Las bajas temperaturas y la poca luz del invierno puede tener un impacto negativo en cómo se sienten algunas personas. De hecho, el estado de ánimo de casi el 40% de los estadounidenses empeora en invierno, según una encuesta realizada en noviembre de 2022 por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés). Algo que notan especialmente los hispanos, las mujeres y quienes viven en el medio oeste del país (Midwest), el noreste y las zonas rurales del país.
El frío y la falta de luz pueden tener un impacto negativo en el estado de ánimo
El clima frío y oscuro puede tener un impacto real en nuestro estado de ánimo, según Rebecca W. Brendel, expresidenta de la APA. "Especialmente en las zonas del norte del país, donde el invierno dura varios meses, es importante controlar nuestro estado de ánimo y buscar ayuda si la tristeza u otros síntomas se vuelven abrumadores”, recomienda.
Si bien una cuarta parte de los 2,211 adultos que participaron en la encuesta dijeron deprimirse durante el invierno, ese porcentaje fue mayor entre las mujeres (29%), los adultos hispanos (30%), las personas de áreas rurales (32%), las del Midwest (31%) y las madres (37%).
Varias investigaciones indican que el frío suele asociarse con sentimientos de aislamiento, depresión y ansiedad. “En los últimos años ha surgido una gran cantidad de datos que indican que las olas de frío pueden plantear una serie de desafíos en términos de nuestra salud mental, especialmente para aquellos con un trastorno psiquiátrico subyacente”, explicó Laurence Wainwright, profesor de la Smith School of Enterprise and the Environment de la Universidad de Oxford, al Science Media Centre.
El experto explica que los síntomas de enfermedades como el trastorno depresivo mayor o el trastorno bipolar pueden empeorar en los períodos inusualmente fríos: “Aquí entran en juego interacciones complejas entre factores socioeconómicos (por ejemplo, si una casa tiene calefacción adecuada), el tipo de medicamento que se toma, los sistemas de apoyo y atención existentes, y la gravedad de la enfermedad y la fase actual (los trastornos del estado de ánimo son cíclicos)”.
Cómo pueden afectar el frío y las nevadas al aislamiento
Para la mayoría de los latinos y latinas en Estados Unidos, el cambio climático es una preocupación importante, según el Pew Research Center. Aproximadamente 7 de cada 10 adultos afirman que está afectando a su comunidad local -al menos en parte- y el 56% dice que el área donde vive ha experimentado un evento climático extremo durante el último año.
La crisis climática está detrás de un aumento de la frecuencia e intensidad de los eventos climatológicos extremos, como explican las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina. El calentamiento favorece el aumento de la humedad atmosférica que puede dar lugar a precipitaciones intensas y nevadas más frecuentes.
El frío y las nevadas pueden afectar a la cantidad de tiempo que las personas pasan al aire libre, lo que puede amplificar el aislamiento y las enfermedades mentales, según recoge una investigación publicada en la revista Preventive Medicine Reports.
Los autores destacan que los residentes de vecindarios pobres y de mayoría negra e hispana experimentan un aislamiento social desproporcionado en forma de una mayor propensión a pasar todo el día en casa cuando hace mucho frío.
Algunas personas sufren un tipo de depresión en invierno
Alrededor del 5% de los adultos en Estados Unidos experimentan el trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés).
El SAD es más que una simple “tristeza invernal”. “Es un tipo de depresión que dura una temporada, generalmente los meses de invierno, y desaparece durante el resto del año”, afirma la APA.
Las personas que lo padecen pueden tener cambios de humor y síntomas similares a la depresión. Pueden sentirse tristes, deprimidos o fatigados, perder el interés o el placer en actividades que antes disfrutaban, sufrir cambios en el apetito y en el sueño, sentirse culpables, experimentar dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones o tener pensamientos de muerte o suicidio.
“Los síntomas suelen presentarse durante los meses de otoño e invierno cuando hay menos luz solar y suelen mejorar con la llegada de la primavera”, sostiene la APA, que destaca que el período más difícil para las personas con SAD en Estados Unidos suele ser entre enero y febrero.
El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH) indica que el SAD es más común entre quienes viven más al norte, donde hay menos horas de luz durante el invierno. “Por ejemplo, las personas que viven en Alaska o Nueva Inglaterra pueden tener más probabilidad de desarrollar el trastorno afectivo estacional que las que viven en Florida”, afirma.
Por qué se produce el trastorno afectivo estacional
Los científicos no comprenden bien cuál es la causa del trastorno afectivo estacional, según el NIMH. “Las investigaciones indican que las personas con este trastorno pueden tener una actividad reducida de la serotonina, una sustancia química (neurotransmisor) en el cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo”, señala el organismo.
La APA destaca que el SAD se ha relacionado con un desequilibrio bioquímico en el cerebro provocado por una menor luz solar en invierno: “A medida que cambian las estaciones, las personas experimentan un cambio en su reloj biológico interno o ritmo circadiano que puede hacer que no estén en sintonía con su horario diario”.
La luz solar controla los niveles de las moléculas que ayudan a mantener niveles normales de serotonina. Así lo indica el NIMH, que destaca que esta regulación no funciona correctamente en las personas con SAD, lo que da origen a una disminución de los niveles de serotonina en el invierno.
El déficit de vitamina D puede exacerbar estos problemas porque se cree que esta promueve la actividad de la serotonina. Algo que puede afectar principalmente a los hispanos, ya que tienen un mayor riesgo de sufrir deficiencia de esta vitamina, según varios estudios.
La vitamina D se consume a través de la dieta o se produce al exponerse a la luz solar. “Con la menor cantidad de horas diurnas de luz solar, las personas con SAD pueden tener niveles más bajos de esta vitamina, lo que puede dificultar aún más la actividad de la serotonina”, señala el NIMH.
Exponerse a la luz solar y otros consejos, si padeces el trastorno
Este trastorno puede tratarse con fototerapia, psicoterapia, medicamentos antidepresivos y vitamina D, según el organismo. Si sospechas que lo padeces o te sientes especialmente triste en invierno, es aconsejable que hables con tu proveedor de atención médica sobre qué tratamiento es mejor para ti.
Para algunas personas, una mayor exposición a la luz solar puede ayudar a mejorar los síntomas del SAD. La APA sugiere pasar tiempo al aire libre u organizar la casa u oficina de modo que esté expuesto a una ventana durante el día. En Factchequeado también te hemos explicado por qué todas las personas deben ponerse crema para protegerse del sol independientemente de su color de piel y de la estación del año.
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