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Qué sabemos sobre la narrativa desinformante que asocia a Kamala Harris con el comunismo

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Si sólo tienes unos segundos, lee estas líneas:

  • El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, afirma que la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, es “marxista” y que quiere establecer un “gobierno estilo comunista”.
  • Esta narrativa también ha sido impulsada por Elon Musk, recibió impulso con avisos pagos en Meta en inglés y, en español, se difunde por distintas cuentas en X, TikTok, e Instagram.
  • Profesores de Ciencias Políticas y expertos en la doctrina comunista coinciden en que las propuestas de Harris no son comunistas y que en Estados Unidos se le suele llamar “comunista” a políticas que incluyan mayor participación del Estado en la economía.
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Camarada Kamala Harris”. Esa es una de las formas en las que el expresidente Donald Trump, se ha referido a Harris desde que la vicepresidenta asumió la candidatura presidencial por el Partido Demócrata. “Camarada” (o comrade, en inglés) es un término que se asocia con partidarios del socialismo o del comunismo para referirse entre ellos.

El candidato presidencial republicano también ha dicho que Harris es “marxista” y que quiere establecer un “gobierno estilo comunista”. Y el expresidente no es el único en impulsar esta narrativa. En X (antes Twitter), Elon Musk publicó el 2 de septiembre de 2024 una imagen creada con inteligencia artificial (IA) donde aparece Harris vestida de rojo con un sombrero que tiene el símbolo comunista de la hoz y el martillo. Musk afirmó en la publicación, falsamente, que Harris había “prometido ser una dictadora comunista desde el día uno”. Ese post es una respuesta a una publicación de Harris que incluye una imagen que dice que Trump “prometió ser dictador desde el día uno”.

Trump, en el debate presidencial con Harris, dijo que la vicepresidenta era marxista porque su padre, el profesor de Economía Donald Harris, “es marxista” y le había “enseñado bien”. Donald Harris fue catalogado en 1976 en un artículo del diario The Stanford Daily como un “profesor marxista”. Sin embargo, la vicepresidenta fue criada únicamente por su madre, según reportó The New York Times.

Esta narrativa en inglés recibió impulso en Facebook con avisos pagos en Meta (como aquí y aquí), como encontramos desde Factchequeado en la Biblioteca de anuncios.

La misma narrativa también circula en español en X (como aquí y aquí), en TikTok (aquí y aquí), en Instagram (aquí y aquí) y en publicidades pagas en inglés en Facebook. Además, nos preguntaron por nuestro WhatsApp de Factchequeado si era cierta la foto que parece mostrar un carnet del partido socialista soviético con el rostro de Kamala Harris y eso es falso, como verificaron elDetector y PolitiFact, medios aliados de Factchequeado.

Trump también se ha referido a la propuesta de gobierno de Harris de prohibir el aumento injustificado de precios en productos de primera necesidad (price gouging o especulación de precios, que suele ocurrir cuando hay picos de demanda, como en casos de emergencia) como falsa evidencia de que es comunista. Harris no ha anunciado específicamente cómo funcionaría esta política, pero el price gouging, a pesar de no tener regulación federal, ya está prohibido en al menos 37 de los 50 estados. Además, este tipo de propuestas a nivel federal tienen precedente en la historia de Estados Unidos (incluyendo en la administración republicana de Richard Nixon).

Harris ha dicho (como aquí en 2019) que ella no es socialista, que es procapitalismo y, un vocero de su campaña dijo en agosto de 2024 a PolitiFact, medio aliado de Factchequeado, que la vicepresidenta “es capitalista”.

Dato: El marxismo comprende a un conjunto de doctrinas filosóficas, económicas y políticas elaboradas por Karl Marx y Friedrich Engels en el siglo XIX. El comunismo es una doctrina política y económica propuesta por Marx que plantea, entre otras cosas, reemplazar la propiedad privada por la propiedad pública.

Harris recibió en septiembre de 2024 el apoyo de más de 90 líderes del sector empresarial, quienes aseguraron que “la comunidad empresarial puede estar segura de que tendrán una presidenta que quiere que la industria estadounidense prospere”. 

También, en septiembre de 2024, un análisis de Goldman Sacks concluyó que las políticas fiscales propuestas por Harris, de ser aplicadas, le daría un “leve impulso al crecimiento del Producto Interno Bruto” de EE. UU. en 2025 y 2026, porque "el nuevo gasto y la expansión de los créditos fiscales para la clase media compensarían la reducción de la inversión debido a los mayores impuestos corporativos”.

Expertos coinciden en que las propuestas de Harris no tienen nada que ver con la doctrina comunista

“Nada en los programas [de gobierno] de Harris califica como socialista o comunista”, dijo a Factchequeado George Breslauer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de California, Berkeley, y autor del libro “The Rise and Demise of World Communism” (El auge y el desplome del comunismo mundial).

Bruce Dickson, experto en regímenes autoritarios y profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales de la George Washington University, en entrevista con Factchequeado, menciona los ejemplos de los regímenes de Cuba y Venezuela, donde “comunismo, en su esencia, significa limitar la propiedad privada, y nadie está proponiendo algo similar a eso [en Estados Unidos]”.

Dickson añadió que propuestas que busquen “apoyar a pequeños negocios y asegurarse que las grandes compañías no tengan el monopolio para poder controlar los precios” o que planteen “un sistema tributario donde las grandes corporaciones paguen más impuestos para beneficiar a las personas pobres y a la clase media” no son extremas ni comunistas.

Además, Ted Henken, profesor de Sociología del Baruch College de Nueva York y expresidente de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana dijo a PolitiFact, medio aliado de Factchequeado, que “las posiciones [de Harris]... presuponen la existencia de un economía capitalista robusta impulsada por el mercado” para “hacer que la disponibilidad de algunos productos capitalistas sea más justa y asequible”. En un sistema comunista, añade el experto, “estos bienes estarían controlados y serían provistos por el gobierno, no por privados”.

Entonces, si Harris no propone políticas comunistas, ¿por qué surge esta narrativa que la cataloga como tal?

La respuesta se puede encontrar en la historia de Estados Unidos, de acuerdo con los expertos consultados por Factchequeado.

“En este caso de etiquetar a las personas comunistas […] podemos remontarnos al Temor Rojo [Red Scare] de los años 50”, dijo el profesor Dickson a Factchequeado.

La enciclopedia Británica define el Temor Rojo como un “período de miedo y ansiedad sobre el supuesto auge de las ideologías comunistas o socialistas en un estado que no es comunista”.

Estados Unidos ha tenido 2 períodos considerados por los historiadores como de Red Scare: uno fue entre 1917 y 1920 (post Primera Guerra Mundial), y el otro (al que hace referencia Dickson), ocurrió principalmente en los años 50 (post Segunda Guerra Mundial), en un período también conocido como macartismo (McCarthyism).

A ese período se le llama macartismo por el senador republicano Joseph McCarthy, quien impulsó en febrero de 1950 una serie de investigaciones sobre una supuesta infiltración de comunistas en el gobierno estadounidense. McCarthy aseguraba que tenía una lista con los nombres de estos supuestos comunistas. Una comisión del Senado investigó las alegaciones de McCarthy y las calificó como “un fraude y un engaño”, según refleja la biografía oficial de McCarthy en la página del Senado estadounidense.

“Muy pocos Red Scares en la historia de los Estados Unidos han estado conectados con el comunismo real”, dijo a Factchequeado Randi Storch, profesora de Historia especializada en movimientos laborales en Estados Unidos y autora del libro Red Chicago: American Communism at Its Grassroots.

Para Storch, en el discurso político de Estados Unidos se ha utilizado la palabra “comunismo” para definir “políticas del gobierno que apoyen a minorías, a personas vulnerables, y a trabajadores en situación de pobreza”. 

No obstante, añadió Storch, “es típico de Estados Unidos que los trabajadores expresen colectivamente sus necesidades al gobierno y que el gobierno responda… a través de políticas socialdemócratas que expandan derechos y no hay nada inherentemente comunista en ello”. A pesar de ello, afirmó, “cuando hay llamados a expandir la democracia y los derechos civiles, siempre vendrá el momento en el que aparezcan ataques que califiquen [a estos llamados] como esencialmente comunistas”.

Storch destaca el ejemplo de cómo el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. fue acusado de ser comunista en los años 60, a pesar de que King negó en varias ocasiones serlo.

El profesor Dickson coincidió y dijo que, a su juicio, “parece que se ha vuelto una tendencia catalogar como ‘comunista’ cualquier propuesta que involucre al gobierno ayudando a más personas o algún programa gubernamental que ayude a gente pobre”.

El ejemplo de países occidentales capitalistas, democráticos, con programas sociales

El profesor Breslauer comentó a Factchequeado que la idea de “comunismo” que se utiliza en el discurso político de Estados Unidos supondría “que todas las democracias sociales capitalistas de Europa Occidental y de Asia Central serían también consideradas comunistas”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) que incluye a 38 países y asesora a sus miembros sobre políticas económicas, ha publicado estudios comparativos sobre qué porcentaje de Producto Interno Bruto (PIB) invierten estos países en programas sociales. En este estudio de 2023 de la OECD, que toma en consideración el porcentaje del PIB que se invirtió en “gasto social" en 2022,  Estados Unidos figuró en el puesto 16, por debajo de Francia, Italia, Austria, Finlandia, Bélgica, España, Alemania, Dinamarca, Japón, Canadá, Portugal, Grecia, Suecia y Polonia, en ese orden. Ninguno de los países anteriormente mencionados tienen regímenes comunistas.

En Europa, añadió el profesor Dickson, “tienen impuestos más altos para los ingresos y negocios, pero los gobiernos ofrecen más servicios públicos para la gente […] y eso es considerado mainstream (ordinario) allá”, y “es en el contexto de Estados Unidos donde eso se considera radical […] pero es Estados Unidos el que, desde el contexto europeo, es visto como inusual por no proveer cuidado de salud universal, ni mayor apoyo para la educación y para vivienda”.

Anna Grzymala-Busse, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Stanford, dijo a PolitiFact que tanto el Partido Demócrata como el Republicano “están a la derecha de los principales partidos conservadores de Europa, donde incluso los partidos de derecha apoyan un sistema nacional de salud, subsidios a la educación privada, programas de vivienda públicos, y un sistema tributario más amplio”.

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