El asesinato del activista conservador Charlie Kirk en Estados Unidos, el 10 de septiembre de 2025, durante un debate en vivo en Utah Valley University, ha sido utilizado en redes sociales para sostener que la violencia política golpea únicamente a los republicanos, pero los datos muestran un panorama distinto. Documentos oficiales y análisis sobre incidentes políticos muestran que líderes de ambos partidos han sido blanco de ataques, amenazas y homicidios en los últimos años.
Tras la muerte de Kirk, de 31 años, fundador de la organización de jóvenes conservadores Turning Point USA y una voz muy conocida dentro del movimiento MAGA (Make America Great Again), fundado por Donald Trump, esa narrativa desinformadora también se expandió (ver 1, 2, 3, 4, 5,).
En ese contexto, se replica el discurso de voces influyentes del movimiento MAGA —incluidos líderes afines y comentaristas con gran audiencia— que atribuyen el hecho a supuestos «actores de izquierda» y «como parte de una persecución exclusiva contra los republicanos». Las acusaciones se difunden sin pruebas: al momento de escribir esta verificación las autoridades no han informado ni la identidad del tirador ni que alguien haya sido arrestado por este homicidio.

El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) informó inicialmente que un sospechoso había sido detenido, pero luego aclaró que fue liberado tras un interrogatorio y que la investigación sigue en curso.
Como no está claro quién disparó a Kirk, se desconoce el motivo.
No hay evidencia que respalde la idea de que solo los republicanos son víctimas de violencia política. En los últimos años, ha sucedido:
2017: Steve Scalise (congresista republicano) resultó herido en un tiroteo durante una práctica de béisbol en Virginia.
2020: un grupo de extrema derecha intentó secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer (demócrata).
2022: Paul Pelosi —esposo de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata)— fue atacado con un martillo en su casa en San Francisco.
2023: la congresista demócrata Angie Craig fue agredida físicamente en el ascensor de su residencia en Washington D. C.
2024: el senador estatal de Minnesota John Hoffman (demócrata-campesino-laborista) y su esposa fueron baleados en la puerta de su casa; sobrevivieron tras cirugías.
2024: intento de asesinato contra Trump durante un mitin de campaña al aire libre en Pensilvania.
2025: Melissa Hortman, presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota (demócrata), y su esposo fueron asesinados en su residencia en las afueras de Minneapolis.
2025: Charlie Kirk, activista conservador, fue asesinado durante un debate en Utah.
Gabby Giffords, excongresista demócrata que resultó gravemente herida durante un tiroteo en 2011 en Arizona, declaró a la revista Time: «El asesinato de Charlie Kirk me rompe el corazón. Mis más profundas condolencias a su esposa, sus dos hijos pequeños y sus amigos». «Las sociedades democráticas siempre tendrán desacuerdos políticos, pero nunca debemos permitir que Estados Unidos se convierta en un país que afronte esos desacuerdos con violencia», añadió.
Por su parte, Ezra Klein, columnista de The New York Times, escribió en X: «La violencia política es contagiosa. Se está extendiendo. No se limita a un bando ni a un sistema de creencias. Debería aterrorizarnos a todos. La base de una sociedad libre es la capacidad de participar en ella sin temor a la violencia. La violencia política siempre es un ataque contra todos. Hay que ser muy ciego para no verlo».
Discurso de odio vs. datos
Poco después de la muerte de Kirk, Trump calificó el asesinato de «momento oscuro para Estados Unidos», antes de echarle la culpa a la «izquierda radical».

Por otro lado, con independencia de si el asesino de Charlie Kirk es de izquierdas o no, se registraron publicaciones en redes celebrando su muerte, principalmente desde cuentas anónimas.

La violencia con motivación política se ha intensificado en EE. UU. durante los últimos años. El ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, las amenazas a legisladores y agresiones contra líderes locales han marcado un patrón creciente de hostilidad. Según el FBI y organizaciones como el Center for Strategic and International Studies (CSIS), tanto demócratas como republicanos han sido blanco de estos episodios.
La Policía del Capitolio reportó que en 2022 hubo más de 7 500 amenazas contra congresistas, distribuidas entre ambos partidos.
Un informe de Princeton University’s Bridging Divides Initiative indica que los incidentes de violencia política se distribuyen sin una única dirección partidaria, aunque en algunos contextos los líderes más visibles de cada bando tienden a ser objetivos.
Un análisis de 2021 publicado por Journal of Democracy señala que «si bien los incidentes de izquierda están en aumento, la violencia política aún proviene abrumadoramente de la derecha, ya sea que se consulte la Base de Datos Global de Terrorismo, las estadísticas del FBI u otros recuentos gubernamentales o independientes».
Cómo no caer en desinformación
En situaciones de crisis y noticias de alto impacto suele ocurrir lo mismo: proliferan en redes sociales desinformaciones y teorías de conspiración. Es común que algunos actores señalen a un supuesto responsable o atribuyan un motivo al hecho antes de que las autoridades ofrezcan información confirmada o existan pruebas verificables. Leer más en el texto de Factchequeado: Asesinan a Charlie Kirk en la Universidad de Utah: quién era, qué sabemos y cómo evitar caer en desinformación en momentos de crisis informativas
Por esa razón, es importante no compartir teorías ni contenidos que no estén corroborados, y mantenerse atentos únicamente a fuentes oficiales y a medios de comunicación confiables.
La verificación de hechos y la espera de información oficial no solo protegen contra la desinformación, sino que ayudan a frenar una espiral de violencia política que, como muestran los datos, no distingue bandos.
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