Un documento de Pfizer que circula por redes sociales (puedes ver algunos ejemplos aquí: 1, 2, 3, 4) y por el que nos preguntaste a través del chatbot de Factchequeado [+1(646) 873-6087 ] se está usando para decir que “las vacunas contra el COVID-19 contienen óxido de grafeno” porque en él aparecen las palabras “graphene oxide”. Pero es una desinformación. El “óxido de grafeno” al que se refiere este informe se refiere a un portaobjetos, una lámina recubierta de este material en la que se coloca lo que se quiere observar con un microscopio. Además, la composición de las vacunas contra el COVID-19 se puede consultar en sus fichas técnicas, y en ninguna de ellas aparece el grafeno o el óxido de grafeno.
Este documento es un análisis de 2020 de un componente de la vacuna de Pfizer, antes de la aprobación de este fármaco. Está disponible desde febrero de 2023 gracias a una solicitud de transparencia de la organización ‘Public Health and Medical Professionals for Transparency’ a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés).
El “óxido de grafeno” que aparece en el documento: un portaobjetos recubierto de este material para usar en un microscopio
Es verdad que en el documento de Pfizer que circula en redes aparecen las palabras “graphene oxide”, óxido de grafeno. Es un documento real de 14 páginas de abril de 2020. Sin embargo, esta mención se debe al empleo de un portaobjetos (una lámina para fijar una muestra y ser observada en un microscopio), no a que sea un componente de la vacuna. El óxido de grafeno se usa como un recubrimiento y esto es lo que significa esta frase: “Se aplicaron 4 μL (microlitros) de proteína purificada a 0,5 mg/mL a rejillas de malla dorada Quantifoil R1.2/1.3 300 recién superpuestas con óxido de grafeno”.
Francesco Cacciante, doctor en Biología Molecular en la Scuola Normale Superiore de Pisa (Italia) y divulgador en el canal de YouTube A Caccia Di Scienza, explica a Open.online miembro de la International Fact-Checking Network (IFCN), que en el tipo de microscopio que se usa en este caso se necesita un portaobjetos de un material que absorba o refleje electrones, y el óxido de grafeno, en este caso, serviría.
“En criomicroscopía electrónica tienes una muestra que es la biológica [en este caso, la parte de la vacuna que se analiza] y se necesita cubrir con un material que refleje los electrones o que los absorba. En este caso concreto, estamos hablando de óxido de grafeno usado para cubrir el portaobjetos que contiene la muestra”, detalla Cacciante.
Las vacunas contra el COVID-19 no tienen grafeno ni óxido de grafeno
Ninguna de las vacunas contra el COVID-19 aprobadas a día de hoy tienen grafeno u óxido de grafeno.
Esto se conoce gracias a las fichas técnicas de las vacunas, que tienen la obligación de recopilar cuáles son los componentes de estos fármacos: Comirnaty (Pfizer/BioNTech), Spikevax (Moderna), Vaxzevria (AstraZeneca), Jcovden (Janssen), Nuvaxovid (Novavax), Valneva y VidPrevyun Beta (Sanofi).
No es la primera vez que se viraliza que las vacunas tienen óxido de grafeno. Por ejemplo, en esta nota de Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, se explica por qué no es cierto que las vacunas contengan grafeno ni que esa sea la causa de su supuesto magnetismo, al contrario de lo que indican varios videos virales desinformadores como este, este o este.
El documento de Pfizer se ha hecho público en febrero de 2023 tras una petición de transparencia
El informe del que hablamos en este artículo se ha hecho público gracias a una petición de transparencia de ‘Public Health and Medical Professionals for Transparency’ a la FDA. Esta organización tiene por objetivo “obtener y difundir los datos que sirvieron a la FDA para aprobar las vacunas contra el COVID-19”. Estaríamos hablando, según los datos que maneja la agencia estadounidense, de revelar más de 329,000 páginas de documentos.
Zach Zalewski, doctor en Genética y abogado especializado en derecho de la salud, valora en Medpage Today que esta petición de transparencia “incluirá literalmente cada trozo de papel que se presentó a la FDA durante toda la pandemia”. Esto podría causar, en su opinión, “un riesgo de cherry-picking [falacia de la evidencia incompleta] e interpretar cosas fuera de su contexto”.
El uso de óxido de grafeno es habitual en este tipo de observaciones
Para que quede claro, la criomicroscopía electrónica es una manera de estudiar muestras a temperaturas extremadamente bajas. El óxido de grafeno es un material que se puede emplear en esta microscopía, concretamente en los portaobjetos y materiales que soportan lo que se quiere observar. Dos trabajos científicos (ver 1 y 2) previos a la aprobación de las vacunas COVID-19 explican algunos pasos para preparar muestras de criomicroscopía con rejillas de óxido de grafeno.
En conclusión: el óxido de grafeno al que se refiere el documento de Pfizer hace referencia al portaobjetos en el que se observa una parte de la vacuna. No se refiere a que la vacuna tenga óxido de grafeno.
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