El Instituto de Democracia Digital de las Américas (DDIA), aliado institucional de Factchequeado, analizó estafas y fraudes en alrededor de 18,400 mensajes de3,300 grupos en WhatsApp en español, compuestos de al menos un 30% de números de teléfono en Estados Unidos. Al 19 de diciembre de 2025, DDIA ha publicado dos partes de los resultados: una el 24 de noviembre de 2025 y la segunda, el 11 de diciembre de 2025. La tercera parte se publicará en 2026.
Cientos de estos mensajes se difundieron tan ampliamente que Meta los marcó con su etiqueta de doble flecha de "reenviado con frecuencia", una marca que puede servirte como alerta de sospecha. Esto demuestra la rapidez y el peligro de este tipo de información, indicó DDIA.
Te compartimos algunos de los principales hallazgos de esta investigación.
Parte 1: Ventas fraudulentas, sorteos y encuestas falsas

Al igual que los desinformantes, los estafadores utilizan técnicas sofisticadas de ingeniería social diseñadas para explotar emociones humanas predecibles, como el miedo, esperanza, confianza y codicia.
Las dos estrategias de estafa más comunes que destacaron en la investigación son:
Sorteos y encuestas falsas: los estafadores prometen descuentos y productos gratis, regularmente utilizando nombres de marcas populares como Shein, Temu, Macy's, AT&T, Apple, Walmart y Tesla. Les prometen “cajas misteriosas”, tarjetas de regalo (gift cards), o promociones exclusivas a cambio de llenar formularios, jugar con una aplicación, o participar en una encuesta. El objetivo de los estafadores parece ser obtener los datos de las personas y no un beneficio financiero.
Ventas en línea fraudulentas: esta estafa consiste en crear tiendas falsas de comercio electrónico en TikTok o Facebook y promocionarlas a través de WhatsApp o de anuncios en redes sociales. Suelen reutilizar videos de negocios reales para generar credibilidad. Las víctimas pueden comprometer su información personal y perder dinero.
DDIA identifica tres señales (red flags) a tener en cuenta:
Supuestas promociones de teléfonos baratos y ofertas de internet. Algunos de los casos detectados son “ofertas” del iPhone 16 Pro Max y del Samsung S25 Ultra.
Testimonios falsos. Para aumentar la credibilidad, utilizan videos de supuestos clientes agradeciendo y mostrando los nuevos teléfonos adquiridos.
Esquemas de pago fraudulentos y descuentos de última hora. Los estafadores le piden a los compradores llenar carritos de compras en línea con los artículos que desean, compartan con el estafador el acceso completo al carrito y se le indica que solo debe pagar la mitad del costo total. El otro 50% del pago debe enviarse al estafador (a veces por adelantado). En este esquema pueden utilizar tarjetas de crédito robadas o clonadas, lo que podría dejar a la víctima en riesgo de escrutinio legal por participar en una transacción fraudulenta. Otro riesgo es la pérdida de información personal que puede ser explotada posteriormente.
Los datos también sugieren que los estafadores están empezando a utilizar la inteligencia artificial (IA) para ser más convincentes. DDIA encontró que utilizaron imágenes fabricadas, pero realistas, de un supuesto incendio en un almacén de Temu, que además desmentimos en Factchequeado.
Puedes leer la primera parte de la investigación de DDIA aquí.
Parte 2: Recursos legales, trabajo, servicios y apoyo

También se descubrió que los estafadores se aprovechan de las necesidades de latinos que buscan obtener un estatus legal, como los procesos de inmigración, a menudo complicados, o de la dificultad de acceso a la banca tradicional, a una vivienda estable, a un seguro médico o a un empleo a tiempo completo.
“Especialistas” que ofrecen caminos para obtener un estatus legal. La investigación detectó mensajes de personas que se describen como “especialistas” o “consultores” y ofrecen atajos para obtener una residencia permanente, permisos de trabajo, asilo e, incluso, la ciudadanía. En los mensajes advierten: “No soy abogado”.
Miedo y esperanza. Los estafadores infunden miedo y urgencia mediante afirmaciones alarmistas sobre redadas de inmigración no verificadas o inventando requisitos o plazos con apariencia oficial. Luego ofrecen esperanza y soluciones con un tono amable y persuasivo.
Republicación y ecos de coordinación. Se encontró consistencia en el formato, redacción y números de contacto de 224 mensajes. Estos son indicios de planes coordinados, como el uso de la misma imagen y mensajes similares en diferentes publicaciones.
Alcance geográfico. Los investigadores se basaron en los nombres de los grupos de estas potenciales estafas para concluir que los delincuentes se concentran principalmente en espacios digitales frecuentados por latinos residentes en Atlanta, Miami, Nueva York (Brooklyn, Bronx), Tampa y Nueva Jersey.
Estafas laborales y financieras. Entre las estafas más comunes en esta categoría se encuentran los anuncios de trabajos remotos genéricos y sencillos. “El principal atractivo es un salario ligeramente inflado, como 14-16 dólares por hora por un trabajo de empaquetador (frente a los 11 dólares por hora del promedio nacional)”. Otras estafas son los programas de reclutamiento como oportunidades de negocio, en los que supuestas empresas “se centran en reclutar nuevos agentes en lugar de vender un producto” y prometen formación, horarios y altas comisiones sin experiencia.
Ofertas de vivienda y asistencia de salud. Algunos mensajes fraudulentos ofrecen supuestos alquileres a bajo precio, en los que exigen un depósito por adelantado a través de una transferencia instantánea como Zelle o Cash App antes de mostrar la propiedad. También circulan anuncios engañosos de seguros o servicios de reparación de crédito o sobre supuestos especialistas legales en compensación por accidentes.
Instrumentalización de la victimización. En este tipo de estafa, utilizan publicaciones falsas donde afirman haber sido víctimas también de fraude. Tras generar empatía, recomiendan a una persona “confiable” que aparentemente les ayudó y estaría dispuesta a ayudar nuevamente a cambio de una tarifa inicial. El resultado es que las personas son victimizadas por segunda vez.
Puedes leer la segunda parte de la investigación de DDIA aquí.
Recomendaciones para no caer en estas estafas
Tanto en la primera como en la segunda parte de la investigación de DDIA se ofrecen varias recomendaciones para no caer en las estafas detectadas.
Conserva una actitud escéptica ante promociones o mensajes con servicios para protegerte de las tácticas de manipulación.
Mantente atento a las señales de alerta y desconfía de las ofertas que eluden los requisitos financieros formales (como las verificaciones de historial crediticio), que solicitan pagos parciales a un tercero o que ofrecen incentivos poco creíbles, como una "línea de crédito de Apple de 100,000 dólares".
No compartas el acceso a tus carritos de compra en línea ni la información de pago con personas desconocidas que ofrecen ayuda con los pagos o grandes descuentos. Si alguien se presenta como representante de una empresa, solicita credenciales que puedan verificarse (como una dirección de correo electrónico corporativa, por ejemplo).
Sé extremadamente cuidadoso con quienes admiten no ser abogados.
Los empleadores legítimos no cobran por sesiones de entrenamiento para el empleo o por el equipo que necesitarás.
Sé escéptico de la historia de “víctimas” de estafas que recomiendan a una persona “confiable” que supuestamente les ayudó.
No hagas un pago o depósito por una propiedad en renta que no hayas visto o sin firmar un contrato formal.
Cuestiona mensajes no solicitados y sé cuidadoso de cualquier oferta que parezca muy buena para ser verdad, como grandes descuentos, cajas sorpresa o productos electrónicos de alta gama a precios muy bajos.
Verifica antes de hacer clic en enlaces o responder a preguntas de mensajes no solicitados. Chequea URLs, visita Google Fact Check Explorer, o ponte en contacto con las autoridades a través de sus canales de comunicación regulares.
Si recibes un mensaje de texto inesperado que te pide información personal o financiera, no hagas clic en ningún enlace, recomienda la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés). Si eres víctima de una estafa, puedes reportarlo en español en Reportefraude.ftc.gov.
¿Quieres saber si puedes reconocer un intento de estafa? Entra al Scam-Desafío un curso desarrollado por Factchequeado (+1 646-873 60 87) en nuestro chatbot de WhatsApp donde podrás aprender a identificar y evitar los tipos de fraude más comunes. Agenda el número en tus contactos, escribe “hola” y escoge la opción Scam-Desafío del menú.
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