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Qué sabemos sobre la muerte del periodista Grant Wahl en Qatar durante el Mundial de Fútbol

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 Si solo tienes unos minutos, lee estas líneas:
  • El periodista estadounidense Grant Wahl falleció luego de desvanecerse en el estadio Lusail, en Qatar, en donde cubría el partido de Copa del Mundo entre Países Bajos y Argentina. Su esposa, la epidemióloga Céline Gounder, hizo público que la autopsia reveló la rotura de un aneurisma en la aorta como causa.    
  • Grant Wahl había reconocido en su podcast que visitó 2 veces la clínica del centro de medios de la Copa del Mundo, que tenía bronquitis y que llevaba algunos días consumiendo antibióticos.
  • Su hermano, Eric Wahl, publicó un video en el que dice creer que al periodista “lo asesinaron”. Esa misma narrativa ha sido replicada por varios usuarios en redes sociales. No existe ninguna denuncia al respecto, y el propio Eric Wahl matizó sus palabras en un hilo de Twitter
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“Un increíble gol de diseñador de Países Bajos”, escribió en Twitter el periodista estadounidense Grant Wahl a las 00:15 (hora de Qatar) del 10 de diciembre desde el estadio Lusail, al norte de Doha, en donde cubría el encuentro de cuartos de final de la Copa del Mundo.

Fue la última información que transmitió. En la grada de ese estadio, ese mismo día, Wahl se desvaneció; falleció al instante.

El periodista español Rafael Cores, de El Diario NY (Estados Unidos), estaba sentado a su lado en el palco de prensa. De acuerdo con él, exactamente a las 01:07 (hora local) fue trasladado a la ambulancia. Luego, según informó la organización del torneo, fue dirigido al hospital general Hamad, en Doha. Ya había fallecido antes del traslado. La causa de su muerte, la rotura de un aneurisma en la aorta, no se hizo pública sino hasta el 14 de diciembre, 4 días después. En ese lapso circularon en internet mensajes y contenidos que especulan y transmiten sin una fuente sólida.

Un aneurisma, la causa de su muerte

El 14 de diciembre, la newsletter que Grant Wahl envía habitualmente a los suscriptores a través de su blog de Substack tenía otra autora: Céline Gounder, la esposa de Wahl, que es médica.

Se valió de ese medio para comunicar el resultado oficial de la autopsia que realizaron, el 12 de diciembre, al cuerpo del periodista en Nueva York, ciudad en la que residía. Se trata de la “rotura de un aneurisma en la aorta con hemopericardio”, algo que, según Gounder, no había sido detectado.

En el texto, Gounder también explica que “ninguna maniobra de reanimación cardíaca habría sido suficiente para salvarle”.

Gounder, quien es epidemióloga y formó parte del equipo de transición de respuesta a la COVID-19 del presidente Joe Biden (Partido Demócrata), aclaró que “su muerte no tiene relación con el COVID. Su muerte no tiene relación con su estatus de vacunación. No hubo nada perverso sobre su muerte”.

Esas afirmaciones están relacionadas con diversos contenidos sin fundamento que se han generado en redes sociales a partir de su muerte, que incluyen discursos antivacunas y acusaciones de asesinato por parte de las autoridades qataríes.

Las acusaciones de asesinato se inician con el hermano del periodista

“Mi nombre es Eric Wahl. Vivo en Seattle. Soy hermano de Grant Wahl (...) Él me dijo que había recibido amenazas de muerte. No creo que tan solo haya muerto. Creo que fue asesinado”.

A través de su cuenta de Instagram, Eric Wahl, hermano de Grant, publicó un video en el que pronunció dicho mensaje pocas horas después del fallecimiento del periodista.

Ahora mismo la cuenta de Instagram de Eric Wahl es privada, por lo que no se puede entrar a ver el video original, tan solo se encuentran copias difundidas a través de otras redes sociales (compartido, por ejemplo, aquí, aquí y aquí).

Sin pruebas que lo sustentaran en ese momento, algunos usuarios en redes sociales comenzaron a especular con un presunto asesinato.

En el último tuit de Grant Wahl (sobre el gol del empate de Países Bajos), la respuesta que más likes tiene (hasta el 14 de diciembre) es de un usuario que dice: “Toda esta situación es borrosa. Un hombre sano de 48 años colapsa en un estadio luego de haber sido detenido por portar una camiseta con el arcoíris durante el torneo”.

Cuando el periodista Philip Lewis, de The Huffington Post, publicó el video de Eric Wahl en su cuenta de Twitter, también recibió respuestas en las que se insinúa un asesinato por parte de las autoridades qataríes. Uno de estos usuarios escribió: “Estaba en su país (Qatar) diciéndoles cómo vivir, el privilegio que la mayoría de los estadounidenses tiene no funciona en el resto del mundo. Lamentablemente él [Wahl] lo aprendió de mala manera”. Otro más añadía: “¿Por qué llegó a romper sus reglas? Solo digo: su país, sus reglas”.

Ambos comentarios establecen sin pruebas una supuesta relación entre la detención de Wahl por portar la camiseta con el arcoíris y su muerte repentina en el estadio. Esa detención ocurrió el 21 de noviembre, previo al partido entre las selecciones de Estados Unidos y Gales.

Wahl reportó entonces en su cuenta de Twitter que había sido detenido durante 25 minutos, que le arrebataron el teléfono móvil y que le pidieron que se retirara la camiseta.

Al comienzo de su video, el hermano del periodista fallecido se autodeclara gay, y dice que “es la razón por la que [mi] hermano llevaba la bandera del arcoíris”, en apoyo a la comunidad LGTBQ+. El código penal catarí penaliza la homosexualidad. Además, en la web oficial de la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de Estados Unidos explican que en el emirato “los comercios tienen prohibido vender, y los individuos tienen prohibido distribuir, merchandising con los colores del arcoiris”.

El resultado de la autopsia, hecho público este 14 de diciembre, desmiente esta posibilidad. Además, Gounder dijo directamente que “no hubo nada perverso sobre su muerte”.

Ya antes de eso, el 12 de diciembre, Eric Wahl había publicado en su cuenta de Twitter un hilo desde Nueva York en el que explicó que su hermano estaba siendo repatriado y que, fuera cual fuera el resultado de la autopsia, no tenía “nada” de lo que disculparse; eso en relación con su primera insinuación de asesinato.

Wahl estaba enfermo, incluso fue atendido en la clínica del hotel de prensa

Antes del partido entre Argentina y Países Bajos, la actividad mundialista se ralentizó durante 2 días, 7 y 8 de diciembre, en los que no hubo ningún encuentro. Era la división entre los octavos y los cuartos de final.

El jueves 8, en su podcast (que este mes se ha centrado en la Copa del Mundo) Wahl reconoció que no se encontraba bien de salud. “Yo mismo tomé un descanso, con 2 días sin partidos, tras 17 jornadas intensas de fútbol, aún con Estados Unidos ya fuera de competición, mi cuerpo me dijo ‘estás descansando muy poco’”.

Después de eso dijo que “esta semana he tenido un cuadro de bronquitis”, y explicó que había asistido en 2 ocasiones a la clínica médica del centro de medios, incluyendo el propio 8 de diciembre.

En una entrevista con CNN, Guillem Balagué, periodista español de la BBC y con quien Wahl compartía residencia en Qatar durante el Mundial, dijo que el viernes por la mañana (día en que falleció) le dijo que “había dormido más de lo usual” y que “se sentía muy cansado”.

Balagué también habla sobre las visitas de Wahl a la clínica médica del centro de prensa, y explica que el estadounidense les dijo que tenía “un cuadro de bronquitis” y que “llevaba 3 días con antibióticos”.

Rafael Cores, explicó a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, que todo lo que puede contar al respecto es lo que escribió en su artículo de El Diario NY, dice ahí que “Grant tosió muchas veces a lo largo del partido”.

A las 00:37 hora local de ese 10 de diciembre, según su relato, escuchó a un compañero gritar “¡Grant, Grant! ¡Qué ocurre? ¡Grant!”. Ese es el momento en el que se desvaneció.

La teoría de conspiración que dice que Gran Wahl murió por la vacuna contra el COVID-19

Algunos usuarios en Twitter también han utilizado la muerte de Grant Wahl para difundir comentarios en contra de la vacunación contra el COVID-19.

El 13 de diciembre de 2021, Wahl, en su cuenta de Twitter, contó que había recibido la dosis de refuerzo contra la enfermedad producida por el SARS-CoV-2. Ese tuit ha sido citado por usuarios de la red social para insinuar que su muerte -un año después- tiene relación con ello.

Lo mismo ha sucedido con el anuncio que hizo al momento de recibir la primera dosis del fármaco: “Emocionado de recibir mi primera dosis de la vacuna contra el COVID de Pfizer. ¡Ciencia!”, escribió el 7 de abril de 2021.

El 12 de diciembre de 2022, siempre a través de Twitter, Eric Wahl pidió que se detuviera el uso de discursos antivacunas alrededor de la muerte de su hermano

Hizo alusión, además, a que sería “una falta de respeto hacia nuestra familia, ya que la esposa de Grant es epidemióloga”.

Ella misma, en el comunicado oficial, destacó que “su muerte no tiene relación con el COVID. Su muerte no tiene relación con su estatus de vacunación”.

En un artículo de Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, Jorge Carrillo, vocal de la Sociedad Española de Inmunología e investigador en irsiCAIXA, explica que “ninguna vacuna puede causar muerte de forma directa”. Si así fuera, no podría llegar al mercado, porque antes deben ser autorizadas o aprobadas por las principales agencias de la materia.

Los beneficios de todas las vacunas contra el COVID-19 siguen superando a los riesgos y posibles complicaciones, según advierten los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, del inglés Centers for Disease Control and Prevention) de Estados Unidos. En este explicador también puedes obtener más detalles.

En el caso de Wahl, que anunció que había recibido su dosis de Pfizer, se trata de una vacuna aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, del inglés Food and Drugs Administration) en agosto de 2021.

Los CDC, en su listado de “mitos y verdades sobre las vacunas contra el COVID”, el primer dato que incluyen es que “prácticamente todos los ingredientes incluidos en las vacunas contra el COVID-19 son ingredientes que se encuentran en muchos alimentos, como grasas, azúcares y sales”, por lo que “no son peligrosos”.

En vacunas que funcionan con tecnología de ARN mensajero, como las de Moderna o Pfizer (esta última es la que recibió Wahl) tanto los CDC como la Agencia Europea del Medicamento (EMA, del inglés European Medicine Agency) reconocen como efectos secundarios en casos muy raros la miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y la pericarditis (inflamación de la capa exterior del corazón).

Sin embargo, los CDC estadounidenses aconsejan vacunarse “incluso a quienes han padecido miocarditis o pericarditis”. Reconocen que es un efecto adverso poco habitual de estos fármacos.

En abril de 2021, el Sistema de Reporte de Eventos Adversos con las Vacunas (VAERS, del inglés Vaccine Adverse Event Reporting System) de Estados Unidos registraba 3,486 muertes entre 211 millones de personas vacunadas en ese país entre diciembre de 2020 y abril de 2021, el primer cuatrimestre del proceso de vacunación. Es es tan solo un 0,0016%, y ni siquiera está cuantificado cuántas de ellas se debían directamente al fármaco.

El Colegio Americano de Cardiología (ACC, del inglés American College of Cardiology) señala que, de casi 250 millones de pacientes estudiados en 3 continentes, “el riesgo individual de miocarditis asociada a la vacuna en la población general está entre el 0.002% y el 0.004%”, o lo que es igual, 2 o 4 casos entre 100,000 vacunados, respectivamente".

Las respuestas oficiales

La Federación de Fútbol de Estados Unidos (US Soccer) publicó un comunicado el 10 de diciembre a las 05:22, hora de Qatar, confirmando el fallecimiento de Grant Wahl.

Céline Gounder, esposa de Wahl, escribió ese mismo día que estaba “consternada” y agradeció a la Federación por el comunicado.

Grant Wahl cumplió 49 años en plena cobertura de la Copa del Mundo, y celebró en Qatar el 7 de diciembre según él mismo escribió en su Twitter. Además, recientemente había recibido un reconocimiento por estar en su octavo mundial masculino como periodista, un camino que arrancó en la edición de 1994, disputada en Estados Unidos.

En su columna de Substack comentaba sobre la posibilidad de llegar a cubrir 17 Copas del Mundo (que implicaría llegar a la edición de 2058), el récord actual que ostenta el argentino Enrique Márquez.

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