A muchos nos lo grabaron a fuego en el cerebro cuando éramos pequeños, tanto que todavía de mayores nos da reparo saltarnos la regla de esperar dos horas después de comer antes de volver a bañarnos para que no se nos corte la digestión. Bien, pues aquí hay una mezcla de desinformación y verdad.
No hay evidencias científicas de que por bañarte después de comer se te vaya a cortar la digestión y te vayas a ahogar. Una revisión sobre el tema publicada en 2011 en el International Journal of Aquatic Research and Education ya indicaba que no se habían registrado casos en los que comer antes de nadar hubiera causado o contribuido a ahogamientos mortales o no mortales.
Lo primero a tener en cuenta es que la digestión no siempre dura lo mismo. Como indica la Universidad Estatal de Colorado, los alimentos pueden estar en nuestro estómago hasta 4 o 5 horas, así que ese periodo impuesto de 2 horas de moratoria para los baños es algo arbitrario.
Además, aunque las digestiones sí pueden cortarse por un sobresalto, normalmente después, o bien se reanudan y no pasa nada, o bien se vomita (que es algo desagradable, pero no grave), y no pasa nada más.
“El corte de digestión por inmersión en el agua, entendido como parada de la función digestiva, cual lavadora que de pronto frena a mitad de programa y deja a la ropa bamboleándose suavemente de un lado a otro, no existe”, explica la farmacéutica Marián (Boticaria, en redes) García.
Es aconsejable evitar un cambio brusco de la temperatura corporal
En realidad, a lo que los padres se refieren con un "corte de digestión" es lo que se llama síncope de hidrocución y no está relacionado con haber comido antes, sino con un cambio brusco de la temperatura corporal, como indica una guía de la editorial especializada en contenido científico Elsevier: cuando nuestro cuerpo está a una temperatura alta y nos metemos de golpe en el agua fría. Puede ocurrir con el estómago lleno o vacío, después o antes de comer... De hecho, también puede ocurrir sin meternos en el agua, si estamos muy acalorados y bebemos de golpe mucho líquido frío.
Eso no quiere decir que bañarse justo después de comer sea una gran idea. Entre otros motivos porque normalmente son las horas de mayor intensidad solar y el riesgo de insolación es muy alto. Si aun así te lo piensas, las recomendaciones médicas son entrar en el agua poco a poco, mojándose primero las piernas, los brazos y la cabeza para atenuar el choque térmico.
Factchequeado es un medio de verificación que construye una comunidad hispanohablante para contrarrestar la desinformación en Estados Unidos. ¿Quieres ser parte? Súmate y verifica los contenidos que recibes enviándolos a nuestro WhatsApp +16468736087 o a factchequeado.com/whatsapp.
Leer más:
No hay evidencias de que empezar a ducharse por la cabeza aumente el riesgo de padecer hipertensión