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En el documental del comentarista ultraconservador de Estados Unidos Tucker Carlson aparecen escenas de varones bronceando sus genitales. Algunos contenidos pseudocientíficos indican erróneamente que el bronceado de los testículos puede hacer aumentar los niveles de testosterona, la exposición solar de la vulva puede mejorar la sequedad vaginal o que tomar el sol a través del ano hace que se sintetice mejor la vitamina D. Pero, en realidad, no hay evidencias científicas de ello y algunas de estas prácticas pueden provocar daños en la salud.
No hay evidencias de que exponer los genitales al sol tenga beneficios para la salud
Varias investigaciones indican que la práctica de broncearse los testículos para obtener supuestos beneficios para la salud carece de evidencia y es potencialmente peligrosa. Seth Cohen, urólogo y director del Programa de Disfunción Sexual en el centro médico NYU Langone Health, explica a Vice que “no hay nada que nos lleve a creer que cualquier forma de luz externa o fototerapia elevaría los niveles de testosterona”.
La FDA, el organismo encargado del control de medicinas y alimentos, indica que la radiación ultravioleta de los dispositivos de bronceado presenta riesgos graves para la salud. “La exposición a la radiación ultravioleta, ya sea del sol o de camas de bronceado bajo techo, puede causar cáncer, quemaduras y envejecimiento prematuro de la piel, además de daño ocular (tanto a corto como a largo plazo)”, señala.
En cuanto a la exposición solar de la vulva, tampoco hay evidencias científicas de que conlleve beneficios para la salud. Un estudio realizado durante 26 años y 116,429 personas encontró una asociación entre el uso de camas de bronceado y un mayor riesgo de endometriosis. Es decir, que había más mujeres con endometriosis entre aquellas que habían usado cabinas de rayos ultravioleta (UV) durante su juventud. Pero hay que tener en cuenta que correlación no implica causalidad.
Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Sanitas La Zarzuela y presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, explica a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, que “los genitales, junto con el periné (la zona situada entre el ano y los genitales), son zonas que suelen estar tapadas y que [en caso de que se quieran broncear], están expuestas a quemaduras y lesiones generadas por los rayos ultravioleta”.
Más allá de un doloroso ‘tostado’ en la zona, las lesiones por la exposición solar aumentan el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer de piel como melanoma, el más agresivo y con más mortalidad si no se detecta a tiempo, como explica Cohen.
La enfermera Esther Gómez (divulgadora en su cuenta @MiEnfermeraFavorita) recalca que “no es recomendable tomar el sol (y menos sin protección) en las zonas genitales”, aclarando que el ano y el periné “no cuentan con habilidades especiales concentrando la luz del sol ni de producción de vitamina D”.
El único caso en el que una exposición de los genitales a la radiación podría ‘venir bien’, apunta Moncada, es para reducir episodios de psoriasis (afección cutánea que provoca enrojecimiento e irritación de la piel) ya que se sabe que el sol tiene efectos antiinflamatorios. “Pero incluso en ese caso estamos ante una práctica más perjudicial que beneficiosa”, insiste.
Para aquellas personas que puedan haberse quemado por accidente los genitales, ¿existen otros riesgos, más allá de los dermatológicos, al exponer estas partes del cuerpo al sol? “No hay evidencias ni de daño ni beneficio a la fertilidad, a la producción de espermatozoides ni a la función eréctil”, apunta el urólogo. “En cualquier caso, no recomendamos a nadie hacerlo, es una práctica que puede producir lesiones por quemaduras”.
Por qué exponer el ano a los rayos solares también puede ser peligroso para la salud
El medio especializado en salud Healthline dedicó un artículo sobre los motivos por los que exponer el no a los rayos solares puede ser peligrosa y las precauciones que se deben tomar en el caso de que se quiera hacer. Susan Bard, médica de familia y dermatóloga en Nueva York (Estados Unidos), comenta que la piel del periné “es una de las más finas, sensibles y vulnerables del cuerpo, por lo que existe un riesgo de desarrollar cáncer de piel originado en esta zona.
“Se suma a los riesgos de cáncer de piel que presenta la infección por el virus del papiloma humano (VPH)”, afirma Angelo Landriscina, dermatólogo en el centro Monte Sinaí de Brooklyn Heights.
El VPH, según cuenta, es "un factor de riesgo importante" para el carcinoma de células escamosas (SCC) en el ano y el área genital. Si se combina la presencia de VPH con la exposición a los rayos ultravioleta en el perineo, se puede "crear la tormenta perfecta para el desarrollo de SCC".
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