Las encuestas muestran que antes y durante las elecciones del 5 de noviembre había un descontento entre la mayoría de los estadounidenses sobre la situación económica del país. Los encuestados incluso dicen que se encontraban mejor 4 años atrás, durante la administración de Donald Trump, quien asumirá las riendas del país por segunda ocasión a partir de enero de 2025.
Juan Negri, analista político y profesor adjunto del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella en la Argentina, dijo a Factchequeado que “las variables económicas la mayor parte de las veces, son las que más explican el resultado de una elección”.
Pero, ¿está la economía en mal estado o peor que hace cuatro años atrás? Y, ¿qué papel tiene la administración de Biden, o cualquier otra, sobre la situación económica?
Si tratamos de responder la primera pregunta basados en los reportes de la economía, entrevistas con economistas y cómo se ha recuperado el país de la pandemia del COVID-19, vemos que la economía estadounidense se encuentra creciendo, y en mejores condiciones que la de otros países desarrollados.
Por otro lado, aun cuando ha habido un incremento de los precios durante la presidencia de Joe Biden, los salarios estadounidenses también se han incrementado a nivel nacional e incluso superado la inflación de los precios.
Como explica Robert Riley, profesor de Economía en la Universidad St. Joseph’s en Long Island, Nueva York, a Factchequeado “muchas de las medidas que utilizamos para hablar de la economía son promedios agregados que evalúan lo que es cierto en términos generales; las buenas tendencias no significan en absoluto que a todos les vaya bien”.
“Es un poco como si yo dijera que la nota media en mi clase de Macroeconomía es más alta que el semestre pasado (suponiendo que no he simplificado el curso); algunos estudiantes podrían seguir recibiendo notas más bajas que los que obtuvieron peores resultados el semestre pasado”, agregó.
Esta diferencia en reportes nacionales de economía y la situación que se vive en distintas partes del país es evidente en un análisis de Financial Times, donde muestra que los precios a los consumidores superaron el crecimiento de los salarios en los estados péndulo o swing state, a excepción de Wisconsin.
¿Cómo está la economía actual comparada con la administración anterior y con la de otros países?
Primero, se debe tomar en cuenta que hay un factor que complica la comparación de la economía entre la administración de Trump (2017-2021) y la de Biden (2021-2025): la pandemia. Este evento ocasionó la contracción de la economía y enormes pérdidas de empleos a principios de 2020 (el último año de la presidencia de Trump), no solo en Estados Unidos sino a nivel global. La recuperación de la pandemia se extendió a los primeros años de la presidencia de Biden.
Desempleo: En 2017, el primer año del mandato de Trump, la tasa media de desempleo fue de un 4.3%, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). En 2019, el año antes de la pandemia, la tasa promedio de desempleo fue de 3.65%, incluyendo un 3.5% registrado a finales de ese año (el más bajo desde 1969 hasta entonces), según el BLS.
En el primer año de la presidencia de Biden (2021), el desempleo aumentó a un promedio de 5.35%. Pero, aunque la cifra sea mayor a la de Trump, hay que tomar en cuenta que muchas personas se habían quedado sin empleos debido a la pandemia y no podían regresar rápidamente a sus trabajos. El desempleo bajó a 3.4% en enero y abril de 2023 (los niveles más bajos desde mayo de 1969), rompiendo el récord de Trump, y actualmente se encuentra en 4.1%, según datos del BLS.
Inflación: La inflación anual durante la administración de Trump bajó de 2.5% a 2.3% desde enero de 2017 a febrero de 2020, respectivamente, según datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del BLS. Esto es mucho menor que la inflación registrada durante la administración de Biden, donde llegó a alcanzar el 9.1% en junio de 2022 y, aunque bajó significativamente, pues ahora se sitúa en 2.6% (según datos de octubre de 2024), todavía está por encima de la cifra registrada durante la administración Trump. Tanto Trump como Biden tuvieron una inflación anual más alta que la registrada durante la administración del expresidente Barack Obama (1.4% y 2.1% en enero y diciembre de 2016, respectivamente).
PIB: En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), que mide el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos en la economía en un año determinado, Trump tuvo un crecimiento de entre el 2% y 3% anual, muy parecido al 3.2% de Biden en 2023 y al 2.8% en el tercer trimestre de 2024, según datos de la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos (BEA, por sus siglas en inglés) recopiladas en esta nota del medio Barron’s.
Para Riley, profesor de Economía consultado, “las últimas cifras de inflación, desempleo y crecimiento siguen apuntando a una economía bastante robusta”.
Así mismo, también hay reportes de que la economía estadounidense se ha recuperado mejor que otros países. Un análisis de Brookings –institución sin fines de lucro que realiza investigaciones no partidistas–, publicado el 17 de octubre de 2024, indica que la economía estadounidense está “superando significativamente” a los otros países en el Grupo de los 10 (Bélgica, Canadá, Francia, Italia Japón, Países Bajos y el Reino Unido) en la recuperación de la recesión ocasionada por la pandemia del COVID-19.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala una mejoría en las perspectivas de crecimiento del PIB de Estados Unidos para el último trimestre de 2024 a un 2.5%, el más rápido entre los países del Grupo de las 7 economías más avanzadas del mundo, según reportó The Wall Street Journal.
Aaron Sojourner, economista laboral del Instituto W.E. Upjohn de Investigación sobre Empleo basado en Michigan, dijo a Factchequeado que “Estados Unidos tiene una economía más fuerte que cualquier otro país”.
¿Por qué hay una percepción negativa de la economía?
En noviembre de 2023, el economista Francesco D’Acunto, de la Georgetown University’s McDonough School of Business, dijo al presidente Biden y a su equipo en la Casa Blanca que la razón por la que los consumidores no sentían que la economía estaba bien en ese entonces se debía a la “manera que la gente piensa y procesa la información económica, más que en los fundamentos económicos”.
Según D’Acunto, “la actitud de los consumidores” era formada por los productos de consumo diario “como leche, gasolina, pan y cerveza, y no por aquello en lo que gastan más dinero”, según una nota de The New York Times publicada el 7 de noviembre de 2023.
Sojourner también cree que los consumidores tienen una percepción de la economía basada en factores no objetivos, ya que los salarios también han aumentado hasta “11 puntos porcentuales” entre los grupos con ingresos bajos.
“Cuando se les pregunta a los estadounidenses sobre sus finanzas personales o de sus familias, ellos tienden a reportar positivamente”, pero “responden de manera negativa” cuando se les pregunta por “la situación de la economía nacional”, agregó Sojourner.
Esto explicaría la diferencia entre los resultados de las encuestas a pie de urna realizadas por un conjunto de organizaciones de noticias y que fueron publicados en NBC News. Más de 2 tercios califican a la economía como “no tan buena” o “pobre” en comparación a cuatro años atrás. Sin embargo, más de la mitad (54%) de los encuestados dijeron que la situación financiera de su familia estaba “mejor ahora (24%)” o “casi lo mismo (30%)”. Menos de la mitad (45%) dijeron que su familia estaba “peor hoy” que hace cuatro años, según las encuestas.
Otros motivos para la percepción negativa de la economía, según Riley serían, por un lado, los problemas económicos que enfrentan las personas en distintas partes del país y que no se ven reflejadas en los reportes nacionales de la economía y, por otro, la desinformación.
Como te explicamos antes, el incremento de los precios superó al del promedio de los salarios en casi todos los swing states, aunque no fue así a escala nacional. Además algunos trabajadores como los de los sectores de recreación y hospitalidad pudieron acceder a aumentos salariales más altos que los trabajadores de sectores como la publicidad, telecomunicaciones, fabricación de productos químicos y otras industrias, según reportó The New York Times.
Otros reportes también señalan que los estadounidenses están ahorrando casi la mitad de lo que ahorraban dos meses antes de la pandemia, que la tasa de morosidad de las tarjetas de crédito ha aumentado y superado los niveles prepandémicos y que la cantidad total de las deudas en tarjeta de crédito alcanzó la cifra récord de 1.17 billones de dólares (trillions en inglés) en el tercer trimestre de 2024, según datos del índice de precios (PCE) recolectados por el Banco de la Reserva Federal de Saint Louis, Missouri (FRED, por sus siglas en inglés) y del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Y, tanto Sojourner como Riley, creen que la desinformación tiene que ver con la percepción negativa de la economía.“Algo está desinformando sistemática y negativamente a los estadounidenses sobre la economía nacional,” dijo Sojourner.
El presidente electo y su campaña hicieron de la economía uno de sus principales puntos durante sus discursos, afirmando que sus números eran mejores de lo que realmente eran o que Biden y Kamala Harris, quien reemplazó a Biden como candidata demócrata, destruyeron la economía. En esta nota de Factchequeado verificamos la afirmación falsa de Trump sobre haber tenido “la economía más grande del mundo” y en esta nota explicamos que no había pruebas de manipulación en una revisión preliminar de las cifras de empleo del BLS, como sugirió el expresidente republicano.
¿Es la administración de turno responsable enteramente de la economía?
Tanto los economistas como el analista político consultados por Factchequeado, concuerdan en que el estado de la economía se debe a varios factores y no a una administración en específico. Aunque el presidente sea el más influyente en la economía de un país, su poder es limitado.
La economía de Estados Unidos, como la de otros países, se vió afectada en gran parte por “las las interrupciones en las cadenas de suministro que redujeron la disponibilidad de muchos bienes”, ocasionadas por la pandemia, entre otros factores,, afirmó Riley. Los precios y tasas de intereses “se ven más afectados por las condiciones de la oferta y la demanda mundiales y las políticas monetarias de los bancos centrales”, agregó.
En marzo de 2021 se aprobó el plan de estímulo del presidente Biden, American Rescue Plan, que inyectó a la economía 1.9 billones de dólares. Se sumaron a los 2.2 billones de dólares de estímulo fiscal del CARES Act promulgado antes por Donald Trump en marzo de 2020.
Según reportó USA Today, algunos economistas catalogaron como innecesario el plan de Biden y un estudio del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, publicado en marzo de 2022, concluyó que los planes de estímulo para contrarrestar los efectos del coronavirus podrían haber ocasionado el incremento de la inflación en 3 puntos porcentuales hasta finales de 2021.
Sin embargo, el estudio también sugirió que sin esas medidas la economía podría “haber caído en una deflación abierta (una disminución sostenida del nivel de precios de bienes y servicios), y en un crecimiento económico más lento, cuyas consecuencias habrían sido más difíciles de cuestionar”.
El artículo de Brookings también sugiere que los legisladores tuvieron dos opciones para contrarrestar el coronavirus: la primera era implementar “un estímulo fiscal agresivo para evitar la persistencia de las cicatrices económicas y la atonía del crecimiento, pero aceptar una inflación elevada ante las presiones muy atípicas de la cadena de suministro”; o “un apoyo fiscal más moderado y permitir la aparición de brechas de producción y un crecimiento lento del consumo, que podría ayudar a compensar la inflación adicional”.
Finalmente, se escogió la primera opción, lo cual evitó que se repitiera la lenta recuperación de la recesión del 2008, según el estudio.
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