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No, los demócratas no tienen una ventaja de 20 escaños en la Cámara de Representantes por la inclusión de inmigrantes indocumentados en el último Censo, contrariamente a lo que dijo Elon Musk

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Si sólo tienes unos segundos, lee estas líneas:

- El empresario afirmó que los demócratas tienen una ventaja de 20 escaños en la Cámara de Representantes y el mismo número de votos electorales debido a la inclusión en el último censo, lo que influye en cómo se calcula el reparto. Eso es falso.
-El Centro de Estudios de Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés), un think tank que aboga por una inmigración más baja, estimó que los migrantes presentes de forma ilegal eran responsables de la redistribución de 3 escaños de la Cámara de EE. UU. en 2020 y el impacto neto estimado fue que un estado demócrata obtuvo un escaño de un estado republicano.
-Un análisis del centro de investigación no partidista Pew Research Center, basado en datos del gobierno, concluyó lo mismo. Coincidía con el CIS en cinco de los seis estados afectados, pero en lugar de que Nueva York ganara un escaño debido al impacto de la inmigración ilegal, el Pew apunta a que fue Florida el estado que ganaba un escaño.

Por Robert Farley, Factcheck,org, en alianza con Factchequeado

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Al afirmar que la inmigración ilegal beneficia a los demócratas, el empresario Elon Musk exageró enormemente su impacto en el reparto de escaños en la Cámara de Representantes y de votos en el Colegio Electoral.

“La matemática, tal y como yo la entiendo, y esto obviamente se puede investigar muy fácilmente en internet, es bastante sencillo buscarlo, pero tengo entendido que los demócratas perderían aproximadamente 20 escaños en la Cámara de Representantes si no se contara a los ilegales en el censo y eso también supondría 20 votos electorales menos para el presidente”, dijo Musk en una entrevista con el periodista Don Lemon el 19 de marzo de 2024. “Así que los ilegales afectan absolutamente quién controla la Cámara y a quién controla la presidencia. Y esto no afecta al Senado”. Eso es falso.

En diciembre de 2019, el Centro de Estudios de Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés), un think tank que aboga por una inmigración más baja, publicó un análisis del impacto de la inmigración legal e ilegal en el reparto de escaños en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 2020.

Considerando únicamente a los inmigrantes que están en el país de sin documentos (la vara de medir empleada por Musk), el CIS estimó que eran responsables de la redistribución de 3 escaños de la Cámara de EE. UU. en 2020. En términos partidistas, 2 estados con una asamblea legislativa controlada por los republicanos y un gobernador republicano (Alabama y Ohio) y un estado con una asamblea legislativa dividida y un gobernador demócrata (Minnesota) tuvieron cada uno un escaño menos en la Cámara de Representantes en 2020, debido a la inclusión de los inmigrantes que viven sin estatus migratorio legal en el país en los recuentos de población. Dos estados azules (Nueva York y California) y uno rojo (Texas) ganaron un escaño más. En otras palabras, el impacto neto estimado fue que un estado demócrata obtuvo un escaño de un estado republicano.

Y, dado que los votos electorales se reparten en función del número de miembros de la Cámara de Representantes y del Senado de cada estado, en ese escenario, un voto electoral republicano pasó a ser demócrata.

El CIS también analizó el impacto de toda la inmigración, tanto legal como ilegal, y concluyó que era responsable de un cambio de 26 escaños en la Cámara de Representantes. Pero eso incluye a los inmigrantes que se hicieron ciudadanos estadounidenses, a los hijos nacidos en EE. UU. de inmigrantes que viven en EE. UU. con o sin estatus migratorio legal, así como a otros inmigrantes que viven legalmente en el país.

Un análisis realizado en julio de 2020 por el centro de investigación no partidista Pew Research Center, basado en datos del gobierno, concluía lo mismo: “Si los inmigrantes no autorizados en EE. UU. fueran eliminados del recuento del reparto del censo de 2020 […] tres estados podrían perder cada uno un escaño que de otro modo habrían tenido y otros tres podrían ganar uno cada uno”. Su análisis coincidía con el CIS en cinco de los seis estados afectados, pero en lugar de que Nueva York ganara un escaño debido al impacto de la inmigración ilegal, el Pew descubrió que Florida ganaba un escaño.

En otras palabras, en 2020, si los inmigrantes sin estatus legal permanente no se hubieran incluido en los recuentos de población, 2 estados rojos y 1 estado azul habrían ganado un escaño, y 2 estados rojos y 1 estado azul habrían perdido un escaño. Un lavado de cara, políticamente hablando, cuando se trata de equilibrio en la Cámara o de votos electorales.

Para añadir algo de perspectiva, en las últimas 10 elecciones, los presidentes han ganado por una media de unos 176 votos electorales sobre el segundo, aunque en 2000, el republicano George W. Bush venció al demócrata Al Gore por solo 5 votos del Colegio Electoral. En las elecciones de 2020, Joe Biden se impuso a Donald Trump por 74 votos electorales. En otras palabras, no hay pruebas de que la inclusión de los inmigrantes que viven ilegalmente en el país en los recuentos del censo y en los cálculos del prorrateo haya determinado una elección presidencial hacia uno u otro partido. Y en 2020, no afectó a la mayoría partidista en la Cámara de Representantes.

Cómo se reparten los escaños

El reparto de la Cámara de Representantes se realiza cada 10 años en función del censo. Los votos electorales de un estado vienen determinados por el número de senadores y representantes que tiene. Por tanto, si un estado gana o pierde un escaño en la Cámara de Representantes, también gana o pierde un voto electoral.

Como exige la 14ª Enmienda, el reparto de escaños en el Congreso para cada estado se calcula “según sus respectivos números, contando el número total de personas de cada estado”. No hay ninguna indicación en la Constitución de que los inmigrantes sin estatus legal permanente no deban ser incluidos en el nuevo reparto.

A lo largo de los años se han hecho numerosos esfuerzos para impugnar la legalidad de incluir a esos inmigrantes en el proceso de prorrateo, pero ninguno ha tenido éxito. En marzo de 2018, el Departamento de Comercio del presidente Donald Trump intentó añadir una pregunta sobre ciudadanía al censo de 2020. (El censo obligatorio que se realiza cada 10 años no pregunta si alguien es ciudadano.).

Pero los esfuerzos de Trump fueron rápidamente impugnados en los tribunales, y en julio de 2019, Trump abandonó su intento por incluir la pregunta, aunque buscó utilizar otras fuentes gubernamentales para obtener un recuento de los inmigrantes que viven ilegalmente en el país.

Trump intentó más tarde a través de un memorando en julio de 2020 “excluir de la base de prorrateo a los extranjeros que no se encuentran en un estatus migratorio legal”.

“Excluir a estos extranjeros ilegales de la base de prorrateo está más en consonancia con los principios de la democracia representativa que sustentan nuestro sistema de Gobierno”, decía el memorando. “Otorgar representación en el Congreso, y por tanto influencia política formal, a los estados por la presencia dentro de sus fronteras de extranjeros que no han seguido los pasos para asegurarse un estatus migratorio legal bajo nuestras leyes socava esos principios”.

Permitir que los inmigrantes en el país se incluyan en los recuentos utilizados para el prorrateo “también crearía incentivos perversos que fomentarían las violaciones de la ley federal”, afirmaba el memorando. “Los estados que adoptan políticas que alientan a los extranjeros ilegales a entrar en este país y que obstaculizan los esfuerzos federales para hacer cumplir las leyes de inmigración aprobadas por el Congreso no deben ser recompensados con una mayor representación en la Cámara de Representantes”.

A finales de 2020, el Tribunal Supremo retrasó un fallo sobre un desafío judicial al memorando de Trump, y en su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva revocando el memorando de Trump y declarando que los recuentos del censo en cada estado se hacen “sin tener en cuenta si sus residentes están en estatus migratorio legal”.

“Si bien es cierto que el Censo incluye a esta población y que son contados en los distritos del Congreso, es importante tener en cuenta que esta población es rutinariamente subcontada […] por múltiples razones y, por lo tanto, el efecto es probablemente mínimo en las asignaciones de distrito”, nos dijo por correo electrónico Ariel Ruiz Soto, analista principal de políticas en el Instituto de Política Migratoria. “Pero además, muchos de estos inmigrantes forman parte de hogares de estatus mixto que incluyen a muchos ciudadanos estadounidenses que tienen necesidades críticas y deben ser contados para recibir financiación y servicios (por ejemplo, en las escuelas). Y sí […] muchos estados ‘rojos’ también tienen poblaciones importantes de inmigrantes no autorizados”.

El censo estadounidense se utiliza en muchas fórmulas de financiación federal. En el año fiscal 2021, influyó en la distribución de más de 2,8 billones de dólares en fondos federales.

Esfuerzos legislativos recientes

Aunque la próxima redistribución no se producirá hasta 2030, el aumento de la inmigración ilegal durante la presidencia de Biden ha vuelto a poner el tema en el primer plano legislativo.

El 25 de enero de 2024, 21 senadores presentaron la Ley de Igualdad de Representación, que pretende exigir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo y prohibir la inclusión de no ciudadanos en los recuentos utilizados para el reparto de representantes. Cuatro días después se presentó en la Cámara de Representantes un proyecto de ley similar. Hasta la fecha, el proyecto cuenta con 89 copatrocinadores republicanos.

En un comunicado de prensa de la senadora Katie Britt, de Alabama, se afirma: “El método actual de recuento de extranjeros ilegales en el censo a efectos de representación incentiva la apertura de fronteras al aumentar el poder político relativo de los respectivos estados y votantes que cortejan la migración ilegal masiva. Por ejemplo, al menos dos millones de extranjeros ilegales residen en California, lo que actualmente hace que a este estado santuario se le asignen varios escaños más en el Congreso y votos en el Colegio Electoral de lo que justificaría la población de ciudadanos del estado”.

Como señalamos anteriormente, tanto el CIS como el Pew Research Center concluyeron que California habría tenido un representante menos, y un voto electoral menos, si los inmigrantes que viven ilegalmente en el país hubieran sido excluidos del recuento del reparto censal.

En comunicados de prensa, otros republicanos también presentaron la inmigración ilegal como un impulso sólo para los estados demócratas, aunque no es así.

“Lo que estamos viendo es que los demócratas abusan del sistema creando ciudades santuario en estados azules que, literalmente, están perdiendo ciudadanos cada día en favor de estados como el mío”, dijo el senador Bill Hagerty, de Tennessee, en una rueda de prensa en el Capitolio el 25 de enero. “Lo que está ocurriendo es que ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Chicago, Nueva York, están actuando como imanes para atraer a inmigrantes ilegales. Esos inmigrantes se están contabilizando luego en las poblaciones de California, Illinois, Nueva York y otras ciudades a efectos de asignar los distritos del Congreso y los votos electorales”.

“Puede que los estados azules estén perdiendo ciudadanos por sus políticas liberales, pero lo están compensando acogiendo a inmigrantes ilegales”, dijo la senadora Marsha Blackburn, de Tennessee, en un comunicado de prensa.

Pero los inmigrantes no sólo se instalan en los estados azules, y hay indicios de que los inmigrantes sin estatus legal permanente se han asentado con más frecuencia en los estados rojos en los últimos años. Mientras que California (2,2 millones) tenía más inmigrantes viviendo ilegalmente en EE. UU. que cualquier otro estado en 2022, los estados número 2 y 3 eran los estados rojos de Texas (1,85 millones) y Florida (935.000), según estimaciones del Centro de Estudios sobre Migración.

Sin embargo, cuando se trata de poder de reparto, “no se trata de si tienen inmigrantes no autorizados en su estado, sino de si tienen una proporción superior a la media”, explicó Jeffrey Passel, demógrafo principal del Pew Research Center, en una entrevista telefónica con Factcheck.org, medio aliado de Factchequeado.

“No se trata simplemente de estados demócratas”, dijo Passel. “Hay una mezcla de estados con cuotas superiores a la media”.

La fórmula de reparto asigna secuencialmente, por lo que también importa lo cerca que esté un estado del umbral de población necesario para obtener otro representante, dijo Passel. La media de habitantes por distrito congresual es de 761.169, aunque algunos estados como Delaware (990.837) e Idaho (920.689) tienen muchos más que la media, mientras que otros tienen muchos menos, como Montana (542.704) y Rhode Island (549.082).

En síntesis: el dueño de X (antes Twitter) dijo que actualmente los demócratas tienen una ventaja de 20 escaños en la Cámara de Representantes y el mismo número de votos electorales debido a la inclusión de los inmigrantes ilegales en los cálculos del reparto, y eso es falso.

Traducido por El Tiempo Latino.

Este es un extracto de un artículo de FactCheck.org. Si quieres ver el artículo completo, haz clic aquí

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