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El vapeo ha ganado popularidad en Estados Unidos desde principios de la década de los 2000. Los cigarrillos electrónicos y los vapeadores se han promocionado durante años como alternativas supuestamente más saludables al tabaquismo y útiles para dejar de fumar, como indica una investigación publicada en la revista Circulation. Pero, ¿realmente es vapear un método efectivo para abandonar el tabaco? Te contamos lo que sabemos al respecto.
Qué dice la ciencia sobre si el vapeo es eficaz para dejar de fumar
“Los científicos todavía tienen mucho que aprender sobre si los cigarrillos electrónicos son efectivos para dejar de fumar”, afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Tanto este organismo como la Asociación Americana del Pulmón (ALA) destacan que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no ha aprobado los cigarrillos electrónicos como un método eficaz para abandonar el tabaco y que se necesitan más investigaciones al respecto. “A pesar de lo que [la marca] Juul y las compañías de cigarrillos electrónicos quieren que creas, cambiar al vapeo no es dejar de fumar”, añaden desde la ALA.
Sí que hay algunos estudios que indican que los cigarrillos electrónicos pueden ser prometedores para ayudar a las personas a dejar de fumar. Una revisión publicada en la biblioteca Cochrane en 2021, que recopila las evidencias disponibles sobre un tema en un momento dado, indica que es probable que más personas dejen de fumar durante al menos 6 meses con cigarrillos electrónicos de nicotina que con terapia de reemplazo de nicotina (que proporciona la nicotina en forma de goma de mascar, parches, inhaladores o pastillas para chupar) o cigarrillos electrónicos sin nicotina.
“De cada 100 personas que usan cigarrillos electrónicos de nicotina para dejar de fumar, de 9 a 14 podrían dejar de fumar con éxito, en comparación con sólo 6 de 100 personas que usan terapia de reemplazo de nicotina, 7 de 100 que usan cigarrillos electrónicos sin nicotina o 4 de 100 personas que no tienen un apoyo o sólo un apoyo conductual”, señalan.
Es importante tener en cuenta que estos resultados se basan en una pequeña cantidad de estudios y que, en algunos, los datos variaron ampliamente. Así lo reconocen los propios autores, que destacan la necesidad de realizar más investigaciones para confirmarlo.
Otro estudio publicado en New England Journal of Medicine indica que los cigarrillos electrónicos fueron más efectivos para dejar de fumar que la terapia de reemplazo de nicotina, cuando ambos productos iban acompañados de apoyo conductual.
Si bien estas investigaciones son prometedoras, Jamie Hartmann-Boyce, profesora asociada de Políticas y prácticas basadas en evidencia en la Universidad de Oxford y miembro del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco, destaca que los cigarrillos electrónicos aún son una tecnología nueva y en rápida evolución. Según cuenta al periódico The New York Times, es difícil saber qué niveles de nicotina son mejores cuando se trata de ayudar a las personas a dejar de fumar.
También hay algunos estudios con resultados contradictorios. Uno publicado en la revista PLOS ONE no encontró evidencia de que el vapeo ayudara a los fumadores a abandonar el tabaco. Además, hay otros que indican que la mayoría de la gente no cambia un hábito por el otro, sino que combina los 2, con lo que el efecto positivo no se produce o se reduce considerablemente.
Sí, vapear es menos dañino que fumar pero tiene también muchos riesgos para la salud
Si eres fumador, es probable que alguna vez te hayas preguntado si es “mejor“ vapear o fumar. Las evidencias más sólidas hasta la fecha sugieren que vapear es menos dañino que fumar tabaco normal, ya que reduce la exposición a los productos de la combustión del tabaco y de las propias sustancias presentes en este.
Un estudio publicado en 2017 comparaba la exposición a sustancias tóxicas entre gente que había dejado de fumar y había vapeado durante una media de 16 meses con la de gente que había seguido fumando durante ese tiempo. Los resultados mostraban una enorme reducción en la exposición a sustancias carcinógenas y tóxicas en los vapeadores respecto a los fumadores, pero solo en aquellos que habían dejado completamente de fumar.
Inhalar sustancias dañinas y otros riesgos del vapeo
Por eso parece obvio que pasar del tabaco normal al vapeo sea mejor para la salud. Sin embargo, el vapeo también tiene sus riesgos. Al usar cigarrillos electrónicos, los usuarios también pueden inhalar sustancias dañinas, según los CDC. Por ejemplo, nicotina, saborizantes como el diacetilo (un compuesto relacionado con la enfermedad pulmonar grave), sustancias químicas que causan cáncer y metales pesados como el níquel, el estaño y el plomo.
Los CDC advierten que, para los usuarios, es difícil saber de qué está compuesta la sustancia gracias a la que funcionan este tipo de dispositivos. "Según señalan, se ha descubierto que algunos de los cigarrillos electrónicos que presumen de contener cero por ciento de nicotina, en realidad, sí incluyen esta sustancia".
El organismo insiste en que la nicotina, además de ser altamente adictiva, puede afectar al desarrollo del cerebro de los adolescentes y dañar las partes que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos.
A ello se suma, según los CDC, que quienes vapean pueden tener más probabilidades de fumar cigarrillos tradicionales en el futuro e incluso un mayor riesgo de adicción a otras drogas en el futuro.
El auge del cigarrillo electrónico entre los jóvenes
Existe cierta preocupación de que al asignar la etiqueta de “saludable“ al vapeo se relajen las advertencias sobre su riesgo para la salud (que, aunque es menor, también existe) y esto termine por atraer hacia el tabaco a más gente, especialmente a los adolescentes.
De hecho, más de 2 millones de estudiantes de secundaria (middle school, que contempla grados del 6 al 8, y high school, que va del 9 al 12) vapeaban en 2021 en Estados Unidos, según un estudio de los CDC y la FDA, cuyos datos fueron publicados el 1 de octubre de 2021 en el Informe semanal de morbilidad y mortalidad. Aproximadamente, los niños en estos grados tienen entre 11 y 18 años de edad.
En Factchequeado ya te hemos hablado de todo lo que sabemos sobre los cigarrillos electrónicos que se han puesto de moda entre jóvenes y adolescentes y sus posibles riesgos en la salud
“El uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes sigue siendo un grave problema de salud pública", afirma Karen Hacker, directora del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC en un comunicado.
Para prevenir que los jóvenes vapeen, los CDC aconsejan a los padres informarse sobre los tipos de cigarrillos electrónicos que existen, qué formas tienen y qué peligros conllevan. También recomiendan hablar con los hijos sobre los riesgos de vapear y dejar claro que esperan que no consuman estos cigarrillos. Ser “un ejemplo positivo” al no consumir tabaco también puede ser de utilidad.
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