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No, la Organización Mundial de la Salud no ha avalado ningún estudio que diga que vacunarse contra el COVID-19 sea un 339% más riesgoso que pasar la enfermedad

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Claves
 
  • Una web alemana cita una prepublicación independiente sobre los efectos de las vacunas para el COVID-19 como un estudio avalado por la Organización Mundial de la Salud.
  • En el artículo titulan que vacunarse “aumenta el riesgo de daños serios en un 339%”. Ese no es el objeto de estudio de la prepublicación, y tal cifra no aparece en ninguna parte del documento.
  • Una prepublicación no cuenta con los avales técnicos correspondientes. Además, el estudio erróneamente citado no utiliza los mismos criterios que organismos como la FDA.
 
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En grupos y chats de WhatsApp circula una nota publicada en la página web alemana Free the Words en la que aseguran que “un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que el riesgo de sufrir daños serios como consecuencia de la vacuna para el COVID-19 es 339% más alto que el de ser hospitalizado por COVID-19”.

El documento no es un estudio que haya pasado revisión de comités técnicos, es tan solo una prepublicación, lo que se conoce en el mundo académico como preprint. Además, la cifra planteada por la nota, según la cual “vacunarse contra el COVID-19 es un 339% más riesgoso que pasar la enfermedad” no aparece en la prepublicación.

Tampoco es una investigación avalada por la OMS. Se trata de un grupo de científicos de distintas ramas de la salud que parten de los resultados de distintos trabajos recogidos y estudiados por la Brighton Collaboration, una plataforma que nace a raíz de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, para hacer un análisis global sobre los efectos secundarios provocados por las vacunas en desarrollo.

Brighton Collaboration sí es miembro de la red Vaccine Safety creada por la OMS para reunir a aquellos entes que difunden información verídica sobre las vacunas contra el COVID-19.

El documento sí es real; las cifras del artículo, no

Peter Doshi, de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Maryland (EE. UU) y uno de los investigadores a cargo del documento citado por la publicación alemana, le confirma a Factchequeado, vía correo electrónico, que se trata de un preprint, y que la ubicación enlazada en el artículo, que dirige al Social Science Research Network (SSRN), una compilación de investigaciones académicas en fase de prepublicación, es la correcta.

Según la metodología del propio documento, se trata de un “análisis secundario de eventos adversos serios (SAE, del inglés Serious Adverse Events) reportados en los estudios aleatorios controlados, en los que se utilizan placebos, de las vacunas desarrolladas por Pfizer y Moderna, con tecnología de ARN mensajero para el COVID-19, identificados por la Brighton Collaboration” (Secondary analysis of serious adverse events reported in the placebo-controlled, phase III randomized clinical trials of Pfizer and Moderna mRNA COVID-19 vaccines, focusing analysis on potential adverse events of special interest identified by the Brighton Collaboration).

Los datos presentados en la prepublicación no son relativos a la población total, sino una comparación entre quienes recibieron la vacuna y quienes, en cambio, recibieron el placebo.

Además, su estudio se centra en la aparición de anomalías que no están tipificadas como síntomas de COVID-19, es decir, no toman en cuentan los efectos adversos propios de la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2, bajo la explicación de no estar probando la eficacia del fármaco sino sus perjuicios potenciales. Se centraron entonces en reacciones distintas a la fiebre, dolores, diarrea u otros sïgnos clínicos propios del COVID-19.

Los resultados indican que las vacunas con tecnología de ARN mensajero desarrolladas por Pfizer y Moderna están relacionadas con un aumento de entre 10.1 y 15.1 casos por cada 10,000 de eventos adversos serios respecto a quienes recibieron el placebo.

También cuentan que los vacunados con Pfizer sufrieron un 36% más de reacciones adversas serias no relacionadas con los síntomas del COVID-19 que quienes recibieron el placebo. En el caso de Moderna, el aumento fue del 5%.

En el documento se explica que, a diferencia de la metodología utilizada por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, en inglés Food and Drugs Administration), la agencia federal de Estados Unidos encargada de regular los alimentos, medicamentos, cosméticos y otros productos biológicos, ellos se han centrado únicamente en los efectos no relacionados con la COVID-19.

La autoridad estadounidense sostiene la eficacia de las vacunas contra el COVID-19

Los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en inglés Centers for Disease Control and Prevention), sostienen con datos la eficacia de las vacunas para el COVID-19 y la importancia de portarlas.

De acuerdo con el Rastreador de Datos de los CDC, en abril de 2022 el riesgo de morir por COVID-19 entre los mayores de cinco años no vacunados era seis veces mayor que entre quienes sí tenían la vacuna.

En el grupo de mayores de 50 años, para ese mismo mes, el riesgo aumentaba a 42 veces más probabilidades de morir por dicha enfermedad para quienes no tenían la vacuna.

¿Quién realizó el estudio citado en la publicación?

“Somos totalmente independientes de la OMS. El único momento en el que la mencionamos en nuestro documentos es para hacer ver que la OMS avala la lista de eventos adversos de especial interés elaborada por la Brighton Collaboration”, explica a Factchequeado el doctor Doshi, profesor asistente de la Universidad de Maryland.

Añade, además, que “somos independientes también de la Brighton Collaboration; tan solo usamos su trabajo”.

Ese documento fue añadido a la base de datos de la compilación de investigaciones SSRN el 23 de junio de 2022, fecha en la que aparece la publicación falsa de Free the Words.

Free the Words es una web en alemán, con algunas publicaciones traducidas al inglés, que lleva por lema “Libertad de expresión” (freedom of speech/expresión), cuyo canal de YouTube tiene tan solo tres seguidores y ningún video publicado. En Instagram cuentan con 51 seguidores. Su cuenta de Twitter está suspendida.

El estudio sigue en fase de preprint, por lo que no cuenta con los avales técnicos necesarios.

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