El Caribe vuelve a colocarse en el centro de la geopolítica mundial. Estados Unidos despliega actualmente fuerzas aéreas y navales con el argumento de reforzar la lucha contra el narcotráfico, según funcionarios estadounidenses citados por medios y agencias internacionales como CNN, AP y Reuters.
Las fuentes han mencionado hasta seis naves estadounidenses (tres destructores y tres buques anfibios) con unos 4,500 efectivos. El supuesto movimiento militar, que sería uno de los más grandes de EE. UU. en el Caribe en los últimos años, ocurre en medio de acusaciones directas por narcotráfico contra el dictador venezolano Nicolás Maduro.
Por ahora, no hay declaraciones oficiales con detalles claros sobre el posible alcance ni la escala de la operación naval ordenada por el presidente Donald Trump. Sin embargo, Washington afirmó el 19 de agosto de 2025 que está preparado para “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas hacia su país”; y Maduro respondió con la movilización de millones de milicianos frente a las “amenazas”.
En este texto respondemos ¿qué sabemos hasta ahora de la maniobra militar de EE. UU. en el Caribe y cómo se relaciona con la ofensiva contra el narcotráfico?
¿Qué fuerzas navales estarían involucradas?
La Marina de Estados Unidos confirmó el 15 de agosto el reposicionamiento “para operaciones globales” del Iwo Jima Amphibious Ready Group (ARG) y de la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines (MEU, por sus siglas en inglés) del Comando Sur. Lo anterior implica el despliegue de los buques anfibios USS Iwo Jima, USS Fort Lauderdale y USS San Antonio y unos 4,000 infantes de Marina. No obstante, en la comunicación no se especifica el destino de estas naves.
“También se están asignando al Comando Sur de Estados Unidos un submarino de ataque de propulsión nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon adicionales, varios destructores y un crucero lanzamisiles guiados como parte de la misión, según informaron los funcionarios”, publicó CNN.
En tanto, Reuters también cita en un reciente artículo a “fuentes informadas” que hablan del posible despliegue de tres destructores estadounidenses con misiles guiados Aegis, el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, que llegarían pronto a la costa de Venezuela como parte del operativo marítimo.
El sitio de verificación de datos venezolano Cazadores de Fake News, miembro de LatamChequea igual que Factchequeado y El Toque, realizó una investigación con herramientas abiertas de geolocalización de embarcaciones que permitió conocer las últimas posiciones declaradas de las naves.
Aparecen en la costa este de EE. UU. el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale cerca de la sede de la Naval Station Norfolk y principal nodo de la flota del Atlántico de Estados Unidos (19 de agosto); y el USS Jason Dunham y el USS Gravely al norte de Florida y frente a Jacksonville, respectivamente (14 y 15 de agosto).
El USS San Antonio ha permanecido por lo menos tres días en una posible escala logística en la entrada de la Bahía de Guantánamo (Cuba).
El destructor USS Sampson se encuentra cerca del Canal de Panamá, del lado del océano Pacífico (19 de agosto).
Los puntos de los buques pueden cambiar de un momento a otro. Los citados medios internacionales señalan que el “San Antonio, Iowa Jima y Fort Lauderdale podrían situarse frente a las costas de Venezuela a partir de este domingo”.
¿Qué capacidades tienen algunos de los buques?
USS Iwo Jima: buque de asalto anfibio comparable a un portaaviones mediano. Puede transportar 1,000 soldados adicionales y operar unas 30 aeronaves (incluidos cazas F-35B). Es la nave más grande de las mencionadas en el despliegue militar.
Destructores Arleigh Burke: equipados con misiles Tomahawk y el sistema Aegis de defensa antiaérea de última tecnología, de acuerdo con información oficial de la Marina de Estados Unidos.
USS Fort Lauderdale y USS San Antonio: buques de transporte anfibio diseñados para desembarcar tropas y equipos.
¿Qué revelan las declaraciones de la Casa Blanca sobre Maduro y la presencia militar estadounidense en la región?
Karoline Leavitt, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, dijo el 18 de agosto de 2025 que “el presidente Trump ha sido muy claro y consecuente. Está dispuesto a utilizar todos los recursos de su poder para detener la entrada de drogas a nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia”; y reiteró que la postura del Gobierno estadounidense es que Maduro “no es un presidente legítimo”.
Por su parte, en un video publicado en X (antes Twitter) el 7 de agosto, Pam Bondi, fiscal general de EE. UU., acusó públicamente a Maduro de colaborar con grupos criminales (el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa).
Durante una visita oficial a Paraguay, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, calificó el posible despliegue como “un asunto muy serio”. Añadió que Washington cuenta con la cooperación de varios países en ese esfuerzo, aunque reconoció que no todos participan. Sus declaraciones fueron interpretadas por distintos medios como una señal que confirmaría la operación en curso.
¿Qué acciones legales y financieras acompañan el supuesto despliegue?
Estados Unidos aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura de Maduro, duplicando la oferta previa. Además, la DEA y la Fiscalía de EE. UU. aseguran haber incautado más de 30 toneladas de cocaína vinculadas presuntamente a la red de Maduro y bienes valorados en 700 millones de dólares, incluidos aviones y vehículos de lujo.
En 2020, durante el primer mandato de Trump, un Tribunal federal de Manhattan acusó a Nicolás Maduro y a varios de sus aliados cercanos de cargos de narcoterrorismo y de conspiración para importar cocaína.
¿Cuál ha sido la reacción de Maduro?
“Ningún imperio va a tocar el suelo sagrado de Venezuela”, respondió el 19 de agosto de 2025 Maduro tras las afirmaciones de Leavitt y la cobertura sobre el supuesto despliegue militar en la región. “Que el mundo lo sepa, que lo sepan los imperios: Venezuela hoy más que nunca tiene con qué”, insistió un día después.
Maduro declaró en la televisión pública: “Esta semana voy a activar un plan especial con más de 4.5 millones de milicianos para garantizar la cobertura de todo el territorio nacional. Milicias preparadas, activadas y armadas”.
El gobierno venezolano afirmó en un comunicado que “las amenazas de Estados Unidos no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la Zona de Paz declarada por la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)”.
¿Cómo ha sido la respuesta de otros países aliados a Maduro?
Cuba y Colombia rechazaron el posible despliegue estadounidense en el Caribe. La Cancillería cubana pidió detener maniobras que amenacen la estabilidad regional, mientras el presidente cubano Miguel Díaz-Canel calificó la operación de “demostración imperial” y negó que el narcotráfico sea el motivo real. Por su parte, Gustavo Petro advirtió en un consejo de ministros transmitido al país, que una invasión de EE. UU. convertiría a Venezuela en “otra Siria” y arrastraría a Colombia al conflicto, algo que —dijo— ya transmitió a Trump.
En contraste, el ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, respaldó la decisión de Estados Unidos de desplegar tropas en el mar Caribe para perseguir a narcotraficantes latinoamericanos.
EE. UU. ha hecho maniobras similares en el Caribe, como las “operaciones antinarcóticos” de principios de los años 2000 o la presión militar contra Manuel Antonio Noriega en Panamá.
En septiembre comenzará otro despliegue militar relevante para la región: el ejercicio naval multinacional Unitas 2025, cuya 65ª edición tendrá a Estados Unidos como anfitrión. La maniobra, programada del 15 de septiembre al 6 de octubre, reunirá alrededor de 8,000 efectivos de 25 países con operaciones frente a la costa este estadounidense y en puntos estratégicos como Mayport, Camp Lejeune y Norfolk, según información oficial.
La simultaneidad del despliegue naval y de las maniobras Unitas refleja cómo el Caribe vuelve a ser escenario de rivalidades estratégicas, donde la lucha contra el narcotráfico parece mezclarse con cálculos políticos y militares de mayor alcance.
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