A lo largo de su vida, 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres será diagnosticado con cáncer, según la Sociedad Americana contra el Cáncer. En redes sociales, circulan múltiples supuestos remedios para poder tratar, supuestamente, esta enfermedad, como inyectarse veneno de abeja, beber orina, tomar agua alcalina o ivermectina o comer ajo. Pero hasta la fecha no hay evidencias de que ninguno de estos métodos sirva para tratar o curar el cáncer.
@factchequeado Remedios que NO sirven, según la ciencia, para curar el cáncer.
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“Cualquier persona que sufra de cáncer o que conozca a alguien que lo padezca entiende el miedo y la desesperación que esto puede despertar”, afirma Nicole Kornspan, agente de seguridad del consumidor de la FDA, la administración de alimentos y medicamentos . Si bien este malestar puede tentarle a “agarrarse de cualquier cosa que parezca ofrecer una oportunidad de cura”, la FDA aconseja abordar siempre las opciones de tratamiento con un prestador de servicios de salud acreditado.
Es importante tener en cuenta que no tiene sentido hablar de un único remedio o cura del cáncer cuando realmente no se trata de una única enfermedad (existen muchos tipos diferentes de cáncer).
No, los cánceres no son “parásitos” que se curan con ivermectina
Una investigación del Instituto de Democracia Digital de las Américas (DDIA) analizó más de 27,000 publicaciones de Facebook, Instagram, X y TikTok del primer trimestre de 2025 y detectó varios contenidos que señalaron que la ivermectina es una supuesta cura para el cáncer. Algunos indican que este medicamento se está utilizando para curar y combatir todo tipo de cánceres, ya que “son parásitos” y “por eso hay que desparasitarse”.
La ivermectina es un medicamento antiparasitario que se utiliza contra la malaria. Sin embargo, no hay evidencias de que sea útil frente a otras enfermedades, como explicó en esta nota Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado.
“No conozco ningún informe de ensayos clínicos [de ivermectina] que haya dado resultados satisfactorios en seres humanos con cáncer”, declaró Susanne Arnold, directora asociada de traducción clínica del Markey Cancer Center de Kentucky a Associated Press.
Aunque algunos estudios en laboratorio muestran posibles mecanismos por los que, en teoría, este antiparasitario podría reducir la proliferación de algunos cánceres de mama y colorrectales y a pesar de que también se han obtenido resultados favorables en ratones, el fármaco no se ha testado en humanos como tratamiento frente al cáncer. Este nivel de evidencia (experimentos en laboratorio o en animales) es muy bajo por lo que, antes de poder extrapolar los resultados, deberían realizarse ensayos en humanos que aseguren la fortaleza de la evidencia científica.
Hay que tener en cuenta que el cáncer no hace referencia a una sola enfermedad: se trata de un término amplio que incluye más de 200 tipos diferentes de enfermedades. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIC, por sus siglas en inglés), su origen es la multiplicación sin control de algunas células y su diseminación hacia otras partes del cuerpo. Los tumores cancerosos (los considerados malignos), son bultos de tejido, y son el resultado de la acumulación de ese exceso de células. En la información sobre su origen no se menciona nada relacionado con “sacos de huevos” o parásitos, como dicen los contenidos difundidos en redes.
Larry Norton, director médico del Centro de Mamas Evelyn H. Lauder del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, explicó a The New York Times que, con lo que sabemos, no es posible afirmar que la ivermectina sea un avance contra el cáncer. Según el experto, se está investigando sobre ello: “Eso es realmente todo lo que se puede decir en este momento”.
En la misma línea se posicionó Peter P. Lee, jefe del departamento de inmuno oncología del Centro Oncológico Integral City of Hope de California, que indicó a Associated Press que “por sí sola, la ivermectina no es una cura, ni siquiera un tratamiento eficaz para el cáncer de mama”.
No hay pruebas de que el agua alcalina sirva para curar el cáncer
Entre las supuestas curas naturales para el cáncer que se difunden en redes, según identificó la investigación del DDIA, está el agua alcalina (una mezcla de agua tibia, limón y bicarbonato de sodio). “Solo en Facebook, el contenido sobre agua alcalina generó más de 400,000 interacciones durante el período del estudio”, indicaron los autores del reporte.
La literatura médica actual no respalda el uso de agua alcalina como tratamiento curativo para el cáncer. Una revisión sistemática publicada en BMJ Open concluye que no existe evidencia clínica que justifique la promoción de agua alcalina o dietas alcalinas para la prevención o el tratamiento del cáncer.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer explicó que no hay evidencia de que una dieta alcalina pueda prevenir o curar el cáncer. Según el organismo, la dieta alcalina no puede modificar el pH corporal: “Si bien promueve alimentos saludables como frutas y verduras, el cuerpo regula estrictamente el pH sanguíneo, y la dieta no puede alterarlo”.
No, la Quinta Sinfonía de Beethoven no cura el cáncer de mama
Un ejemplo “especialmente singular que trascendió fronteras” fue la afirmación viral de que la Quinta Sinfonía de Beethoven podía curar el cáncer de mama, según el DDIA.
Esta idea se basó en un experimento de 2011 en Brasil, donde células de cáncer de mama en placas de Petri (recipientes donde se colocan las células para ser estudiadas en laboratorio) se expusieron a música clásica, incluyendo obras de Beethoven, Mozart y Ligeti. Así lo indicó la investigación del DDIA, que destacó que el estudio “mostró un aumento de la muerte celular con Beethoven y Ligeti, pero no incluyó pruebas en humanos, careció de rigor científico y fue abandonado por falta de financiación”.
Márcia Alves Marques Capella, autora del artículo, explicó a Snopes que ella y su equipo habían realizado estos experimentos con células en placas de Petri y que los resultados "no podían aplicarse a seres humanos".
Pese a ello, la historia resurgió en 2025 y se convirtió en “una de las publicaciones sobre cáncer más compartidas en español” de acuerdo al análisis del DDIA. *
No hay evidencias de que inyectarse veneno de abeja sirva para tratar el cáncer
Circulan algunos contenidos que indican que inyectarse veneno de abeja sirve para tratar el cáncer. No obstante, a día de hoy no hay evidencias de que sea así.
Una investigación publicada en la revista NPJ Precision Oncology indica que el veneno de abeja y su componente principal, la melitina, inducen la muerte celular en algunos tipos de cáncer de mama.
Es importante tener en cuenta que este estudio se ha realizado in vitro (fuera de un organismo vivo). Como indica en TikTok el doctor Mauricio González (conocido como Dr. Mau, en las redes sociales), especializado en medicina interna, no se han realizado estudios en humanos: “No se inyecten veneno de abeja”, aconseja.
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De hecho, los propios autores del estudio insisten en que, hasta la fecha, no se ha investigado a fondo el mecanismo de acción molecular del veneno de abeja melífera y la melitina.
Alex Swarbrick, profesor asociado del Instituto Garvan de Investigación Médica en Sydney, dijo a la BBC que es “muy temprano” para saber si el veneno de abeja podría usarse en personas para combatir el cáncer.
"Muchos compuestos pueden matar una célula [cancerosa] de cáncer de mama en un plato o en un ratón. Pero hay un largo camino por recorrer desde esos descubrimientos hasta algo que pueda cambiar la práctica clínica", explica.
Tampoco hay evidencias de que la guanábana o cualquier otra fruta (o alimento) cure el cáncer
Circulan también contenidos que afirman que la guanábana (fruta también llamada graviola o soursop, en inglés) puede “curar el cáncer y matar las células cancerosas”. Pero, no hay evidencias de que sea así, como ya te hemos explicado en Factchequeado.
A pesar de que hay estudios in vitro (con células cultivadas en laboratorio) y en modelos animales en el que componentes de la guanábana pueden atacar algunos tipos de células del cáncer (de hígado, mama y próstata, entre otros), esto dista mucho de demostrar su seguridad y eficacia en humanos.
En estos estudios se investigan, sobre todo, las acetogeninas, compuestos orgánicos presentes en las plantas anonáceas, como la chirimoya (custard apple, en inglés), sobre los que se estudia si presentan cualidades anticancerígenas, antioxidantes, antimicrobianas, antinociceptivas (contra el dolor) e hipotensoras.
A pesar de que hay revisiones científicas que concluyen que la guanábana podría tener propiedades terapéuticas, faltan estudios en humanos que analicen si es una fruta segura (sin efectos adversos ni riesgos para la salud) y si sirve para tratar alguna enfermedad.
En definitiva, no hay evidencias de que la guanábana ni sus componentes puedan curar a aquellas personas que padecen algún tipo de cáncer.
Ni el limón ni la limonada curan el cáncer, según las evidencias
Varias cadenas de WhatsApp aseguran que el agua con limón puede curar el cáncer. Aunque no son siempre los mismos mensajes, y a veces la limonada recomendada es caliente, otras en ayunas y otras con más o menos añadidos, el fondo siempre es el mismo: un médico que asegura que el agua con limón es todo lo que hace falta para curar el cáncer. Esto no es verdad.
Sí hay algunos estudios que sugieren que algunos componentes de los cítricos podrían tener propiedades anticancerígenas (aquí, un ejemplo y aquí, otro). Pero, cuidado, se trata de estudios preliminares (que están muy lejos de "demostrar" que la limonada sirva para curar la enfermedad) hechos con células cancerosas en un laboratorio. Hacen falta más investigaciones para saber si el mismo fenómeno se observa, primero en animales y luego en seres humanos.
No hay evidencias de que beber orina sirva para tratar el cáncer
Algunos contenidos indican que inyectarse orina o beberla sirve para tratar el cáncer. Pero, en realidad, no hay evidencias de que sea así.
“La uroterapia se ha promovido para una amplia variedad de enfermedades y afecciones, incluido el cáncer”, afirma la Sociedad Americana contra el Cáncer. El organismo explica que sus defensores proponen diferentes métodos: desde beberla hasta inyectarla directamente en el torrente sanguíneo o en los tumores.
Sin embargo, no hay evidencia científica de que beber orina o participar en cualquier otra terapia de orina tenga beneficios, como explicaron Christian Moro, profesora asociado de Ciencia y Medicina de la Universidad de Bond, y Charlotte Phelps, profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Salud y Medicina de la misma universidad, en The Conversation.
La orina, según Moro y Phelps, “es un desecho y debe dejarse excretada del cuerpo”. La Sociedad Americana contra el Cáncer no incluye la uroterapia entre los procedimientos eficaces para tratar el cáncer.
“En todos los contextos modernos, existen soluciones más higiénicas y efectivas que la terapia de orina, independientemente de la dolencia o el problema que se esté tratando”, aseguran. Desde Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, también han explicado por qué no tiene sentido aplicar orina sobre la piel para combatir el acné
Tampoco hay pruebas de que el bicarbonato de sodio cure el cáncer
Ni desayunar agua con bicarbonato de sodio ni añadirle limón. No hay pruebas de que esto previene o cure el cáncer. Todo empezó con el exmédico italiano Tullio Simocini. Este exoncólogo mantiene, sin nada que lo avale científicamente, que todos los cánceres son ocasionados por un hongo, la Candida albicans.
La justicia italiana le retiró la licencia a ese profesional por aplicar diversos tratamientos peligrosos y no probados, como explicaban en este artículo en el diario español El Mundo.
No hay evidencias de que el ajo sea "capaz de matar más de 10 tipos de cáncer"
También circulan contenidos que afirman que el ajo "es capaz de matar más de 10 tipos de cáncer", pero tampoco es cierto. Al día de hoy, según las evidencias que conocemos, no hay pruebas de que el ajo sea capaz de curar ningún tipo de cáncer, y aunque se especula sobre su capacidad para prevenirlo, tampoco hay evidencias científicas suficientes para apoyar esta idea.
El origen de esta desinformación proviene de algunos estudios científicos de tipo epidemiológico (que consisten en observar a un grupo grande de población y analizar qué tipos de enfermedades o de patologías se observan en ella, así como distintos comportamientos y estilos de vida que pueden influir en su salud). Estos estudios han hallado una posible relación entre el consumo de ajo y un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el de colon o el de mama, entre otros.
Sin embargo, la evidencia es limitada. Con los estudios científicos realizados hasta la fecha, no es posible afirmar con certeza que el ajo sea lo que previene el cáncer. Tras analizar todas las evidencias disponibles, el proyecto Nutrimedia de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona (España) en colaboración con la Bilbioteca Cochrane y la Fundación Española de la Ciencia y Tecnología (FECYT) concluyó que "no se puede establecer ninguna relación entre la ingesta de ajo y la disminución del riesgo de cáncer".
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* Actualizada el 24 de junio de 2025 con información de una investigación del Instituto de Democracia Digital de las Américas (DDIA).
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Primera fecha de publicación de este artículo: 11/04/2023