Durante la campaña electoral para las elecciones en Estados Unidos 2024, en una entrevista en agosto, el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, lanzó varios mensajes sobre el cambio climático para concluir que en realidad “no tienen ni idea de lo que va a pasar” con el clima mundial.
Los resumimos y desmentimos a continuación:
“Ya no lo llaman calentamiento global, sino cambio climático”
“En los años 20, solían llamarlo enfriamiento global porque creían que el planeta se iba a enfriar, pero ahora creen que vamos hacia un calentamiento”
“Decían que teníamos 12 años para sobrevivir, y ya estamos casi al final de ese periodo”
“Los océanos van a crecer en 400 años un octavo de pulgada”
La narrativa de que “ya no lo llaman calentamiento global”
Trump afirma que “ya no se dice calentamiento global” y se opta por el término cambio climático “porque hay partes del planeta que se están enfriando y otras, calentando”. Aunque es verdadero que existen partes del mundo que registran anomalías de temperatura negativas (hace más frío de lo normal), eso no contradice el calentamiento global que experimenta el conjunto del planeta.
Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, explica que los términos calentamiento global y cambio climático, se suelen usar como sinónimos de un mismo problema a pesar de que no significan lo mismo. “Calentamiento global” hace referencia al aumento de la temperatura media de la Tierra, causada principalmente por la actividad humana que ha emitido gases de efecto invernadero. “Cambio climático”, por otro lado, hace referencia a todos los impactos y fenómenos que conlleva ese calentamiento paulatino en el clima del planeta: aumento del nivel del mar, mayores fenómenos extremos, derretimiento de los polos.
A esto se añade que la comunidad científica no ha dejado de usar el término “calentamiento global”: en lo que llevamos de año se ha utilizado el término en español en al menos 4,880 trabajos científicos, según registra Google Académico, mientras que en 2023 se llegaron a los 10,900 resultados. En inglés, “global warming” ha registrado 52,200 trabajos en 2024 y 78,600 en 2023. Como comparativa, “climate change” se ha empleado en 140,000 trabajos en 2024 y 220,200 en 2023.
La narrativa del “enfriamiento global”
Trump también apunta a que en la década de 1920 había menciones al “enfriamiento global”. “Creían que el planeta iba a congelarse y ahora creen que el planeta se va a quemar”, dice Trump.
El calentamiento global no es una “creencia”, como indica Trump, sino que es un hecho contrastado del que ya tenemos evidencias, como el aumento de la temperatura media del planeta, el aumento de olas de calor (en días, intensidad y extensión) o la mayor duración de los veranos, por mencionar tres hechos ya observados relacionados con la temperatura. Sobre el enfriamiento global, Trump no deja claro a quién se refiere cuando habla de enfriamiento global, pero no puede ser a la comunidad científica, meteorológica y climática.
El enfriamiento global es una narrativa desinformante que busca contestar al calentamiento global afirmando que, o bien la Tierra se dirige actualmente hacia un enfriamiento progresivo (no es cierto) o que ha existido cierto consenso científico en el pasado sobre el fenómeno del enfriamiento global y una nueva edad de hielo, especialmente en los años 70 (aunque Trump menciona los años 20).
Como explica Skeptical Science, una web de divulgación dedicada a contestar la desinformación climática, las afirmaciones que se hacían en los 70 sobre ese enfriamiento estaban sustentadas en interés mediático, no de la comunidad científica. Algunos ejemplos: el documental The Weather Machine (BBC, 1973) que decía que “la próxima glaciación” estaba “en marcha”, el reportaje The Cooling World (Newsweek, 1975, desmentido por esta misma revista en 2014) o el artículo Scientists Ask Why the Climate is Changing; Major Cooling May Be Ahead (La comunidad científica se pregunta por qué el clima cambia; podría producirse una helada importante, del New York Times, 1975).
Por otro lado, un trabajo científico publicado en 2006 por la Sociedad Meteorológica Estadounidense hizo una revisión de estudios publicados de 1960 a 1980 sobre las ciencias del clima y comprobó que la mayoría estaban centrados en el calentamiento provocado por el efecto invernadero, considerándose esto como “una de las fuerzas más relevantes que influyen en el clima terrestre en la escala temporal humana”.
Sobre el enfriamiento global en los años 20, las únicas menciones que hemos encontrado son una expedición al ártico en 1923 para investigar si los glaciares están creciendo por una nueva edad de hielo y las predicciones de un astrónomo en Berlín en 1926 sobre una edad de hielo pero para la que quedaría “mucho tiempo”.
La narrativa sobre los “12 años de supervivencia”
Acerca de los 12 años que nos quedan de supervivencia, Trump probablemente hace referencia a titulares de medios que hablaban de que queda este tiempo para “limitar el cambio climático”, “prevenir daños irreversibles” o “salvar el planeta”. Pero ninguno de estos titulares hablaba de la “supervivencia” de la especie humana, sino de 12 años claves para frenar el calentamiento global.
Todos estos titulares mencionan un informe especial del IPCC publicado en 2018 que explicaba los principales impactos de alcanzar un calentamiento global de 1.5 ºC respecto a la era preindustrial y qué hacía falta hacer para quedarse en esa cifra, la más deseable, según el Acuerdo de París. Este texto, jurídicamente vinculante para casi 200 países (incluyendo Estados Unidos), busca “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1.5 ºC”.
Entre las cosas que hacía falta para quedarse en los 1.5 ºC, el IPCC explicaba que las emisiones globales de efecto invernadero deben reducirse un 45% para el año 2030 respecto a los niveles de 2010. Como este informe se publicó en 2018, la atención se centró en el esfuerzo que tiene que realizarse entre esa fecha y 2030: 12 años.
La narrativa de que el nivel del mar va a subir “un octavo de pulgada en 400 años”
En la entrevista, Trump dice que el nivel del mar “va a subir un octavo de pulgada en 400 años”. No es la primera vez que minimiza este asunto: durante un evento en el Estado de Michigan, el candidato republicano habla sobre el aumento del nivel del mar, indicando al público que “no se deben preocupar de que el océano suba un octavo de una pulgada dentro de 400 años. Tendrán más propiedades frente al mar. ¿No es eso bueno? Si tengo una propiedad frente al mar, tendré más propiedad porque tendré más océano”.
El nivel del mar ha aumentado, de media y a nivel global, 20 centímetros, que es 7.9 pulgadas (62 veces más que una octava parte de una pulgada, que equivale a 0.32 centímetros) entre 1901 y 2018, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés). No ha hecho falta esperar 400 años para ver este incremento. La NASA, que usa una metodología diferente al IPCC, calcula que el nivel del mar ha aumentado una media de 10.5 centímetros (4.1 pulgadas) entre 1993 y 2024.
Estas cifras tan diferentes (20 centímetros en 117 años frente a 10.5 en 31) se debe a que el ritmo de este aumento se está acelerando: mientras que de 1901 a 1971 crecía a 1.3 milímetros por año; de 1971 a 2006 ha crecido 1,9 milímetros por año y de 2006 a 2018 lo ha hecho a 3.7 milímetros por año, indica el IPCC. Para ver el aumento que estima Trump (una octava parte de una pulgada, 0.32 centímetros), con ese ritmo, no hay que esperar 400 años, sino tan solo 10 meses.
Esta subida del nivel del mar es una media planetaria y no afecta a todos los lugares de la misma forma. Hay sitios donde este crecimiento aún no es notorio y otros donde es muy evidente, como los atolones, esas pequeñas islas que apenas sobresalen sobre el nivel del mar. Además, esta subida del nivel del mar no sólo significa que la lámina de agua es más alta, también tiene otros impactos: mayor riesgo de inundaciones, de erosión y desprendimientos de tierra; pérdida de hábitats; daños a infraestructuras y a personas; pérdida de recursos pesqueros; pérdida de reservas de agua potable por intrusión salina y mayor vulnerabilidad ante eventos meteorológicos relacionados con el mar (tsunamis o mareas, entre otras).
En el caso concreto de Estados Unidos, según la web del Gobierno dedicada a informar sobre el crecimiento del nivel del mar, esta subida supone inundaciones por mareas más frecuentes (en torno a 3-10 veces cada año en 2050), una aceleración de la erosión costera que conlleva pérdida de tierras y propiedades (por lo que no parece que la gente vaya a tener más propiedades frente al mar) con daños a infraestructuras e intrusiones salinas con daños en la economía y los recursos acuáticos. En esta web oficial es posible ver la evolución actual y futura del aumento del nivel del mar por Estados y regiones del país gracias a mediciones directas de las mareas en mareógrafos y vía satélite.
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