Perfiles en redes sociales comparten videos de cómo se ve la comida a través de un microscopio óptico. Toman muestras de langostinosgambas, hamburguesas, salchichas, setas, bombones o pescado y graban qué contienen estos alimentos. Todos ellos muestran algo de suciedad, microorganismos en movimiento y otros artefactos, elementos indeseados en las muestras al microscopio.
Los videos no muestran la manera adecuada de usar un microscopio óptico en un laboratorio si se busca hacer observaciones científicamente relevantes. Las muestras no pasan por un proceso de preparación, obligatorio y muy exigente, que puede incluir teñir la muestra, protegerla, fijarla, cortarla con instrumentos adecuados, o hidratarla. Lo que se hace en estos videos, cortar el alimento con un cuchillo y colocarlo en portaobjetos probablemente contaminados, no sirve para nada si lo que se busca es observar correctamente.
Cómo observar correctamente un bombón u otros objetos en un microscopio óptico
La preparación de la muestra es “una parte crítica de la microscopía [la tarea de observar objetos en un microscopio], ya que determina la calidad de las imágenes producidas”, explica esta web de la Universidad de Cambridge, dedicada a la divulgación de la ciencia de materiales. “Muchas técnicas, cuando se aplican correctamente a una muestra, pueden mejorar la información presente”.
Uno no debe simplemente colocar el objeto (entero o cortado) debajo de la lente del microscopio sin haberse asegurado de que la muestra será bien visible y no estará contaminada, como ocurre, por ejemplo, en este video con un bombón Ferrero Rocher.
El técnico de laboratorio clínico y biomédico Víctor Jesús Agulló explicó a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, lo que está mal en la preparación de este video [que es nula] y cómo se podría haber hecho mejor.
Para preparar la muestra de un bombón como este, Agulló opina que se podría “derretir o machacar con cuidado”, transportando esta mezcla a un portaobjetos: una lámina de vidrio transparente y muy fina, de 1-1,5 milímetros de grosor, que permite situar muestras para que sean observadas en un microscopio. Sobre el portaobjetos se debe colocar un cubreobjetos: otra lámina fina y transparente de vidrio que protege y aísla la muestra.
Un portaobjetos (arriba) con su cubreobjetos (abajo). Crédito de la imágen: Szőcs Tamás / Wikimedia.
Agulló añade que el cubreobjetos “ayuda a aplastar y distribuir toda la muestra en el portaobjetos, para que sea más fácil distinguir figuras o eliminar burbujas de aire”. A la muestra también se le puede añadir un aceite de inmersión, que sirve para aumentar la resolución de un microscopio y reducir significativamente la dispersión de la luz al atravesar diferentes medios (el aire, el vidrio del cubreobjetos, la muestra a observar, etc.).
Todo esto debe hacerse, insiste el técnico de laboratorio, llevando escrupulosas medidas de higiene: “Llevar el pelo recogido, guantes, no tocar el cubreobjetos, llevar el portaobjetos bien lavado… Todo es esencial para no encontrarse restos de pelo, polvo, rastros de otra muestra que llamamos ‘artefactos’, y tratarlo todo con delicadeza para no generar grietas”.
En opinión de Agulló, toda manipulación en una placa de Petri -como la que se ve en el video, donde no se tiene ningún cuidado en cómo se coloca la muestra ni se protege- “es súper sospechosa de mala praxis y contaminación”.
Como ejemplo de buen hacer, en este video se muestra cómo se preparan placas de Petri con medio de cultivo, que posteriormente puede usarse para estudiar células, microorganismos y fármacos: se crean condiciones asépticas utilizando una campana de flujo laminar, que impide que una persona contamine la muestra al respirar encima de ella, se coloca el líquido sin tocar en ningún momento la placa con las manos o el instrumental y se tapa.
Más allá de la mala práctica, científicamente hablando, que se ve en el TikTok, Agulló agrega que “un video o foto sin ningún tipo de tinción, contraste o señalización no vale como evidencia científica sin pruebas bioquímicas complementarias”.
La tinción es un proceso previo a la observación de muestras en el microscopio. Es, literalmente, colorear lo que se quiere examinar para que se pueda ver correctamente. Esto es importante, de entrada, porque como explica Agulló “todos los microorganismos son transparentes, salvo que traigan algún pigmento naturalmente presente, como los glóbulos rojos”.
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