En julio de 2023, algunos aspectos clave del sistema climático, como la temperatura media mundial, la temperatura de los océanos y el mar helado de los polos han cambiado de forma abrupta. Dos razones principales para el calor extremo son el avance del cambio climático y los efectos de El Niño, un fenómeno natural que cada varios años sobrecalienta una parte del océano Pacífico influyendo en el clima mundial, pero los científicos no tienen claras las razones exactas para el calentamiento oceánico y el deshielo en el hemisferio sur. Te lo contamos y damos contexto.
Temperatura media del aire
La temperatura media a escala mundial no se obtiene mediante la observación directa porque los puntos de medición no están distribuidos de manera uniforme en todo el planeta. Se utiliza el reanálisis, un método que combina las millones de observaciones disponibles a través de satélites, radiosondas, boyas, aviones, barcos y otros, con estimaciones de modelos matemáticos para crear una base de datos completa geográficamente. El reanálisis también permite estudiar la evolución del clima en las últimas décadas completando los datos que faltan en las series temporales.
Aunque tienen un margen error, “los distintos productos de reanálisis han demostrado ser bastante útiles cuando se utilizan con el debido cuidado”, explica esta guía de la Corporación de Universidades para la Investigación Atmosférica. Usan reanálisis el programa Copernicus de la Unión Europea, los Centros Nacionales de Predicción Ambiental estadounidenses (NCEP), la NASA o la Agencia Meteorológica de Japón, entre otros.
Desde principios de julio de 2023, al menos los reanálisis de los NCEP (que visualiza la Universidad de Maine en Estados Unidos) y los de Copernicus coinciden en que la temperatura media de la Tierra está aumentando hasta niveles nunca vistos. No son cifras oficiales, aunque la Organización Meteorológica Mundial ha recogido ya este suceso anómalo. En el gráfico mostramos los resultados de Copernicus, cuyo reanálisis introduce más datos reales de entrada que los de los NCEP y por tanto es más completo.
La temperatura media del aire a 2 metros sobre la superficie del planeta, incluidos la tierra y los océanos, nunca había superado los 17 ºC, pero según Copernicus desde el 4 de julio acumula 11 días por encima de ese umbral, como muestra la línea naranja del gráfico superior. Al menos 30 días consecutivos han superado la máxima de 16,7997 ºC registrada para el 13 de agosto de 2016, otro año con El Niño.
“Si el aumento de las temperaturas debido a la quema de combustibles fósiles es el principal motor de las olas de calor más intensas, este año El Niño está echando más leña al fuego”, explican desde Copernicus a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado.
En China se ha batido el récord nacional de temperatura con 52,2 ºC; en Phoenix, Arizona, la temperatura mínima media ha sido de 32,7 °C; y, pese a ser invierno en el hemisferio sur, Chile ha batido su segundo récord de temperatura para invierno con 37 ºC, mientras que en la Argentina se está llegando hasta los 38 ºC, como recoge la Organización Meteorológica Mundial.
Temperatura media en la superficie del océano
La temperatura media en la superficie del océano es otra de las variables que se obtienen mediante reanálisis. Al menos en la porción que excluye los polos, de nuevo organizaciones distintas observan el mismo fenómeno: desde marzo está más caliente que en los últimos 40 años. El año 2023 está representado en naranja en el gráfico inferior, que proviene del reanálisis de Copernicus.
Como resume The Washington Post, los científicos no están seguros de qué ha causado exactamente este rápido aumento. Además de los conocidos efectos de El Niño, que en sí mismo es un calentamiento anormal de las aguas en el océano Pacífico tropical, se ha hablado de la influencia de las temperaturas extremas del aire, la existencia de vientos más débiles que transportan menos polvo del Sahara.
También de la drástica reducción de las emisiones de dióxido de azufre los barcos, que contaminaban el aire y perjudicaban la salud, pero también reflejaban la luz solar impidiendo que el océano atrapase más calor. Además del Pacífico tropical, el calentamiento se concentra en 3 zonas: el Pacífico norte, el Atlántico norte y el mar Mediterráneo. En esta última, la temperatura media supera los 28 ºC con zonas llegando a los 30 ºC en días concretos.
Mar helado en los polos
En el caso de las superficies heladas, hay observaciones de su extensión vía satélite, al menos así lo mide la fuente más utilizada: el National Snow and Ice Data Center de la Universidad de Colorado. En este caso destaca la tendencia en el mar helado que rodea a la Antártida (o sea, sin incluir la masa de hielo situada sobre la plataforma continental): pese a ser invierno, su extensión es la más baja de todo el registro, que comienza en 1979. Es un cambio muy repentino porque hasta ahora no había una tendencia decreciente clara.
Aún es pronto para atribuir esta drástica reducción del hielo marino al cambio climático de forma directa, según dijeron expertos del Sea Ice and Snow Data Center a la cadena CNBC.
Ocurre lo contrario en el Océano Ártico, que este año permanece en el límite inferior de deshielo y lleva años dibujando un decrecimiento continuo que sí está “inequívocamente” vinculado con el cambio climático antropogénico, cuentan los mismos expertos.
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