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¿Por qué hay gente que siente ansiedad o placer cuando tiene que hacer un regalo?

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Si sólo tienes unos segundos, lee estas líneas:

  • Al hacer un regalo algunas personas suelen sentir ansiedad mientras que otras experimentan placer.
  • La ansiedad puede darse en quienes están demasiado pendientes de si complacerán o no a quien recibe el regalo. 
  • Dar regalos activa vías de recompensa en nuestro cerebro. Hay quienes sienten placer al regalar porque son muy imaginativos, conocen muy bien a la otra persona o anticipan una respuesta emocional positiva por su parte.

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Recibir un regalo en Navidad suele ser una alegría, aunque a veces también puede ser una experiencia desagradable. Pero escoger uno para darlo no siempre es fácil. De hecho, algunas personas pueden sufrir ansiedad a la hora de afrontar este reto. Otras, en cambio, lo disfrutan tanto o más que cuando lo reciben. ¿Qué nos hace afrontarlo de forma tan distinta a unas personas y otras? Te lo explicamos con ayuda de psicólogos.

Existen tantas formas de vivir la entrega de regalos como personas

El significado que cierta acción -como puede ser regalar o comprar regalos- tiene para cada persona está determinado por el tipo de vivencias que la persona ha asociado a esa situación o acción, según indica la psicóloga clínica Miriam Rocha Díaz a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado

Esto implica que “existen tantas formas de vivir la compra o la entrega de regalos en Navidad como personas". “Las variables que rodean la acción de regalar y las condiciones en las que se regala puede afectar sin duda a la forma de vivirlo y al agrado, relajación, presión u obligación con la que se realice este acto", aclara.

Por qué algunas personas sienten ansiedad al hacer un regalo

Dar regalos puede verse como un quehacer más en tu lista de tareas pendientes, como destaca Emiliana Simon-Thomas, directora científica del Greater Good Science Center -un centro de investigación de la Universidad de California-, a la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés). En este caso, es posible que sientas estrés.

"La ansiedad se da en aquellas personas que están demasiado pendientes del otro, de si lo complacerán o no; y de aquí surge la ansiedad, de pensar en el hecho de no haber acertado", señaló José Ramón Ubieto, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en la página web de la universidad.

Algunas variables que pueden llevar a generar ansiedad o estrés al regalar son, según Rocha, temer no acertar con el regalo o anticipar una decepción en el receptor, conocer poco a la persona a la que se regala (lo que dificulta el proceso y aumenta el riesgo de fallar), tener poco tiempo disponible y, por tanto, vivir esta tarea con presión, no ser una persona a la que guste especialmente ir de compras, no ser imaginativo u ocurrente, que no exista buena relación con el receptor del regalo, tener dificultades económicas que dificulten la búsqueda de un regalo "decente" o el sentir que se regala por imposición y no por verdadera convicción.

Por qué otras personas disfrutan al dar regalos

En cambio, algunas personas disfrutan al hacer regalos. Simon-Thomas afirma que dar regalos activa vías de recompensa clave en nuestro cerebro, especialmente cuando el destinatario es alguien con quien tenemos una relación cercana.

“A menudo la gente se refiere a ello como 'resplandor cálido', este placer intrínseco de hacer algo por otra persona”, afirma Simon-Thomas, que estudia la neurociencia y la psicología de la compasión, la bondad y la gratitud. 

La sensación es diferente a la que se experimenta al recibir un premio o ganar dinero. Según Thomas, esto se debe a que, al ser algo social, también activa vías en el cerebro que liberan oxitocina -una hormona conocida como la “hormona del abrazo”-.

Jessica Andrews-Hanna, profesora asociada del Departamento de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Arizona, afirma que muchas investigaciones demuestran que el acto de dar nos hace sentir mejor.

“La evidencia de imágenes cerebrales también sugiere que tanto dar como recibir regalos activan áreas centrales de nuestro cerebro asociadas con la recompensa y el placer”, añade.

Entre los factores por los que a algunas personas les gusta hacer regalos, Rocha incluye anticipar una respuesta emocional positiva de la otra persona (lo cual puede generar cierta satisfacción anticipada), que la persona disfrute del propio proceso de ir de compras y visitar tiendas o que tenga suficiente conocimiento sobre los gustos y necesidades de la persona regalada (ya que esto disminuye la probabilidad de fallar y aumenta la de tener éxito).

También puede influir que sea imaginativa y no le cueste generar ideas de forma fácil (ya que hay personas a las que esto les supone muchísima dificultad y no saben ni por dónde empezar), tener tiempo para dedicar a la compra de regalos (la falta de tiempo puede ser un estresor importante) y que exista buena relación con la persona a la que tienes que regalar.

Las navidades pueden condicionar las sensaciones al hacer un regalo

No obstante, no necesariamente podemos categorizar a las personas entre quienes disfrutan regalando y a quienes les genera ansiedad regalar, ya que podemos pasar de una categoría a otra en función de las variables específicas que ya hemos explicado, indica Rocha. 

Además, la psicóloga aclara que en navidades se pueden unir algunas de las variables propuestas y también pueden aparecer otras más específicas de estas fechas que pueden condicionar la vivencia del proceso. Por ejemplo, la sobreexposición a la estimulación que alienta a las compras, la cantidad de gente por la calle o en tiendas o los atascos en zonas comerciales.

Algunas personas asocian la Navidad con experiencias de tensión, de discusiones familiares o de abandono, según cuenta el psicólogo general sanitario Jesus David Zarza a Maldita.es

De regalar tu tiempo a arriesgar: los consejos de los psicólogos 

Zarza aconseja a quienes les dé ansiedad o malestar hacer regalos buscarlos de forma intencional, dedicando tiempo a saber qué quiere la persona que va a recibir el regalo, a buscarlo y adquirirlo. 

Si el aspecto financiero de dar regalos te tiene estresado, Simon-Thomas sugiere establecer expectativas con familiares y amigos desde el principio y comentarles que no tienes los recursos para regalarles lo que te gustaría. La experta destaca que también puedes considerar regalar tu tiempo para ayudar con el cuidado de niños o con un proyecto en el que puedan necesitar ayuda.

Por su parte, Ubieto recomienda arriesgar un poco e intentar encontrar algo que el otro no haga habitualmente: "Podemos arriesgar y regalar una experiencia nueva teniendo presente qué ámbito de intereses tiene".

En el lado contrario, para las personas que no les guste recibir regalos, el profesor recomienda ponerse en la piel del otro y que piense que se lo han hecho con la voluntad de sorprenderlo: "Si realmente es una cosa que no le gusta, siempre se puede intentar cambiarla y es una manera de aceptar el don del otro. Es decir, nos puede gustar el gesto de que nuestro hijo nos ha hecho un regalo, pero no el regalo en sí mismo".

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