Beryl tocó tierra estadounidense el 8 de julio de 2024 en la costa de Texas como un huracán de categoría 1, luego de pasar por México y el Caribe, en fases previas mucho más destructivas, como huracán de categoría 5. Si hay algo que llamó la atención de los científicos sobre este huracán, es lo pronto que se formó -el 28 de junio de 2024- y lo rápido que se intensificó hasta alcanzar la categoría 5. Varios expertos explican a Factchequeado las razones, qué podemos esperar de esta temporada y cómo el cambio climático afectará a los huracanes del futuro.
Por qué Beryl se produjo excepcionalmente pronto
Beryl es el primer huracán de la temporada de huracanes del Atlántico de 2024, como indica la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). En esta nota de Factchequeado te explicamos cómo Beryl se convirtió el 2 de julio de 2024 en un huracán de categoría 5 -con vientos superiores a 157 millas por hora y el potencial de causar “daños catastróficos”-. Aquí puedes consultar su trayectoria.
Los científicos destacan que es excepcionalmente temprano para que se desarrolle un huracán con estas características. "El desarrollo inicial de Beryl es destacable", afirmó Matthew Rosencrans, pronosticador principal de la temporada de huracanes del Centro de Predicción Climática de la NOAA. Según explicó, la ubicación geográfica donde se intensificó Beryl -en el Atlántico tropical, justo al este de las Islas de Barlovento- era extraordinaria, ya que hay características en esa área que pueden dificultar la intensificación de las ondas tropicales.
“Normalmente se forman e intensifican más tormentas en agosto y septiembre porque es cuando las aguas del Atlántico son más cálidas. Pero Beryl se fortaleció en aguas caribeñas que eran tan cálidas como lo son normalmente a mediados de septiembre”, explicaron desde Climate Power, aliados de Factchequeado. En promedio, el primer gran huracán no se forma hasta el 1 de septiembre, según el Centro Nacional de Huracanes.
Andra Garner, profesora asistente de la Universidad Rowan especializada en cambio climático y ciclones tropicales, contó a Factchequedo que Beryl es el primer huracán del Atlántico que alcanzó la categoría 4 en junio, y también fue el primer huracán en alcanzar la categoría 5 en el Atlántico, el 2 de julio de 2024 (han existido otros huracanes que han alcanzado la categoría 5 en el Atlántico, pero ninguno en una fecha tan temprana dentro de la temporada de huracanes). *
“Si bien esto parece impactante porque no ha sucedido antes, en realidad es un síntoma de un clima más cálido. Sabemos que cuando calentamos el clima con emisiones de combustibles fósiles, calentamos el planeta, incluidos nuestros océanos”, comentó.
Esas aguas cálidas del océano son “una fuente fundamental de combustible, y desde hace algún tiempo hemos visto aguas oceánicas cálidas sin precedentes en el Atlántico”. La experta afirmó que desde la perspectiva del cambio climático, ver una tormenta como Beryl no puede considerarse tan impactante: “En cierto modo encaja con lo que esperamos, según la ciencia”.
Los huracanes obtienen su energía de altas concentraciones de vapor de agua atmosférico, según Kenneth Kunkel, científico senior del Instituto de Estudios Climáticos de Carolina del Norte. Sobre los océanos, la concentración de vapor de agua atmosférico está determinada por la temperatura de la superficie del océano. “Sobre el Océano Atlántico norte subtropical, las temperaturas de la superficie del océano están muy por encima de lo normal para esta época del año. Por eso Beryl se convirtió en una tormenta tan fuerte”, explicó el experto a Factchequeado.
Gabriel A. Vecchi, profesor de Geociencias de la Universidad de Princeton, contó a Factchequeado que una consecuencia importante de la intensidad e intensificación de Beryl es que “se convirtió en una tormenta muy peligrosa y atravesó tierras pobladas muy temprano en la temporada”.
“Dado que los impactos de los huracanes no varían linealmente con la velocidad del viento (una duplicación de la intensidad duplica con creces el daño esperado de una tormenta), la intensidad extrema hizo que Beryl fuera muy peligroso. Además, como se intensificó tan abruptamente, la gente tuvo menos tiempo para prepararse para sus impactos”, señaló. En Factchequeado te explicamos cómo protegerte antes, durante y después de un huracán.
Qué podemos esperar de esta temporada de huracanes
Un único huracán extremo no necesariamente presagia una temporada de huracanes activa, según Vechi: “Un ejemplo perfecto de ello es el huracán Andrew de 1992, que fue muy intenso y extremadamente destructivo cuando tocó tierra en las Bahamas y Florida, aunque fue el primer y último huracán del Atlántico de esa temporada”.
No obstante, el experto afirmó que hay razones para esperar que esta temporada de huracanes sea extremadamente activa. Se refiere a las temperaturas oceánicas actuales y previstas sobre el Océano Atlántico tropical y el Océano Pacífico ecuatorial. “Actualmente, el Océano Atlántico norte tropical es extremadamente cálido (más de 2 °C más que el promedio de las últimas décadas y se prevé que permanezca así durante gran parte de la temporada.
La NOAA prevé un 85% de probabilidad de una temporada de huracanes -del 1 de junio hasta el 30 de noviembre- del Atlántico por encima de lo normal, un 10% cerca de lo normal y un 5% por debajo de lo normal
“Esperamos que sea una temporada intensa en cuanto al número de ciclones tropicales en el Atlántico”, afirmó Kerry Emanuel, profesor de Ciencias Atmosféricas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, a Factchequeado.
Cómo afecta el cambio climático a los huracanes
¿Es probable que los huracanes se vuelvan más fuertes y alcancen categorías más altas en el futuro? “Sí. La teoría básica nos dice que una mayor cantidad de gases de efecto invernadero aumenta el potencial de huracanes más fuertes, y estamos empezando a ver señales de ello en los datos satelitales”, afirmó Emanuel.
Si las concentraciones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, es probable que las temperaturas de la superficie del océano también lo hagan, como destacó Kunkel. El experto considera que, por lo tanto, “en el futuro es probable que aumente el número de huracanes muy fuertes”.
Desde Climate Power aseguran que “el cambio climático alimenta los huracanes”: “Cada vez hay más pruebas de que los huracanes se intensifican con mayor rapidez, pasando de tormentas menos graves a otras muy fuertes en horas o días”.
“Esperamos que el calentamiento global continuo y futuro aumente tanto la intensidad máxima de los huracanes más fuertes como la probabilidad de que un huracán experimente una intensificación rápida”, añadió Vecchi.
Los huracanes actuales, según Garner, tienen más del doble de probabilidades de pasar de una tormenta débil (categoría 1 o inferior) a un huracán importante (categoría 3 o mayor) en 24 horas o menos en comparación con los huracanes históricos en el Atlántico.
“Dado que la actividad humana continúa calentando nuestros océanos a medida que quemamos combustibles fósiles y agregamos gases de efecto invernadero a la atmósfera, es razonable esperar que, si no cambiamos nuestro comportamiento, esas aguas en constante calentamiento tendrán el potencial de ayudar a impulsar huracanes a mayores fuerzas en el futuro de lo que hubiera sido posible en climas más fríos del pasado”, explicó.
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Cómo protegerte antes, durante y después de un huracán como Beryl
Sí, Beryl se convirtió el 2 de julio de 2024 en un huracán de categoría 5
* Actualizada el 10 de julio de 2024 con una aclaración sobre cuándo Beryl alcanzó la categoría 5.