En la madrugada del 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunciaba una “operación militar especial” a gran escala en Ucrania. Como suele ocurrir cuando hay un evento informativo impactante a nivel mundial, las desinformaciones se multiplicaron. El hecho de que haya ocurrido de manera sorpresiva -aunque la tensión venía escalando, no se esperaba el inicio de un conflicto armado de esta magnitud- en un lugar lejano, pero con impacto global, hizo que se tratase de un terreno aún más fértil para la desinformación. Te presentamos aquí distintas formas con las que te han intentado engañar sobre la guerra a través de las redes sociales, a lo largo de este año.
Técnica 1. Eventos de otras fechas y otras guerras
En la primera semana de la invasión, Rusia bombardeó localidades importantes como Kharkiv (Járkov), la segunda ciudad de Ucrania. Sin embargo, pudimos ver cómo se difundían contenidos que presuntamente correspondían a estos ataques con imágenes de otros sitios o momentos o, incluso, creadas para ficción.
Por ejemplo, circuló en redes sociales un video en el que supuestamente personas en la ciudad Kharkiv/Járkov, Ucrania, lanzan piedras contra un tanque ucraniano. El video no corresponde con la invasión rusa de febrero de 2022. En realidad fue grabado en la ciudad ucraniana de Mariupol el 9 de mayo de 2014 durante enfrentamientos entre el ejército ucraniano y grupos prorrusos.
Circularon en redes sociales videos de enfrentamientos de soldados de ambos países, pero que datan de 2014, como este verificado por el equipo de fact-checking de La República (Perú) y por Chequeado (Argentina), medio cofundador de Factchequeado.
También hemos visto imágenes, como una niña ensangrentada tras un ataque, que en realidad corresponden a Siria (2018), y otras de Gaza en 2021 (aquí y aquí).
En redes encontramos también un video en el que se ve a un grupo de cuerpos en el suelo, cubiertos por bolsas negras como si fuesen cadáveres, de los cuales uno se levanta. Se compartió como si se tratase de un montaje y ello fuera prueba de que las imágenes de ataques durante la invasión eran falsas. La secuencia, sin embargo, corresponde a una manifestación por el cambio climático reportada por la televisión austríaca el 4 de febrero de 2022, en la que algunas personas se acostaron en el suelo envueltas en bolsas negras para simular cadávares.
Técnica 2. Videojuegos e imágenes de películas usadas como si fuesen de la invasión rusa
El medio cofundador de Factchequeado, Maldita.es, identificó imágenes tomadas del simulador bélico Arma 3, un videojuego, utilizadas como si fuesen del actual conflicto bélico.
También se difundió una fotografía de la película de colaboración rusa y bielorrusa “La fortaleza de Brest”, en la que se ve a una niña llorando junto a unas ruinas, como si correspondiese al conflicto actual entre Rusia y Ucrania.
Técnica 3. Montajes fotográficos con símbolos nazi
Uno de los argumentos presentados por Vladimir Putin para defender la legitimidad de la invasión a Ucrania es que la “va a desnazificar”, vinculando al gobierno actual con grupos nazis (sin fundamento ninguno).
Como parte de esta narrativa se difundió una fotografía en la que se vería al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, posar con una camiseta de la selección de fútbol de su país en la que llevaría por dorsal una esvástica. Es un montaje: en la foto original, la camiseta del mandatario lleva un número 95 en la espalda. Él mismo la compartió en sus redes sociales.
También circuló en redes sociales una imagen de la visita del presidente Zelenski al Congreso de los Estados Unidos, según la cual supuestamente habría entregado una bandera ucraniana con simbología nazi. Pero ello también es falso: la imagen está manipulada. En la fotografía original no se observa este símbolo.
Durante este año también vimos la simbología nazi adjudicada a Putin. Por ejemplo, esta supuesta portada de la revista TIME con una foto del actual presidente ruso con el bigote del exdictador alemán Adolf Hitler, que se comprobó que está manipulada.
Mucha de la desinformación que circuló utilizó técnicas conocidas para hacernos caer: apelar a emociones fuertes -como la indignación o la rabia- que nos hacen reaccionar rápido y no evaluar el contenido detenidamente antes de creerlo; o tergiversar imágenes y videos de otros conflictos, esperando que muchas veces veamos estas imágenes distraídos frente al celular y no les prestemos la suficiente atención para darnos cuenta de que son de otro momento o lugar. Quienes desinforman aprovechan también nuestros sesgos, como el sesgo de confirmación, por el cual es más probable que caigamos en desinformación que está alineada con nuestras opiniones. Estas estrategias muchas veces se combinan entre sí.
Los espacios por donde circulan estos contenidos también variaron mucho. Factchequeado identificó desinformación sobre la guerra que circuló por Facebook, Instagram, Telegram, TikTok y WhatsApp, entre otros, y los ángulos desde los cuales confundieron también fueron variados.
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