Imágenes del sistema de cámaras de seguridad de la escuela Robb Elementary (Uvalde, Texas), en donde el 24 de mayo último un atacante mató a disparos a 21 personas (19 estudiantes, menores de edad, y dos profesoras) difundidas por el periódico Austin-American Statesman, han despertado críticas desde diversos rincones de la opinión pública hacia las fuerzas de seguridad, quienes tardaron más de una hora en ingresar al recinto.
En lo que va de año, según recoge Gun Violence Archive (GVA), sitio web que recopila información sobre violencia con armas de fuego de 7,500 fuentes distintas, ha habido 335 tiroteos masivos en Estados Unidos.
Para GVA, es masivo si se salda con cuatro víctimas mortales o más. El Buró Federal de Investigaciones (FBI, del inglés Federal Bureau of Investigations), la agencia estadounidense encargada de la seguridad e inteligencia nacionales, no considera la tipificación de “tiroteo masivo”.
El de Uvalde es el segundo más mortífero en un recinto educativo en la historia del país, y las imágenes publicadas ponen en cuestión la gestión por parte de los agentes de policía desplegados en el sitio. Pero además de los recintos públicos, estos eventos ocurren en supermercados, como el de Bufalo, Nueva York, de mayo de 2022, o el del Walmart en El Paso, Texas, de agosto de 2019. El más reciente ocurrió durante un desfile por el Día de la Independencia, el 4 de julio, en Chicago.
Iglesias, conciertos, desfiles y otros sitios públicos han sido escogidos por los tiradores para cometer sus crímenes. Más allá de la discusión sobre por qué ocurren estas tragedias y cómo evitarlas, muchos se preguntan: ¿Qué hago si me toca estar en medio de una situación así?
Correr, esconderse, pelear: los tres escenarios estandarizados
En el manual de acción de la Wayne State University (Detroit, Michigan), el antiguo miembro de los Navy SEALs (el cuerpo de operaciones especiales de la Armada de Estados Unidos) Cade Courtley explica que el promedio de respuesta a un tiroteo por parte de la policía es de 10 minutos y 30 segundos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, del inglés Department of Homeland Security) cuenta con un manual titulado Active Shooter: How to Respond (Tirador activo: cómo responder) en el que se detallan tres escenarios a desarrollar: evacuar, esconderse y tomar acción contra al tirador.
Es el protocolo conocido como Run - Hide - Fight (correr, esconderse, pelear).
Ese manual es de uso en las universidades de todo el país; algunas de ellas, como el St. Mary’s College (Maryland) o la University of Miami (Florida) lo expanden con algunas pautas adicionales.
En la primera etapa (correr/evacuar), el DHS recomienda tener en mente, de antemano, una ruta de salida del recinto en el que uno se encuentra. Es decir, ubicarla una vez se esté dentro de un lugar público. Dado que la prioridad es abandonar el lugar, piden que las pertenencias se dejen atrás, que se preste ayuda a otros, pero que si estos deciden no salir uno opte por continuar.
El manual de St. Mary’s College especifica: la indicación es de evacuar únicamente al estar seguros de que el tirador no está cerca.
Seguridad Nacional destaca la importancia de mantener las manos visibles en todo momento. En caso de que, durante la huida, uno se encuentre con agentes de policía, ese gesto les hará saber que uno no es el tirador.
Una vez se ha llegado a terreno seguro, llamar al 911. El DHS advierte que no se debe dar por hecho que alguien más haya realizado ya esa acción.
La búsqueda de refugio
Si la huida no es posible, la opción es buscar un escondite. Si es posible, cerrar con seguro la puerta y crear barricadas.
De acuerdo con el documento del DHS, el refugio debe, idealmente, “estar fuera del alcance de la vista del tirador, con facilidad de movimiento dentro de él o hacia afuera, y proteger de posibles disparos en su dirección”.
En 2015, la Oficina de Seguridad Antiterrorista (NaCTSO, del inglés National Counter Terrorism Security Office) del Reino Unido publicó una guía similar, como respuesta al atentado terrorista ocurrido el 13 de noviembre de ese año en una sala de conciertos de París (Francia).
En el documento añaden, respecto a los manuales estadounidenses, que es importante silenciar los teléfonos móviles y una consideración más: si uno es capaz de ver al tirador desde el refugio, probablemente él también pueda verlo a uno.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, del inglés Federal Communications Commission) cuenta con una serie de recomendaciones sobre cómo hacer una llamada efectiva al servicio de emergencias (911). Lo más importante, destacan, es brindar inmediatamente al operador la ubicación exacta del suceso. Lo siguiente es brindar el número de teléfono propio, para el caso de que la llamada se corte.
Hay que recordar, además, que los operadores del número de emergencias no pueden recibir material visual, por lo que la información a proporcionar debe detallarse muy bien.
En los centros educativos del estado de Florida, la ejecución de simulacros de “Código Rojo” (Code Red drills) es obligatoria. Estos se basan en la puesta en práctica del protocolo Run - Hide - Fight, y buscan recrear el ambiente generado por una situación límite como un tiroteo.
El “Code Red“ contempla lo que tienen que hacer estudiantes y personal para protegerse. La principal indicación consiste en ubicar las esquinas del salón para usarlas como refugio, siempre del lado por el que podría acceder el tirador a la estancia. Luego de ello, mantener la calma y guardar silencio.
Enfrentar al tirador: último recurso
“En última instancia, y sólo si su vida está en peligro inminente, intente incapacitar al tirador”. Esa es la indicación del Departamento de Seguridad Nacional. Para llevar a cabo este apartado del protocolo, proponen:
- Actuar lo más agresivamente posible contra el atacante.
- Lanzar objetos e improvisar armas.
- Gritar.
Cuando llega la policía ¿cómo actuar?
Mantener la calma, desprendernos de cualquier objeto y colocar las manos en una posición visible, con todos los dedos extendidos, son las pautas principales. Los agentes deben poder identificar que uno no es el atacante.
Realizar movimientos bruscos puede ser una señal errónea hacia ellos, por eso es importante evitarlos.
La NaCTSO británica recuerda que los agentes pueden “apuntar con el arma, tratar con firmeza y cuestionar” a las personas que estén en el sitio al momento del tiroteo.
En esa línea, el DHS explica que todo testigo será colocado en un área segura en tanto la situación se controla. Además, señalan en su manual que los agentes de policía que llegan en primera instancia no socorrerán a los posibles heridos, su primer tarea es neutralizar al atacante o atacantes.
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