El “Estado profundo” (o “deep state”) es una teoría conspirativa que denuncia la supuesta existencia de una red de funcionarios y agencias gubernamentales que actúan en las sombras para influir o controlar las políticas del gobierno. A pesar de la falta de pruebas concretas, el expresidente y candidato republicano Donald Trump y algunos de sus seguidores han proclamado la existencia de estos grupos. En repetidas ocasiones, durante eventos de campaña, Trump ha afirmado que si es elegido presidente de Estados Unidos en las elecciones del 5 de noviembre de 2024 “demolerá el Estado profundo”.
En este camino Trump no ha estado solo: Steve Bannon, quien fuera jefe ejecutivo de su campaña presidencial en 2016, fue impulsor de la teoría del “Estado profundo” y lo sigue siendo. De hecho, gran parte de esta supuesta conspiración se generó en el sitio web Breitbart, que Brannon dirigió antes de que Trump llegará a la Casa Blanca.
Mientras, Stephen Miller, quien fuera asesor principal de la Casa Blanca durante la administración de Trump, de línea dura contra la inmigración y catalogado como extremista por el Southern Poverty Law Center, avivó la teoría de de que las investigaciones de “juicio político” contra Trump fueron dirigidas por el “Estado profundo”, y asegura sin pruebas que el grupo conspirativo continúa operando.
Desde el 13 de julio de 2024, día del atentado contra Trump, circulan teorías de conspiración por parte de seguidores y detractores del candidato republicano (en inglés y en español, como aquí y aquí). Los propagadores de la teoría volvieron a impulsarla luego del anuncio de la vicepresidenta Kamala Harris como sustituta de Joe Biden para la candidatura demócrata, como este video con más de 8.4 millones de vistas de Tulsi Gabbard, ex congresista y candidata presidencial en 2020 (por el Partido Demócrata, que luego abandonó), en el que dice: “ella [Kamala] es la nueva figura decorativa del ‘Estado profundo’ y la sirvienta de Hillary Clinton, la reina de la camarilla de belicistas. Ellos continuarán sus esfuerzos por sumergir al mundo en guerra y quitar nuestra libertad”.
Te explicamos lo que se sabemos del supuesto “Estado profundo” y cómo nace este término que se ha popularizado en las redes sociales por parte de analistas, políticos, partidarios o detractores de Trump.
¿De dónde surge la teoría del “Estado profundo”?
Según el artículo “El mito del ‘Estado profundo’ y la burocracia real del Poder Ejecutivo” de Rebecca Ingber, profesora de derecho, y quien trabajó en la Oficina del Asesor Jurídico del Departamento de Estado de los Estados Unidos, esta teoría cobró fuerza a los pocos meses de que Trump asumiera el poder (2017-2021) debido a que el entonces presidente presentó a los funcionarios federales dentro de la administración como sus adversarios .
Según la teoría conspirativa, esta agrupación está compuesta por miembros del ejército, la policía o grupos políticos que se dice trabajan en secreto para proteger intereses particulares. Ingber señala que la terminología del “Estado profundo” fue acuñada por estudiosos de regímenes como Turquía, Egipto y Pakistán.
Nathan Brown, profesor de ciencias políticas y asuntos internacionales en la Universidad George Washington explicó a FRONTLINE que el término surgió en Turquía en referencia al ejército que ejerce su poder cuando las políticas se inclinan al islamismo.
Ingber mencionó que estos académicos han utilizado este concepto para describir la realidad o el miedo que provoca una élite de poder típicamente militar que ejerce verdadera autoridad y que, a menudo, utiliza ese poder para promover sus propios intereses políticos y comerciales.
Como dice War on the Rocks, una plataforma en línea especializada en análisis sobre temas de seguridad nacional, el siguiente paso para los estadounidense no se centrará en definir la existencia del “Estado profundo” en este país, sino la indagación de cómo el término se filtró en el lenguaje estadounidense.
La historia del “Estado profundo”
La teoría de un “Estado profundo” no es nueva. Según el historiador Ryan Gingeras, citado en JSTOR Daily, una publicación afiliada a JSTOR (Journal Storage), una biblioteca digital con acceso a miles de revistas académicas, libros y fuentes primarias, el concepto tuvo sus orígenes en Turquía. El término “derin devlet” es turco y se traduce al español como “Estado profundo”.
Este concepto, según Gingeras, se refiere “a una especie de sistema de gobierno paralelo, o en la sombra, en el que individuos no oficiales o no reconocidos públicamente desempeñan papeles importantes en la definición e implementación de la política estatal”.
Gingeras aclara que el “Estado profundo” no es un bloque burocrático homogéneo, sino que incluye tanto elementos legales como ilegales.
En Estados Unidos se adaptó el término “Estado profundo” y se ha usado como parte de teorías conspirativas en acontecimientos como el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, el caso Watergate en 1972 o el ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, como lo señala el canadiense Peter Dale Scott, profesor de la Universidad de California, Berkeley, en la investigación “Excepción Americana: Hegemonía y el Estado Tripartito”, presentada por la Universidad de Temple, en Filadelfia.
Dale Scott afirma que el “Estado Profundo” es, para quienes creen en estas teorías conspirativas, “un poder que no se deriva de la Constitución sino que está fuera y por encima de ella”.
En la disertación describe que las instituciones que ejercen un poder antidemocrático sobre el Estado y la sociedad constituyen colectivamente el “Estado profundo”.
QAnon y el “Estado profundo”
Como explica el Detector, medio aliado de Factchequeado, hay conceptos conspirativos que se han actualizado y esa supuesta teoría ha sido avivada por el movimiento QAnon, cuyos miembros han traído al debate público la existencia de una supuesta organización secreta de poderes fácticos que dirigen Estados Unidos.
Como indica la página Scientific American en su artículo “El secreto de Estado explica los orígenes de la teoría de la conspiración del Estado profundo", muchos de los autodenominados “patriotas” que tomaron el Capitolio del 6 de enero de 2021 se inspiraron en las teorías de conspiración de QAnon que afirmaban que un “Estado profundo” estaba trabajando para derrocar al presidente Trump y traicionar al electorado. The New York Times explica cómo QAnon promulga “un extenso conjunto de teorías conspirativas” en distintas redes sociales.
Qué son las teorías conspirativas
El fenómeno de la creencia en teorías conspirativas ha sido estudiado desde el punto de vista psicológico, y las evidencias apuntan a que habitualmente no se trata de un fenómeno aislado sino de un sistema completo de interpretación de la realidad. Puedes leer más sobre esto en el informe “La creencia en teorías conspirativas” elaborado en 2020 por Africa Check, Full Fact y Chequeado, medio cofundador de Factchequeado.
En el documento, se lee que Ted Goertzel -que encuestó a 347 personas de Estados Unidos- y comprobó que quienes creían en la teoría del complot en el asesinato de John Kennedy también se inclinaban a considerar que el gobierno federal había contagiado a estadounidenses gay y negros con el virus del SIDA; que los platillos voladores existen, pero ocultos por la fuerza aérea; , y que “los japoneses [estaban] conspirando para destruir la economía de los Estados Unidos”.
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