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A finales de octubre de este año, el centro de estudios y análisis de temas políticos y sociales Gallup publicó que, según una encuesta realizada por ellos, el 56 % de los adultos estadounidenses percibe que la criminalidad ha aumentado en su localidad. Respecto a la criminalidad a nivel nacional, el 78 % respondió que sentían que aumentaba. El centro de análisis de datos YouGov, del Reino Unido, publicó una encuesta similar en mayo de 2022 cuyos resultados dicen que el 67% de los estadounidenses sienten un incremento en la criminalidad (sin diferenciar entre local o nacional). Gallup contextualiza sus resultados a la par de los datos de la Oficina Federal de Investigación y del Departamento de Justicia.
Esa es la sensación de los ciudadanos, sin embargo, las cifras oficiales de crímenes cometidos en Estados Unidos dan cuenta de otra realidad. Para la Oficina Federal de Investigación (FBI, del inglés Federal Bureau of Investigation), en criminalidad se incluyen “homicidio, violación, robo y asalto agravado”. El dato que abarca todos estos delitos sí ha descendido. A lo largo del siglo XXI, la tendencia nacional ha sido a la baja. La tasa de crímenes más alta en ese período se registró en el 2000, y tan solo en 6 ocasiones (de 22 posibles) ha habido un aumento respecto al año anterior.
Sin embargo, hay que resaltar que si solo miramos la tasa de homicidios, sí ha aumentado en los últimos 7 años, a tono con lo que sienten los ciudadanos norteamericanos. En 2014 llegó a su dato mínimo del siglo, 4.4 homicidios por cada 100,000 habitantes, y a partir de ahí ha ocurrido un aumento sostenido. La mayor subida se registró en 2020, año de la pandemia de COVID-19, y fue del 27.45%.
Te lo explicamos.
La gente percibe un aumento en la criminalidad
Los datos de la encuesta de Gallup arrojan que 2022 es el año en que más alto está el porcentaje de gente en Estados Unidos que percibe un aumento en la criminalidad local, en una serie histórica que comienza en 1972.
Por su parte, la percepción de la criminalidad a nivel nacional, siempre según la encuesta de Gallup, alcanzó su segundo valor más alto, igualado con el de 2020 (78%) y ubicándose solo por debajo del 89% alcanzado en 1992.
Justo antes de las elecciones de mitad de mandato, el pasado 8 de noviembre de 2022, el centro de estudios Pew Research Center, con sede en Washington, D.C., publicó que, según una encuesta realizada a la población en edad de votar, para el 61% de ellos “la criminalidad es un factor muy importante a la hora de emitir el voto”.
Sitios de internet como Americano Media han extendido dicha narrativa a través de contenido como una entrevista a la exasesora de la Casa Blanca, Mercedes Schlapp (administración Trump), quien dijo "el crimen es muy alto. Los votantes están diciendo ‘necesito calles seguras, pagar la gasolina, una economía mejor’. Los estadounidenses quieren cambio y por eso los republicanos van a ganar el martes”. La entrevista se realizó una semana antes de las midterms (elecciones de medios término) 2022.
Ese presunto aumento en la criminalidad fue uno de los argumentos de Donald Trump y el Partido Republicano para pedir el voto en las midterms 2022. En Factchequeado te lo contamos en esta nota.
Los datos hablan de lo contrario: la criminalidad ha bajado en general, aunque los homicidios sí han aumentado
La Oficina Federal de Investigación (FBI, del inglés Federal Bureau of Investigations) compila los datos de crímenes registrados por agencias de inteligencia, equipos de investigación y cuerpos oficiales de seguridad de todo el país, y publica la tasa de crímenes cometidos por cada 100,000 habitantes.
Factchequeado tomó los datos desde el 2000 hasta 2021, que abarca el último año de la presidencia de Bill Clinton, los dos períodos de George W. Bush, los 2 de Barack Obama, el período de Donald Trump y el primer año de Joe Biden en la Casa Blanca.
En ese período, el peor dato es de 2000, el primer año analizado bajo la presidencia de Bill Clinton (Partido Demócrata) cuando se registraron 506,5 crímenes por cada 100,000 habitantes.
El año con el dato más bajo, por su parte, fue 2014, con Obama (Partido Demócrata) como presidente. Ese año se registraron 361.6 por cada 100,000 habitantes.
No solo es que sea menor ahora que a inicios de siglo, sino que en casi todos los años se han registrado descensos. De los 22 años que entran en la cuenta, solo en 6 ocasiones ( 2005, 2006, 2012, 2015, 2016 y 2020) subió la tasa de crímenes violentos respecto al año anterior.
Para ver la situación de manera más local, Factchequeado revisó los datos de 11 de los 50 estados del país, elegidos por su aporte a la cantidad de población del país. Estos son California, Texas, Florida, Nueva York, Illinois, Colorado, Georgia, Maryland, Massachusetts, Vermont y Virginia, además del Distrito de Columbia.
De ellos,6 (Florida, Nueva York, Georgia, Massachusetts, Vermont y Virginia) están por debajo de la media nacional.
El descenso más importante, entre 2020 y 2021, se vio en el Distrito de Columbia, con una caída en la tasa de crímenes violentos del 43.82%.
El aumento más notorio, por otro lado, fue el de Texas, en donde hubo un aumento del 30.86%.
Los homicidios sí han aumentado
Los homicidios son uno de los tipos de crímenes violentos que contempla la estadística del FBI. Al revisar la información diferenciada, los datos separados para únicamente esa categoría, se observa que la tasa de homicidios sí ha aumentado.
Entre 2006, cuando la cifra era de 5.8 homicidios por cada 100,000 habitantes, y 2014, que la tasa bajó hasta los 4.4 homicidios por cada 100,000 habitantes, el descenso fue sostenido. Sin embargo, a partir de ese punto comenzó a aumentar, con un descenso puntual en 2018.
La subida más fuerte se registró en 2020, cuando se pasó de 5.1 a 6.5 homicidios por cada 100,000 habitantes, un aumento del 27.45%.
El FBI no cuenta con datos para 2021 aún. Como referencia podemos ver la información del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, del inglés Center for Disease Control and Prevention) que ubica la tasa de os homicidios para ese año en 7.8 por cada 100,000 habitantes, por lo que se habría producido un nuevo aumento con respecto al año anterior.
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