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A través del WhatsApp de Factchequeado (+1 (646) 873-6087) nos enviaron una publicación que indica que en Irán se ha registrado una sensación térmica de 66.7 grados centígrados y que supuestamente ese es el límite para la supervivencia de los humanos.
Esta imagen hace referencia a un hecho que ocurrió el domingo 16 de julio de 2023, cuando en el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico, en la costa suroeste de Irán, el índice de calor -o sensación térmica- alcanzó un máximo de 152 grados Fahrenheit (66.7 grados Celsius), según recogen periódicos como The New York Times y The Washington Post citando datos del Servicio Nacional de Metereología. Te contamos qué sabemos al respecto y cómo afectan las temperaturas extremas a nuestra salud y supervivencia.
¿Qué es el índice de calor?
El índice de calor, también conocido como temperatura aparente, es la temperatura que siente el cuerpo humano cuando la humedad relativa se combina con la temperatura del aire.
“Por ejemplo, si la temperatura del aire es de 100 grados Fahrenheit y la humedad relativa es del 55%, el índice de calor será de 124 grados Fahrenheit”, señala el Servicio Nacional de Meteorología, que cuenta con una herramienta para calcular este índice.
Por qué es importante tener en cuenta tanto la temperatura como la humedad
La supervivencia de los humanos “depende tanto de la temperatura como de la humedad (y del viento y el sol)”, según explica a Factchequeado George Havenith, director del Centro de Investigación de Ergonomía Ambiental de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido.
Según el experto, se puede sobrevivir a 122 grados Fahrenheit (50 grados Celsius) con un aire extremadamente seco, pero no a 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius) con un 100% de humedad.
La temperatura “determina si se puede perder calor 'seco' (como un radiador por convección y radiación)”. La humedad, en cambio, “si se puede evaporar el sudor y refrescar tu cuerpo”, aclara Havenith.
Cuando el cuerpo se calienta demasiado, comienza a transpirar o sudar para refrescarse. El problema es que, “si la transpiración no logra evaporarse, el cuerpo no puede regular su temperatura”, señala el Servicio Nacional de Meteorología.
Esto ocurre porque la evaporación es un proceso de enfriamiento: “Cuando la transpiración [el sudor] se evapora del cuerpo, este reduce efectivamente su temperatura”, precisa. Sin embargo, cuando la humedad relativa es alta, esta tasa de evaporación disminuye. En otras palabras, “el cuerpo humano se siente más caliente en condiciones húmedas”.
¿Existe un índice de calor a partir del cual no se pueda garantizar la supervivencia humana?
En cuanto a si existe un índice de calor a partir del cual no se puede garantizar la supervivencia humana, Jennifer Francis, investigadora senior del Centro de Investigación Climática Woodwell, explica a Factchequeado que "sí". “En algún momento el cuerpo no puede eliminar el exceso de calor mediante la sudoración, lo que provoca un golpe de calor y, finalmente, la muerte”, afirma.
La experta adjunta el siguiente cuadro para explicar que a partir de un índice de calor de 130 grados existe un “peligro extremo”. Así lo indica el Departamento de Salud de Arizona, que destaca que en ese caso es “muy probable” que una persona sufra un golpe de calor. El 16 de julio de 2023, en el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico, el índice de calor alcanzó un máximo de 152 grados Fahrenheit (66.7 grados Celsius).
En Factchequeado ya te hemos explicado cómo el calor extremo afecta a la salud, al impedir descansar por la noche, agravar enfermedades preexistentes y producir golpes de calor, aumentando la mortalidad.
Como destaca a Factchequeado Kristie L. Ebi, profesora de la Universidad de Washington que investiga el calor y la salud, hay que tener en cuenta que “los límites de supervivencia no sólo dependen de la temperatura y la precipitación, sino también de las infraestructuras, el acceso a la atención y otros factores”.
Los golpes de calor ocurren cuando el cuerpo es incapaz de evaporar el calor excesivo
Un golpe de calor es el cuadro más peligroso entre las enfermedades asociadas a las altas temperaturas, especialmente en lactantes y niños,aunque puede ser fatal en cualquier persona, según varias investigaciones.
Una revisión de literatura sobre el golpe de calor publicada en la revista New England Journal of Medicine indica que este problema de salud aparece cuando el cuerpo falla a la hora de evaporar el calor excesivo. Desde el punto de vista médico, un golpe de calor se caracteriza por problemas en el sistema nervioso central (convulsiones, desmayos, delirios, coma), piel seca y caliente e hipertermia extrema (temperatura corporal por encima de los 40,5 ºC).
Beber mucho líquido, comer alimentos frescos, usar cortinas en casa y acudir a lugares con aire acondicionado (como centros comerciales o bibliotecas) ayuda a protegerse del calor. Puedes leer estos y otros consejos en esta nota de Factchequeado.
Estas recomendaciones son especialmente importantes en un contexto en el que múltiples países -entre ellos Estados Unidos- experimentan temperaturas extremas. De hecho, la Tierra ha sufrido este año el junio más cálido desde que hay registros -en los últimos 174 años-, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica.
Cuáles son los signos de advertencia del golpe de calor y qué hacer si los identificas
“La temperatura del cuerpo puede subir a los 106 grados Fahrenheit (41 Celsius) o más en unos 10 o 15 minutos”, indican los CDC, encargados del control de enfermedades. El organismo destaca que un golpe de calor puede provocar la muerte o una discapacidad permanente si no se trata rápidamente.
Entre los signos de advertencia de este trastorno, los CDC mencionan la temperatura corporal extremadamente alta (por encima de los 103 grados Fahrenheit o 39.4 Celsius); la piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor); un pulso rápido y fuerte; dolor de cabeza palpitante; mareos; náuseas; confusión y pérdida del conocimiento.
“Si observa cualquiera de estos signos, puede que se trate de una emergencia potencialmente mortal”, advierten los CDC, que aconsejan pedir a alguien que solicite ayuda médica inmediatamente mientras se traslada a la víctima a la sombra y se intenta enfriar su cuerpo usando “cualquier método disponible”.
“Por ejemplo, sumerja a la persona en una bañera con agua fría; colóquela bajo una ducha fría; rocíela con agua fría con una manguera de jardín; dele un baño de esponja con agua fría; o, si hay poca humedad, envuelva a la víctima en una sábana mojada, fría, y abaníquela vigorosamente”, sugieren los CDC. El objetivo es que su temperatura corporal descienda a los 101 o 102 grados Fahrenheit (entre 38 y 39 Celsius).
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