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Los neoyorquinos están experimentando un número récord de avistamientos de ratas, según recoge el periódico The New York Times. Evitar que entren en tu casa (y se queden) es importante porque pueden portar y transmitir múltiples enfermedades. Te explicamos cómo evitarlo.
Qué sabemos sobre el aumento de ratas en Nueva York
El número de roedores en Nueva York no ha parado de crecer en los últimos años. Los inspectores del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad encontraron más de 60,000 instancias de actividad de ratas en 2022, más del doble que el año anterior. Así lo recoge el periódico The Wall Street Journal, que indica que los avistamientos de ratas reportados al departamento el año pasado alcanzaron los 26,500 -la mayor cantidad desde 2010-.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, calcula que en total hay unas 2 millones de ratas en la ciudad, según indica el mismo periódico. O lo que es lo mismo, 1 por cada 4 habitantes. El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York mantiene actualización en este portal.
La cifra llevó al alcalde demócrata a crear hace 4 meses un puesto para “exterminar” a estos roedores. Kathleen Corradi, una experta en saneamiento urbano, ha sido nombrada “directora del programa de reducción del número de roedores” y será la encargada de intentar que esos animales dejen de campar a sus anchas por la Gran Manzana.
Los roedores pueden portar y transmitir múltiples enfermedades
Controlar las plagas de ratas y ratones es importante teniendo en cuenta que pueden portar y transmitir muchas patologías, según los CDC, organismo encargado de la salud. Por ejemplo, el hantavirus (se caracteriza por presentar síntomas de fiebre, dolores musculares y afecciones gastrointestinales), la fiebre hemorrágica con síndrome renal, la viruela del mono, la fiebre por mordedura de rata o la salmonelosis.
“Estas enfermedades pueden contagiarse a las personas directamente, a través del manejo de roedores; el contacto con sus heces (caca), orina o saliva (por ejemplo, al respirar aire o comer alimentos contaminados con sus desechos); o mordeduras”, dicen los CDC. Además, las ratas pueden transportar garrapatas, ácaros o pulgas que pueden actuar como vectores para propagar enfermedades a las personas.
Cómo evitar que los roedores entren en tu casa
Para eliminar y prevenir las infestaciones de roedores, es primordial mantener limpia la vivienda, prevenir su acceso y eliminar las posibles áreas de anidamiento, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
Pero, ¿cuál es la mejor forma de evitar que las ratas entren en tu casa? Los CDC aconsejan revisar si hay espacios o agujeros tanto en el interior como en el exterior de la vivienda y taparlos. “Los ratones pueden pasar por un agujero del ancho de un lápiz (1/4 de pulgada o 6 milímetros de diámetro)”, explican.
Dentro de casa, el organismo recomienda asegurarse de que no haya agujeros debajo ni detrás de de los armarios, electrodomésticos y la chimenea, en las ventanas, las puertas, las tuberías debajo de fregaderos y lavadoras y el sótano, además del lugar en el que se unen el suelo y la pared.
Fuera de la vivienda, aconseja mirar si hay huecos en el techo, alrededor de las ventanas, puertas y conductos de ventilación o entre los cimientos de la casa y el suelo.
Los agujeros pequeños pueden taparse con lana de acero: “Pon masilla alrededor de la lana de acero para mantenerla en su lugar o usa espuma en aerosol”, indican. Para reparar los orificios más grandes, los CDC sugieren usar mallas o rejillas metálicas, cemento o tela o láminas de metal.
Es importante tener en cuenta que los alimentos atraen a los roedores y pueden hacer que se queden en la vivienda. Por ello, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York aconseja limitar cualquier fuente de alimento “colocando la basura en contenedores cubiertos de metal o de plástico resistente”, además de mantener la casa y el patio limpios y evitar almacenar alimentos en el sótano.
De los excrementos a las marcas de mordiscos: señales de que hay roedores cerca
“Los primeros signos de roedores suelen aparecer incluso antes de ver una rata o un ratón”, señalan los CDC. El organismo aconseja hacer inspecciones de forma periódica para detectar excrementos o marcas de mordiscos.
Los excrementos pueden encontrarse en cualquier lugar al que hayan accedido los ratones, pero son especialmente comunes en “armarios, cajones y otras áreas que no se ven a simple vista”. Se caracterizan porque tienen un extremo puntiagudo y, a menudo, pelo.
“Puede ser un desafío saber si hay una población activa de roedores con sólo examinar los excrementos”, reconocen los CDC. Por ello, sugieren limpiar el área y fijarse en si más adelante vuelven a aparecer estos residuos (lo que indicaría una presencia activa de roedores).
Otra forma de detectar si hay roedores cerca es fijarse en si hay marcas de mordiscos en los objetos del hogar. Las ratas y los ratones muerden para crear mejores puntos de acceso y mantener sus dientes en la longitud adecuada, como indican los CDC.
Cómo acabar con una plaga de roedores
Si sospechas que hay ratas en tu casa, además de revisar por dónde han podido entrar, puedes colocar algunas trampas. De hecho, los CDC recomiendan intentar atraparlas todas hasta asegurarse de que no queda ninguna. Si no se capturan roedores durante una semana y no hay nuevos signos de su presencia, “se habría eliminado la infestación activa”.
El organismo aconseja utilizar las trampas de presión tradicionales, pero mantenerlas siempre fuera del alcance de niños y mascotas. Desde el Departamento de Salud del Estado de Nueva York recomiendan elegir este tipo de trampas con base de madera, ampliarlas sujetando un cuadrado de cartón de 2 pulgadas a cada gatillo y situarlas detrás de las cajas y contra las paredes.
“Coloca varias trampas a la vez, al menos 10 si crees que hay muchas ratas”, sugieren. Lo ideal es poner en el gatillo de cada trampa alimentos atractivos para las ratas -como mantequilla de maní, pan de pasas, tocino o gomitas-.
Los CDC sólo recomiendan usar estaciones de veneno o cebo para las infestaciones de ratones y ratas que persisten. En cuanto a las trampas de pegamento y aquellas para capturar vivas a las ratas, el organismo las desaconseja, ya que pueden asustarlas y hacer que orinen, “lo que puede aumentar la probabilidad de enfermarse”.
Si te preocupa que haya una infestación de roedores o necesitas orientación sobre qué hacer en una situación específica, puedes ponerte en contacto con el Departamento de Salud local o estatal o contratar a un especialista en control de plagas.
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