La inyección de vitamina K que se administra en las primeras 6 horas de vida de un bebé es segura y crucial para prevenir una afección que puede ser mortal llamada sangrado por deficiencia de vitamina K (VKDB, por sus siglas en inglés).
La vitamina K es esencial para formar coágulos y detener los sangrados. Las personas comúnmente obtienen vitamina K de los alimentos, tales como verduras de hojas verdes, y otra parte es producida por bacterias beneficiosas que viven en nuestros intestinos.
Pero los bebés tienen niveles bajos de vitamina K desde que nacen hasta los 6 meses de edad. Esto se debe a que una cantidad muy pequeña de esta vitamina atraviesa la placenta. Además, la leche materna sólo contiene niveles bajos de vitamina K y los recién nacidos aún no tienen bacterias beneficiosas que produzcan vitamina K. La falta de vitamina K pone a los lactantes en riesgo de sangrado prolongado, que puede variar de leve a grave y puede resultar en daño cerebral o la muerte.
Sin embargo, un hilo reciente en la red social X (antes Twitter), afirma falsamente que la inyección es peligrosa e innecesaria.
“La inyección de lo que llaman vitamina K no es una vitamina sino una mezcla de químicos inyectados a un recién nacido para asegurar que un niño enfermo (…) vuelva al establecimiento médico”, escribió un usuario de X. Una captura de pantalla de la publicación se viralizó en Instagram.
Más adelante en el hilo de X, el usuario agregó que los ingredientes de la inyección “pueden causar la muerte” y que los bebés no debieran necesitarla, ya que los “humanos no nacen defectuosos”.
El Dr. Eugene Shapiro, profesor de pediatría y epidemiología en la Escuela de Medicina de Yale, dijo en un correo electrónico a FactCheck.org, medio aliado de Factchequeado, que es “definitivamente no cierto” que la inyección de vitamina K sea dañina e innecesaria.
“Es extremadamente segura. Los efectos secundarios de la cantidad administrada a los recién nacidos son virtualmente inexistentes, no creo que haya visto un problema en más de 40 años de atender a bebés”, dijo.
La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría o AAP, por sus siglas en inglés) recomienda la inyección de vitamina K desde 1961. Según los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC, por sus siglas en inglés), en más de 60 años, solo se ha informado de un caso de reacción alérgica en un bebé.
La agencia dice que los lactantes que no reciben la inyección de vitamina K tienen 81 veces más probabilidades de desarrollar sangrado por deficiencia de vitamina K. El sangrado puede ocurrir en el cerebro del bebé o en otros órganos y muchas veces puede no ser identificado a tiempo, dado que en la mayoría de los casos no hay señales de alerta.
Uno en 5 bebés con sangrado por deficiencia de vitamina K muere y cerca de la mitad de los lactantes con sangrado por deficiencia de vitamina K tardío (que ocurre en bebés de entre 1 y 6 meses de edad) tienen sangrado en el cerebro, lo que puede causar daño cerebral permanente. Una sola inyección de vitamina K administrada en el muslo del bebé en sus primeras horas de vida puede prevenir el riesgo.
Antes de que la inyección se le diera rutinariamente a los bebés, la condición de sangrado “era temida y relativamente común”, nos dijo Shapiro.
“El sangrado por deficiencia de vitamina K es ahora muy poco frecuente, y puede que nunca lo haya escuchado, porque la mayoría de los lactantes reciben la inyección”, dice la hoja informativa, adjunta en una declaración de la Academia Estadounidense de Pediatría publicada en Pediatrics en marzo de 2022.
Los ingredientes de la inyección de vitamina K son seguros
La desinformación sobre la seguridad de la inyección de vitamina K no es nueva. Sólo en este año, nuestros colegas de verificación de datos han publicado al menos 5 artículos corrigiendo información falsa o engañosa sobre la seguridad de los ingredientes de la inyección.
En esta última versión, el usuario de X afirma incorrectamente que la inyección no contiene vitamina K, porque “contiene fitonadiona, una sustancia química sintética (fabricada en un laboratorio)” que “no es vitamina K natural”.
Pero la fitonadiona es vitamina K, sólo que una versión hecha por el hombre. El hecho de que no ocurra naturalmente no debiera ser alarmante. “Tampoco lo son virtualmente ninguna de las vitaminas que se compran en farmacias o tiendas de salud”, dijo Shapiro, agregando que es “una distinción sin una diferencia, ya que son químicamente idénticas al componente activo de las sustancias que ocurren naturalmente”.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda una dosis intramuscular única de vitamina K administrada en el muslo del bebé en las primeras 6 horas de vida. La dosis recomendada va de 0.3 a 1 miligramo por kilo, dependiendo del peso del bebé.
Los CDC, encargados del control de enfermedades, explican que aunque esta dosis de vitamina K es más alta que lo que necesita un bebé diariamente, no es excesiva porque los niveles de vitamina K en los bebés son bajas y sin un suplemento permanecen bajas por cerca de 6meses. La vitamina en la inyección va primero al torrente sanguíneo para uso inmediato y luego al hígado, donde se almacena y libera lentamente durante los meses siguientes.
La inyección contiene otros ingredientes que la mantienen segura y duradera. Esto puede incluir el conservante alcohol bencílico, que se utiliza para protegerla contra la contaminación bacteriana. “No hay pruebas de que la pequeña cantidad de conservante, el alcohol bencílico, esté asociada con la toxicidad, y muchos bebés reciben vitamina K sin conservantes”, según la Academia Estadounidense de Pediatría.
La doctora Jaspreet Loyal, profesora asociada de pediatría en la Escuela de Medicina de Yale, estudia el rechazo de la inyección de vitamina K. Un artículo de revisión que coescribió con Shapiro señala que los “informes de sangrado por deficiencia de vitamina K en Estados Unidos son casi siempre asociados al rechazo de la vitamina K intramuscular por uno de los padres” y que el rechazo de la inyección parece haber aumentado en años recientes.
“Los padres pueden haberse preocupado por lo alta de la dosis o por los conservantes en la inyección”, nos dijo en un correo electrónico, “pero la dosis y la presencia de conservantes no han mostrado causar daño”.
Otros conceptos erróneos sobre la inyección de vitamina K
Loyal nos dijo que a veces los padres quieren evitar la inyección de vitamina K y prefieren aumentar la ingestión de vitamina K de la madre, si esta amamanta al bebé, o darle al bebé una dosis oral de la vitamina.
Pero ninguna de estas alternativas es tan buena como la inyección de vitamina. Según los CDC, la leche materna no otorga suficiente vitamina K, incluso si la madre toma suplementos. Y la administración oral de vitamina K, que se ha probado en otros países, no ha prevenido suficientemente el sangrado por deficiencia de vitamina K tardío, incluso con múltiples dosis.
El sangrado por deficiencia de vitamina K tardío es el tipo más preocupante de esta condición, según los CDC, dado que ocurre en bebés sanos hasta los 6 meses de edad, y de un 30% a un 60% de esos bebés tienen sangrado en el cerebro.
Otras razones de rechazo a la inyección que Loyal ha identificado incluyen la experiencia de los padres con los médicos o las instituciones de salud y una desconfianza general. Más padres rechazan la inyección cuando tienen al bebé en un centro de maternidad o en casa, en vez de un hospital. “Existe desconfianza en torno a las vacunas y algunos padres agrupan la inyección de vitamina K con las vacunas y sus dudas en torno las vacunas”, dijo Loyal. Pero la inyección de vitamina K no es una vacuna.
Finalmente, Shapiro dijo que muchos padres rechazan la inyección porque no les gusta la idea de que sus bebés sufran. Pero como explican los CDC, los padres pueden aliviar el dolor del bebé si lo sostienen en brazos o si lo amamantan mientras y después de recibir la inyección. Y, como agrega la agencia, el diagnóstico y tratamiento para el sangrado por deficiencia de vitamina K “a menudo implica muchos procedimientos dolorosos” que incluyen extracciones de sangre y transfusiones, o anestesia y operaciones.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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