El presidente Donald Trump y su administración se han enfocado en expandir la minería y el uso del carbón en Estados Unidos, llamándolo “beautiful clean coal” (carbón limpio y hermoso, en español). Miembros de su administración como Doug Burgum, secretario del Departamento de Interior de los Estados Unidos, afirmaron que es necesario aumentar la producción del carbón para satisfacer la demanda creciente de electricidad, impulsada por el desarrollo de inteligencia artificial (IA).
El 29 de septiembre de 2025, Burgum y otros funcionarios como Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), anunciaron varias medidas para impulsar el carbón, incluida la apertura de 13.1 millones de acres de tierras federales para concesiones de carbón o 625 millones de dólares para modernizar centrales de carbón.
“Yo lo llamo carbón limpio y hermoso. Le digo a mi gente: ‘Nunca usen la palabra carbón a menos que le añadan limpio y hermoso delante’”, dijo Trump el 8 de abril de 2025 durante la firma de cuatro órdenes ejecutivas para impulsar la industria del carbón.
Con los 13.1 millones de acres de tierras federales “estamos volviendo a dar trabajo a los mineros estadounidenses, estamos poniendo a Estados Unidos en primer lugar y nos estamos metiendo en la carrera por ganar la carrera armamentística de la IA”, dijo Burgum.
Sin embargo, la producción de carbón como fuente de electricidad es más contaminante que otros combustibles fósiles, como el gas natural. Por su parte, las energías limpias, como la energía solar o la eólica, “no producen contaminación del aire ni gases de efecto invernadero" cuando están en funcionamiento. Expertos consultados por Factchequeado concuerdan en que la industria del carbón ha venido en decadencia –principalmente porque es más barata la producción de electricidad con otras fuentes y, en parte, por medidas ambientales– y advierten que las acciones tomadas por la administración no tendrán el impacto anunciado por el gobierno.
El carbón es el combustible fósil que emite más CO2
Tilsa Oré-Mónago, investigadora en energía y diseño de mercados en el Instituto Baker y profesora del Departamento de Economía de la Universidad Rice, dijo a Factchequeado que “el carbón es la fuente de energía más contaminante” en comparación con otras fuentes de energía.
La combustión de carbón produce más dióxido de carbono (CO2), un gas que atrapa el calor o gas de efecto invernadero que proviene de la extracción y quema de combustibles fósiles, que es “la quema de gas natural o petróleo para la producción de energía eléctrica”. Otras fuentes de electricidad, como la energía nuclear o las renovables (hidroeléctrica, eólica o solar) no emiten CO2, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
“Las energías renovables (incluida la hidroeléctrica), la nuclear, seguida del gas natural y, por último, el petróleo son más limpias que el carbón (en ese orden)”, dijo a través de correo electrónico Oré-Mónago a Factchequeado.
Kenneth Gillingham, profesor de Economía Ambiental y Energética en la Escuela de Medio Ambiente de Yale, dijo a Factchequeado que “la idea de que el carbón sea limpio es errónea”. Es posible que al llamarlo “limpio” la administración se refiera a “instalar depuradores y sistemas de captura de carbono con la esperanza de que elimine la mayoría de los contaminantes”, agregó.
Sin embargo, incluso con los “depuradores estándar, el carbón continúa siendo más sucio que otras opciones”. Además, un reporte del Servicio de Investigación del Congreso de 2022, dice que “la primera y única” planta con sistema de captura de carbono fue suspendida en el 2000. Esta planta reabrió en 2023, según reportó Reuters.
“Por lo tanto, afirmar que es carbón limpio es una estrategia de mercadotecnia”, agregó Gillingham.
Las medidas de la administración Trump no aumentarán muchos empleos ni evitarán el declive de la industria, según expertos
Henry Lee, director del programa de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Harvard Kennedy School, dijo a Factchequeado que no espera que se abran nuevas minas de carbón porque tardan años en construirse ni que muchas de las plantas de carbón existentes vayan a modernizarse. Las medidas del gobierno no son suficientes para atraer la inversión privada, necesaria para construir nuevas plantas, según Lee. Además, los 625 millones de dólares anunciados para modernizar las plantas no son suficientes para “toda la antigua flota de carbón” del país.
“La clave para mí [en referencia a las minas de carbón] es: ¿voy a poder mantenerla abierta dentro de cuatro años? ¿Llegará la nueva administración y me obligará a cerrarla?”, dijo Lee a Factchequeado, haciendo referencia a las políticas de energía limpia impulsadas por los anteriores gobiernos demócratas. También coincide con Oré-Mónago y Gillingham en que la industria del carbón está en declive principalmente por motivos económicos, ya que otras fuentes de energía, como el gas natural y los renovables, son más baratos de producir.
Un estudio de 2017 del Instituto Stanford para la Investigación de Política Económica (SIEPR, por sus siglas en inglés) concluye que “en la primera década del nuevo milenio” el carbón dejó de ser “el combustible más económico” debido a un aumento de productividad en el gas natural. Al mismo tiempo, la energía solar y la eólica son las fuentes de generación de energía menos costosas y de rápida implementación en Estados Unidos, aún sin subsidios del gobierno, según un análisis de Lazard, una firma global de servicios financieros, publicado en junio de 2025.
En 2007, el carbón generó 52% de la electricidad en Estados Unidos y el gas natural un 17%. Para 2016, el gas natural superó por primera vez al carbón al generar 33% de electricidad doméstica mientras que el carbón generó 31%, dijo Daniel Yergin, experto en energía, durante su testimonio ante el Subcomité de Energía de la Cámara de Representantes en 2018. En 2023, el carbón produjo el 16.2% de la electricidad del país y el gas natural el 43.1%, según la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA, por sus siglas en inglés), la agencia estadística del Departamento de Energía. Si bien el gas es menos contaminante que el carbón, es igualmente un combustible fósil que contribuye en la emisión de gases de invernadero.
Entre 2010 y 2023, los costos promedios no subsidiados de la electricidad eólica y solar cayeron aproximadamente un 70% y 85%, respectivamente. En este tiempo la generación de eólica y solar aumentó significativamente, al punto que las energías renovables (que también incluyen a la hidroeléctrica, biomasa y geotérmica) superaron por primera vez la generación a partir del carbón en 2022. En 2023, las energías renovables generaron 21.4% de toda la electricidad del país mientras que el carbón produjo el 16.2%, según la EPA y la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA, por sus siglas en inglés), la agencia estadística del Departamento de Energía.
A nivel mundial, en 2025 las energías renovables generaron más energía que el carbón por primera vez, según un análisis del 8 de octubre de 2025 del think tank de energía Ember.
Además, la industria del carbón ha perdido miles de empleos. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), disminuyeron de 170,500 en enero de 1985 a 40,300 en agosto de 2025. Estos trabajos son “atractivos” porque pagan “pensiones” o “beneficios de salud”, aseguró Lee. Sin embargo, los expertos consultados por Factchequeado creen que las medidas de Trump no generarán muchas plazas nuevas de trabajo y que solo podrían evitar temporalmente la pérdida de algunas.

Empleos en la minería del carbón desde enero de 1985 hasta marzo de 2025. Fuente: BLS
Asimismo, de toda la generación de electricidad que se planeaba retirar, el 66% corresponde al carbón y el 21% al gas natural, según un reporte de febrero de 2025 de EIA.
“Están tratando de frenar un proceso que está ocurriendo y que va a ocurrir de todos modos”, dijo Gillingham.
¿Podría el carbón satisfacer la creciente demanda de energía por la IA, como afirmó Burgum?
La EIA estima que la demanda de electricidad aumentará en un 2.2% en 2025 y 2026, comparada a un crecimiento promedio del 0.8% entre 2020 y 2024. Esto se debe a “numerosos centros de datos y grandes plantas de fabricación” que han sido propuestos y que “podrían consumir cantidades significativas de electricidad”. Estos “centros de datos proporcionan servicios de infraestructura de tecnología de la información (IT) para procesar grandes cantidades de datos, como por ejemplo para el campo de rápido crecimiento de la inteligencia artificial (IA)”. Burgum, secretario del Departamento de Interior, dijo que era importante respaldar las iniciativas sobre el carbón para satisfacer la demanda de electricidad.
Sin embargo, Ore-Monago dice que el carbón no es la solución y que en su lugar podrían usarse “plantas térmicas de gas natural, y/o con fuentes de energía menos costosas como las energías renovables en conjunto con el sector de almacenamiento en baterías”.
Lee, experto consultado, dijo que actualmente hay una escasez de turbinas de gas, los motores de combustión de una central eléctrica que convierten el gas natural y otros combustibles líquidos en energía, y que la energía solar presentaba sus propios desafíos.
“La clave ahora son las baterías. Hay que poner muchas baterías. Son mucho más económicas que antes pero siguen sin ser baratas así”, dijo Lee.
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