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Las arenas política y judicial de Estados Unidos cerraron 2022 con una acción de peso: la publicación de los documentos tributarios del expresidente Donald Trump (Partido Republicano) correspondientes al período de entre 2015 y 2020, luego de que el Comité de Medios y Procedimientos (WMC, del inglés Ways and Means Committee) del Congreso concluyera que el Sistema de Recaudación de Impuestos (IRS) incumplió con su obligación de auditar a los presidentes y vicepresidentes en ejercicio.
El 30 de diciembre salieron a luz esos documentos, luego de que 10 días antes, el 20 de diciembre, el WMC publicara un informe en el que se muestra que durante su último año como presidente, en 2020, Trump no pagó un solo dólar en impuestos federales a título individual. Además, en 2016, año de campaña, tan solo pagó $750, mismos que en 2017, su primero en la Casa Blanca.
Los datos que se conocían hasta antes del 30 de diciembre eran los incluidos en el informe del WMC. Ahora, sin embargo, las declaraciones de impuestos del expresidente Trump, desde el 2015 hasta el 2020, son de dominio público.
Se puede leer entonces que el exmandatario logró una reducción de impuestos utilizando una figura conocida como ‘flow-through’ que vincula directamente los ingresos de sus sociedades empresariales con él como individuo. Con este sistema, las pérdidas que reporten sus empresas computan como personales, y a partir de ello puede conseguir deducciones tributarias.
En 4 de los 6 años sobre los que el WMC pidió que se revisara la documentación tributaria del expresidente, Trump reportó pérdidas.
Donald Trump es también el propietario único de una empresa que el 13 de enero de 2023 fue multada con $1.6 millones por un delito de fraude fiscal. Se trata de la Trump Organization, dedicada a los bienes raíces de lujo. Esta no funciona como una ‘flow-through’, por lo que no entra en la investigación del WMC.
La sentencia fue dada en un tribunal de Manhattan de la Corte Suprema del Estado de Nueva York. El 6 de diciembre de 2022 ya se le había declarado culpable de pagar a algunos de sus directivos sin declararlo, dándoles propiedades inmobiliarias o automóviles de lujo.
Aquí te explicamos lo que muestran los documentos sobre cómo hizo el expresidente para que le favorecieran los impuestos.
Trump vinculó sus empresas a su figura individual
“La mayoría de sus negocios son ‘flow-throughs’ (flujo continuo), con lo cual, el registro tributario de las entidades aparece en su registro individual”, explica a Factchequeado, vía correo electrónico, Daniel Shaviro, profesor de derecho tributario en la escuela de leyes de la New York University.
El WMC ya había expuesto esa realidad en su informe del 20 de diciembre de 2022. De acuerdo con la revisión que hicieron de la documentación de Donald Trump, 3 sociedades de su propiedad aparecen como ‘flow throughs’. Se trata de DJT Holdings, DTTM Operations y LFB Acquisition LLC. La papelería tributaria de todas ellas, para el período 2015-2020, también se ha hecho pública.
Una ‘flow-through’ es una figura que liga directamente las cuentas de una empresa con las de su propietario. Eso es algo contemplado en las normas tributarias, no es ilegal. Adam Hayes, Ph. D. en Finanzas y sociólogo económico, explica en el sitio web especializado Investopedia.com que “las flow-throughs se generan para evitar caer en una doble tributación”.
Para el profesor Shaviro, lo que ha hecho Trump es “aprovecharse agresivamente de beneficios fiscales que ciertamente están permitidos”.
Las pérdidas de las empresas son pérdidas de Trump
Trump se ha definido en más de una ocasión como un “millonario por cuenta propia”. También dijo que al llegar a la Casa Blanca, en 2017, solo recibiría $1 como salario presidencial, el resto lo donaría. Como queda registrado en los documentos tributarios que se han hecho públicos, cumplió con ello durante los tres primeros años de su presidencia; en el último, 2020, no.
A pesar de esa condición de millonario, en el período de 6 años de entre 2015 y 2020 reportó pérdidas en 4 de ellos.
Tan solo se mantuvo en números positivos en 2018 y 2019. En esos años se concentra el 99.93% de los impuestos federales que pagó mientras era presidente, y el 63.78% de los que pagó en el período evaluado.
En 2020, año en que no pagó impuestos federales, Trump reportó pérdidas por $4,795,757.
En 2017, su primer año en la Casa Blanca, sus pérdidas reportadas al IRS fueron de $12,916,948.
2015 y 2016 fueron los años con más pérdidas según lo reportado: $31,756,435 y $32,409,674, respectivamente.
El Sistema de Recaudación de Impuestos (IRS) permite reducir los impuestos a pagar debido a las pérdidas. Según está publicado en su web, “si sus pérdidas de capital superan a los ingresos de capital, el exceso de pérdida puede reclamarse como una reducción de ingresos habituales”.
La tributación se hace sobre los ingresos, por lo que al reportar menores cantidades en ellos, o pérdidas directamente, también se reduce el pago de impuestos.
¿Donó su salario presidencial como dijo que haría?
Cuando Trump anunció que tan solo cobraría $1 como presidente del país, explicó que el resto sería donado a distintas entidades del Estado.
En los primeros 3 años de su presidencia (2017-2019), los documentos muestran cómo Trump reporta haber hecho donaciones por montos que superan el que habría sido su salario ($1,860,963 en 2017; $500,150 en 2018; $504,700 en 2019) como mandatario del país. Además, en su momento se hicieron reportes desde la Casa Blanca, o desde las cuentas en redes sociales del propio Trump, sobre a qué entidades trasladó ese dinero.
En 2017 fue al Servicio de Parques Nacionales y a los Departamentos de Educación, Salud y Servicios Humanos, y al de Transporte.
En 2018 su salario se trasladó al Instituto Nacional sobre Alcoholismo y Abuso del Alcohol y al Departamento de Seguridad Nacional, además de al Departamento de Asuntos sobre Veteranos.
En 2019 fue a los Departamentos de Agricultura, de Salud y Servicios Humanos, a la Secretaría de Salud y al Cuerpo de Oficiales del Servicio de Salud Pública.
“Claramente violó esa premisa [la donación de su salario] en 2020”, sentencia el profesor Shaviro. En ese año, su último como presidente, no hay constancia en la documentación tributaria de que haya hecho pagos por donaciones, la única manera en que podría haberse deshecho de su salario de mandatario, puesto que la cantidad a recibir está normada y un presidente no puede cambiarla para el período para el que ha sido electo, según consta en el Artículo II de la Constitución.
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