialmente distorsiona los datos, según cuenta Dariush Mozaffarian, cardiólogo y profesor de nutrición en la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts, al periódico The New York Times.
En la misma línea se posiciona Jones, que asegura que dado que los participantes ya acumulaban muchos factores de riesgo cardiovascular, no se puede demostrar que no fuera uno de ellos el que causara el aumento del riesgo de coagulación en lugar del eritritol.
Aunque en una de las pruebas con voluntarios sanos se observaron algunos de estos efectos, esta "solo contó con 8 personas y únicamente duró unos días", advierte Jones. Por lo tanto, “no es suficiente para extraer conclusiones firmes”.
Desde Splenda destacan que el estudio se ha realizado principalmente en pacientes que tenían un riesgo elevado de eventos cardiovasculares "debido a su edad avanzada, masa corporal elevada y presencia de condiciones de salud preexistentes como aterosclerosis, hipertensión y diabetes".
"Como resultado de la población de estudio, los hallazgos declarados fueron solo una asociación y no pueden implicar causalidad. Incluso los autores del estudio reconocieron claramente que el estudio tiene limitaciones y que los resultados no pueden extrapolarse a la población en general", señalan en un comunicado que han facilitado a Factchequeado. La compañía insiste en que no todos sus productos contienen eritritol. **
Además, como explica en Twitter Nicola Guess, dietista e investigadora en la Universidad de Oxford, el eritritol no solo procede de la dieta, sino que también se produce de forma endógena. Es decir, nuestro cuerpo puede producirlo a partir de glucosa.
De hecho, Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos, cuenta en Consumer que algunos estudios indican que se produce en mayor cantidad en personas con diabetes tipo 2, obesidad u otros problemas metabólicos, así que podría tomarse como marcador para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
"En el estudio que protagoniza este artículo se mantiene la hipótesis de que el suelo está mojado por la lluvia, es decir, que el consumo de eritritol es el que provoca esos eventos cardiovasculares, pero solo se tiene en cuenta el nivel de esa sustancia en el plasma de las personas estudiadas, sin considerar si procede de una producción endógena o de la dieta, ni la cantidad consumida a través de los alimentos", señala. *
Se necesitan más investigaciones para valorar los efectos en la salud de los edulcorantes
Por el momento, no se han hecho suficientes estudios para determinar los efectos a largo plazo en la salud de los sustitutos del azúcar en humanos, según Mozaffarian: "Ese es el problema. Independientemente de este estudio, simplemente no ha habido suficiente evidencia de que sean realmente seguros".
A ello se suma que hay una gran cantidad de estudios sobre los edulcorantes artificiales con conclusiones contradictorias, según ha explicado a The New York Times Marion Nestle, profesora emérita de nutrición, estudios alimentarios y salud pública en la Universidad de Nueva York, que insiste en que se necesita más investigación al respecto.
Desde Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, explican por qué los edulcorantes artificiales no se consideran una forma saludable de endulzar los alimentos y qué se sabe sobre su relación con la microbiota intestinal.
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* Actualizada el 16 de marzo de 2023 con declaraciones de Nicola Guess y de Miguel Ángel Lurueña.
** Actualizada el 21 de marzo de 2023 con declaraciones de Splenda.