Las fuertes turbulencias en un vuelo de Delta desde Salt Lake City hacia Ámsterdam el 31 de julio de 2025 dejaron 25 heridos y obligaron a realizar un aterrizaje de emergencia en Minneapolis. Aunque volar sigue siendo el medio de transporte más seguro, expertos advierten que las turbulencias se podrían incrementar con el cambio climático.
Te explicamos qué son las turbulencias, cómo puede influir el cambio climático y cómo evitar riesgos cuando se producen.
Qué son las turbulencias
La turbulencia es uno de los fenómenos meteorológicos más impredecibles y de mayor importancia para los pilotos, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). Como explicó el organismo, es un movimiento irregular del aire resultante de remolinos y corrientes verticales. “Puede ser tan insignificante como unas pocas protuberancias molestas o tan grave como para descontrolar momentáneamente un avión o causar daños estructurales”, afirmó.
Según su intensidad, el NWS diferencia 4 tipos de turbulencias:
La turbulencia ligera se caracteriza por causar cambios momentáneamente ligeros en la altitud o actitud (la posición del avión respecto al horizonte) de la aeronave, o una ligera sacudida. Durante este tipo de turbulencia, los ocupantes del avión pueden sentir una ligera tensión contra sus cinturones de seguridad.
La turbulencia moderada es similar a la ligera, pero con una intensidad algo mayor. Si bien provoca un cambio en la altitud o actitud de la aeronave, no hay pérdida de control del avión en ningún momento. En estas condiciones, los ocupantes sentirán una tensión definida contra sus cinturones de seguridad, y los objetos sin asegurar dentro de la cabina se desplazarán.
La turbulencia severa provoca cambios grandes y abruptos en la altitud o actitud de la aeronave y, usualmente, causa grandes variaciones en la velocidad indicada del avión. La aeronave puede estar momentáneamente fuera de control. Para los ocupantes, esta experiencia es mucho más violenta, siendo arrojados fuertemente contra sus cinturones de seguridad.
La turbulencia extrema representa el nivel más peligroso, donde la aeronave es sacudida violentamente y se vuelve prácticamente imposible de controlar. Este grado de turbulencia es tan intenso que puede causar daño estructural a la aeronave.
Los datos concluyen que el avión es el método de transporte más seguro
¿Es seguro volar? Los datos indican que “sí”, como te explicamos en esta nota de Factchequeado.
Según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), 2023 (el último año con datos disponibles) fue el año más seguro de los últimos 5 años en términos de indicadores de seguridad, como la tasa global de accidentes, el número de accidentes fatales, el total de víctimas mortales y la tasa de mortalidad.

Datos de 2023 sobre el número de pasajeros, vuelos y accidentes en 2023. Crédito: ICAO.
Como muestran estos datos, la tasa global de accidentes fue de 1.87 accidentes por millón de despegues en 2023. Esto representa una disminución del 17.9% en comparación con el año anterior y la cifra más baja en más de una década.

Los datos indican que en el mundo hay menos de 2 accidentes por cada millón de despegues. Tasa de accidentes por millón de despegues. Crédito: ICAO.
Para poner esto en perspectiva, la probabilidad de un accidente aéreo es menor que la posibilidad de que te caiga un rayo. Según los CDC, encargados del control de enfermedades, la probabilidad de que te caiga un rayo en un año es de aproximadamente 1 en 500,000.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que una persona tendría que viajar en avión todos los días durante 103,239 años para sufrir un accidente mortal.
¿Puede el cambio climático hacer que las turbulencias sean más frecuentes?
“Las turbulencias en los vuelos pueden ser causadas por tormentas, montañas y fuertes corrientes de aire llamadas corrientes en chorro”, explicó Paul Williams, profesor de Ciencias Atmosféricas en la Universidad de Reading.
En este último caso hace referencia a las denominadas turbulencias de aire claro, que “pueden ser difíciles de evitar porque no aparecen en el radar meteorológico de la cabina de vuelo”.
El meteorólogo aeronáutico Benito Fuentes explicó que este tipo de turbulencias son las que experimentan los aviones cuando están en fase de crucero en mitad del Atlántico. “Son invisibles para el ojo humano, pero también escapan a los radares”, contó al periódico El País.
El cambio climático está haciendo que este tipo de turbulencia sea más común, según un estudio publicado en Geophysical Research Letters. Los autores concluyeron que la turbulencia de aire claro severa aumentó un 55% en los últimos 40 años en el Atlántico Norte, uno de los corredores aéreos más transitados del mundo.
“En pocas palabras, el cambio climático está incrementando la diferencia de temperatura entre las masas de aire cálido y frío que colisionan para formar la corriente en chorro en la atmósfera superior", precisó Williams, uno de los autores del estudio. Este efecto “está haciendo que la corriente en chorro sea menos estable y permitiendo que se produzcan más turbulencias". Según el experto, “podemos esperar que la cantidad de turbulencia severa en todo el mundo se duplique o triplique en las próximas décadas”.
César Mösso, profesor de Ingeniería ambiental, explicó que la atmósfera funciona como una olla llena de agua. “Si no tienes prisa y la pones a calentar despacio, se calentará sin crear ningún problema. Pero si la pones a máxima potencia, empieza a burbujear y a saltar fuera. Como la olla, la atmósfera también se calienta desde abajo, y a mayores temperaturas, mayores serán los cambios en las corrientes y las probabilidades de sufrir una turbulencia”, contó Mösso a El País.
Qué hacer en caso de turbulencias
Los pasajeros pueden prevenir lesiones causadas por turbulencias inesperadas si mantienen el cinturón de seguridad abrochado en todo momento durante el vuelo, según la Administración Federal de Aviación (FAA).
Las regulaciones de la FAA exigen que los pasajeros permanezcan sentados con el cinturón abrochado desde que el avión se aleja de la puerta de embarque, durante el ascenso después del despegue, así como en el aterrizaje y el rodaje por tierra. También es fundamental respetar la señal de “abrochar cinturones” cada vez que se ilumine durante el vuelo.
En el caso de viajar con niños, la FAA recomienda que los menores de 2 años lo hagan en un asiento o dispositivo aprobado por el gobierno, ya que es la forma más segura de protegerlos ante posibles turbulencias.
El organismo también aconseja escuchar las instrucciones de los pilotos y la tripulación, prestar atención a la demostración de seguridad al comienzo del vuelo y leer la tarjeta informativa ubicada en el bolsillo del asiento, ya que contiene indicaciones esenciales en caso de emergencia.
Para prevenir incidentes, también es importante cumplir con las restricciones de equipaje de mano establecidas por la aerolínea de cara a evitar que objetos sueltos se conviertan en un riesgo durante el vuelo.
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