El 8 de febrero de 2024 fue publicado el reporte de Robert Hur, el fiscal especial encargado de investigar el caso de los documentos clasificados de cuando Joe Biden era senador (1973-2009) y luego vicepresidente (2009-2017).
Hur investigó los archivos que fueron encontrados por el propio equipo legal de Biden en la residencia privada del presidente en Wilmington, Delaware, en un clóset de una oficina vacía de la Universidad de Pensilvania en Washington, D.C. (que Biden usó desde mediados de 2017 hasta el comienzo de su campaña presidencial en 2020) y en la Universidad de Delaware (donde había documentos de cuando Biden era senador).
Hur concluyó que la investigación no reveló evidencia que pudiese demostrar “beyond a reasonable doubt” (más allá de toda duda razonable) que Biden retuvo y divulgó información confidencial intencionalmente. El fiscal destaca que, para poder presentar cargos criminales, se necesitan evidencias que demuestren que la persona actuó “con intención de violar la ley”.
En el caso de los documentos encontrados en el garaje de su casa en Wilmington, la investigación señaló que es posible que Biden no supiese que esos archivos estaban allí porque su equipo de trabajo pudo haberlos guardado por error, sin él saberlo.
Entre los archivos clasificados investigados por el fiscal especial había documentos de la administración del ex presidente Barack Obama relacionados con Afganistán, aparte de notas de Biden escritas a mano también relacionadas con Afganistán. También había información relacionada con las capacidades nucleares de Irán (en el marco de las negociaciones del acuerdo nuclear que el gobierno de Obama alcanzó con Irán) y datos sobre una llamada de 2015 entre Biden y el entonces primer ministro de Ucrania, que en ese momento era Arseniy Yatsenyuk.
El fiscal especial detalla en su reporte las diferencias entre el caso de los documentos clasificados de Biden con el caso de los documentos clasificados de Trump
“Después de haber tenido múltiples oportunidades para regresar los documentos clasificados y evitar cargos criminales, el señor Trump presuntamente hizo lo contrario. De acuerdo con la acusación, [Trump] no sólo se negó a regresar los documentos por varios meses, sino que también obstruyó la justicia involucrando a otros para destruir evidencia y mentir al respecto”, afirma Hur en el reporte.
El fiscal especial continúa: “Biden, por el contrario, entregó los documentos clasificados a los Archivos Nacionales y al Departamento de Justicia, permitió que se realizara una búsqueda en varias locaciones, incluyendo en sus casas, participó en una entrevista voluntaria, y cooperó con la investigación de otras formas también”.
El fiscal especial designado para el caso de Trump es Jack Smith y aquí puedes leer con detalle la acusación criminal que enfrenta el expresidente por el caso de los documentos clasificados en Mar-a-Lago. Sobre las diferencias de los dos casos ya te hemos explicado en Factchequeado.
Los investigadores encontraron documentos “top secret”
El presidente Biden realizó una rueda de prensa el mismo 8 de febrero de 2024 luego de que fuese publicado el reporte de Hur.
Mientras respondía preguntas de los periodistas, Biden dijo en el minuto 8:14: “Nada de eso era altamente clasificado. No tenía nada de esa cosa roja encima, ¿sabes a lo que me refiero?, lo que va alrededor de las esquinas. No tenía nada de eso". Vamos a dividir esta respuesta del presidente en 2 partes.
Primero: de acuerdo con la investigación del fiscal Hur, varios de los documentos sí estaban marcados como “top secret”, el nivel más alto de clasificación dentro del gobierno estadounidense debido al daño que podría causar para la seguridad nacional su divulgación.
A partir de la página 350 del reporte, aparece una lista de cada documento con el nivel de clasificación que tenía en su momento y, al lado, el nivel de clasificación que tiene actualmente. De acuerdo con el fiscal especial, esto se hizo tras una revisión de cada documento que realizaron distintas agencias del gobierno federal en coordinación con la oficina del Director de Inteligencia Nacional.
En esa lista hay más de una docena de archivos que ya estaban marcados como “top secret”, y que actualmente siguen teniendo el nivel más alto de clasificación.
El reporte también incluye imágenes de los documentos A5 y A6, en las que se observa que aparece la palabra “TOP SECRET” en el tope de la página y una etiqueta roja en la esquina superior derecha con la palabra “sensitive” (delicado).
Segundo: con respecto al comentario sobre “la cosa roja” que va encima de los documentos, Factchequeado consultó a la Casa Blanca y respondieron por correo electrónico que el presidente se refería a las carátulas (cover sheets) que se usan para alertar que el contenido de un documento es clasificado y cuál es su nivel de clasificación.
En el reporte de Hur, similar a lo que afirmó Biden, se señala en varias ocasiones que había documentos encontrados en la investigación que no tenían carátulas que advirtieran que el contenido era clasificado. No obstante, Gary Ross, director de Estudios de Inteligencia de la Texas A&M University, dijo a PolitiFact, medio aliado de Factchequeado, que “el hecho de que un documento no tenga carátula, no quiere decir que no sea clasificado”. Pero, dada la conclusión a la que arribó el fiscal, que no tuvieran carátula de "Secret" o "Top Secret" pueden explicar que Biden no supiera que lo eran.
En Factchequeado sólo encontramos 1 documento que, de acuerdo con la investigación, sí tenía una carátula que decía “Secret” pero era de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y, de acuerdo con el reporte, esa marca “no es necesariamente una clasificación de seguridad nacional” porque es un documento de la rama legislativa.
Los comentarios de Hur sobre la memoria de Biden
En el mismo reporte donde concluye que Biden no merece ser perseguido criminalmente, Hur, designado como fiscal federal en 2017 por el entonces presidente Trump, expresa su opinión sobre la memoria del presidente de los Estados Unidos en al menos 5 ocasiones. En una parte afirma que el presidente aparenta ser un “hombre de avanzada edad, amable, bienintencionado, con una memoria deficiente”.
También dice que la memoria de Biden (quien tiene 81 años) estuvo “bastante limitada” durante las entrevistas. En otra parte del reporte añade que Biden “aparenta tener importantes limitaciones en su memoria”. En otras páginas se refiere a la memoria de Biden como “borrosa” y “defectuosa”, ya que el presidente no habría recordado exactamente cuándo falleció su hijo Beau Biden y el período exacto en el que fue vicepresidente.
No obstante, expertos coinciden en que que olvidar nombres de conocidos o tener dificultades para recordar fechas del pasado puede ser parte del envejecimiento normal, no tiene por qué ser una señal de un problema cognitivo grave, y que para hacer un diagnóstico, sería necesario que el presidente se sometiera a una evaluación completa por parte de un especialista.
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