Cerca del 8% de los estadounidenses contrae la gripe (también llamada flu) cada temporada, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Los virus de la influenza, que son los que causan esta patología, circulan sobre todo durante el otoño y el invierno. Te explicamos cómo se transmite la gripe, quiénes deben vacunarse y qué otras medidas ayudan a evitar la propagación de este virus.
La temporada de gripe normalmente comienza en octubre
En Estados Unidos, la temporada de gripe generalmente comienza en octubre, según los CDC. Normalmente, el período de mayor actividad transcurre entre diciembre y febrero. Pero, según el organismo, “desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, el inicio y duración de la actividad de la influenza se han vuelto menos predecibles”.
La gripe no solo ha vuelto antes, dentro de lo que se considera la temporada de gripe, sino que también lo ha hecho con más fuerza en cuanto al elevado número de casos, según explica al periódico The Wall Street Journal Andrew Pekosz, codirector del Centro de Excelencia en Investigación y Vigilancia de la Gripe de Johns Hopkins.
Los virus de la influenza pueden causar una enfermedad leve o grave y, en ocasiones, incluso la muerte, como señalan los CDC. Entre los síntomas de la gripe, que suelen aparecer repentinamente, están la fiebre, la tos, el dolor de garganta, la secreción o congestión nasal, los dolores musculares o de cabeza y la fatiga.
Aunque es pronto para hacer predicciones, hay que tener en cuenta que en los últimos 2 años, algunas precauciones tomadas durante la pandemia de COVID-19 (como quedarse en casa, usar mascarillas o evitar reuniones masivas) ayudaron a prevenir también la propagación de la gripe.
Alicia Fry, directora de Epidemiología y prevención de la influenza de los CDC, explica al servicio de radiodifusión pública NPR que "a medida que las medidas comunitarias de mitigación comienzan a caerse y las personas regresan a sus actividades normales, la gripe ha comenzado a circular en todo el mundo". "Podemos esperar una temporada de gripe este año, seguro", señala Fry.
Hay que tener en cuenta que, además de los virus de la influenza, hay otros virus respiratorios que también se propagan durante esta temporada y pueden causar síntomas similares a los provocados por la gripe. Por ejemplo, los CDC mencionan los rinovirus (una de las causas del llamado "resfriado común") y el virus respiratorio sincitial (la causa más común de las enfermedades respiratorias graves en niños pequeños).
La gripe se propaga al inhalar gotitas exhaladas por un contagiado
Los virus de la influenza se transmiten principalmente a través de las pequeñas gotas que se producen cuando las personas contagiadas tosen, estornudan o hablan. Así lo indican los CDC, que señalan que estas gotitas pueden caer en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca.
Una persona puede contagiar a otra incluso antes de experimentar síntomas. “Algunos adultos sanos pueden contagiar a los demás desde 1 día antes de que se manifiesten los síntomas y hasta 5 o 7 días después de contraer la enfermedad”, precisa el organismo.
Aunque es poco frecuente, una persona también puede contagiarse “si toca una superficie o un objeto contaminado con el virus de la influenza y luego se toca la boca, la nariz o los ojos”.
Un estudio publicado en la revista científica Clinical Infectious Diseases indica que los niños son los más propensos a padecer la gripe y que las personas mayores de 65 años son los menos proclives a contraerla.
Los mayores de 6 meses deben vacunarse contra la gripe cada año
Hay algunas precauciones que pueden servir para evitar contagios. “La primera medida y la más importante en la prevención contra la influenza es vacunarse todos los años”, señalan los CDC.
La vacuna reduce la aparición de enfermedades relacionadas con la influenza y el riesgo de sufrir complicaciones graves. El organismo aconseja vacunarse a los mayores de 6 meses cada temporada. Esto es especialmente importante para aquellas personas que corren un mayor riesgo de padecer complicaciones graves, como los mayores de 65 años, los adultos con ciertas enfermedades crónicas (como el asma, las patologías cardíacas o la diabetes) y las embarazadas.
Tanto septiembre como octubre suelen ser buenos momentos para recibir la vacuna, según los CDC. “Aunque idealmente se recomienda vacunarse antes de que finalice octubre, es importante saber que hacerlo después también puede brindar protección durante el punto máximo de la temporada de influenza”, señala el organismo.
La vacuna contra la gripe puede ponerse al mismo tiempo que la de refuerzo del COVID-19, como indican los CDC. Si bien los datos al respecto son limitados, “la experiencia en la aplicación de otras vacunas juntas ha demostrado que la forma en que nuestros organismos desarrollan protección y posibles efectos secundarios es, por lo general, similar así se apliquen solas o con otras vacunas”.
Muchos consultorios médicos y clínicas ofrecen las vacunas contra la influenza. Incluso si no tiene un médico o enfermero de cabecera, puede vacunarse contra la influenza en lugares como un departamento de salud, farmacia, clínica de atención de urgencias, centro de salud de un instituto de formación profesional, e incluso en algunas escuelas y lugares de trabajo. En algunos sitios es completamente gratis.
Además de los niños menores de 6 meses, los CDC señalan que no deben vacunarse las personas que tienen alergias graves a algunos ingredientes de la vacuna (como la gelatina o los antibióticos).
Cubrirse la nariz y la boca al toser y otros consejos para evitar la propagación de la gripe
Además de las mencionadas, los CDC también recomiendan otras medidas preventivas para evitar la propagación de la gripe. Por ejemplo, mantenerse alejado de las personas que están enfermas o cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar con un pañuelo y después tirarlo a la basura.
También aconsejan lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón (o, en su defecto, con un limpiador de manos a base de alcohol) y limpiar y desinfectar las superficies que puedan estar contaminadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere, además, evitar tocarse la cara. Como indica el organismo, es más probable que los gérmenes entren en el cuerpo a través de los ojos, la nariz y la boca. Aunque una persona no puede controlar todo lo que inhala, sí “puede reducir el riesgo de infección manteniendo las manos alejadas de la cara”. “Si tienes que tocarte los ojos, la nariz o la boca, hazlo con un pañuelo limpio o lávate las manos primero”, señala.
Si te sientes mal y sospechas que puedes tener gripe, la OMS considera que lo mejor es no salir a la calle. Los CDC recomiendan que los contagiados se queden en casa durante, al menos, 24 horas una vez que ceda la fiebre.
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