Algunos estudios sugieren que los inmigrantes latinos en Estados Unidos presentan tasas de mortalidad más bajas en varios grupos de edad y mejores indicadores de salud infantil de lo que cabría esperar teniendo en cuenta su contexto socioeconómico y un menor acceso a los servicios de atención médica que las personas blancas no hispanas. Este fenómeno, conocido como la paradoja latina, ha despertado durante décadas el interés de investigadores, que exploran si factores como el apoyo familiar o su dieta o estilo de vida podrían jugar un papel clave.
Te explicamos qué dice la ciencia sobre la paradoja latina, cuáles son las teorías que intentan explicarla y por qué algunos expertos creen que esta ventaja podría estar debilitándose.
¿Qué es la paradoja latina?
“La paradoja hispana o latina plantea que el estado de salud de la población latina —principalmente mexicoamericanos en el suroeste del país— es similar o incluso mejor que el de la mayoría blanca, a pesar de tener un nivel socioeconómico bajo, menor probabilidad de contar con seguro médico y un acceso limitado a los servicios de salud”, señaló a Factchequeado Luisa N. Borrell, profesora universitaria en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela de Graduados de Salud Pública y Políticas de Salud en la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Entre los resultados de salud en los que se observa esta paradoja, la experta mencionó la mortalidad infantil, la mortalidad general en adultos, la mortalidad específica por enfermedades cardiovasculares y cáncer y la esperanza de vida.
En general, los latinos muestran una ventaja en la mortalidad en comparación con los blancos no hispanos en varios grupos de edad, especialmente en adultos jóvenes y de mediana edad, según varios estudios.
Por ejemplo, una investigación publicada en 2012 en la revista American Journal of Public Health indica que los latinos tienen una ventaja en la tasa de mortalidad en personas de 25 a 64 años en comparación con los blancos no hispanos. Las mujeres mexicoamericanas nacidas en EE. UU. de 25 a 44 años tienen una tasa de mortalidad un 90% más baja, y las cubanas y otras hispanas de 45 a 64 años tienen más de dos veces menos probabilidades de morir que las blancas no hispanas. Además, las puertorriqueñas y mexicoamericanas mayores de 65 años tienen una tasa de mortalidad al menos un 25% más baja.
Dentro de la población hispana, incluso quienes tienen más desafíos, como los latinos indocumentados, presentan mejores indicadores de salud que los blancos, según un estudio publicado en 2023 en la revista American Journal of Preventive Medicine. Los autores concluyen que los inmigrantes latinos indocumentados tenían menores probabilidades de reportar condiciones de salud, asma y angustia psicológica grave, aunque presentaban una mayor probabilidad de sobrepeso, en comparación con los blancos nacidos en Estados Unidos.
La expectativa de vida de los hispanos aumentó de 79.5 años en el año 2000 a 82.2 años en 2019 y se mantuvo por encima de la de los blancos (78.9 años) y los afroamericanos (75.,3 años), según un estudio que publicado en 2022 en la revista científica The Lancet. Los hispanos en Estados Unidos tenían en 2019 una esperanza de vida superior en 3 años respecto a los blancos no hispanos y en 7.1 años en comparación con los negros no hispanos, según un artículo publicado en 2023 en Journal of Economic Perspectives.
Olveen Carrasquillo, profesor de Medicina y Ciencias de la Salud Pública de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, insistió en que esta paradoja “no debe confundirse con la paradoja del inmigrante”, que se refiere a que los inmigrantes, al llegar a Estados Unidos, son más saludables, pero a medida que permanecen más tiempo en el país, su salud empeora.
El experto destacó que la gran mayoría de los latinos en Estados Unidos nacieron en el país (aproximadamente el 70%). “Los latinos nacidos en EE. UU. también tienen mejores tasas de mortalidad y mayor esperanza de vida que los blancos nacidos en EE. UU., por lo que no es un tema de inmigración lo que explica la paradoja latina”, afirmó.
¿Qué dice la ciencia sobre la paradoja latina?
Si la paradoja latina es verdadera o no, ha sido un tema de debate durante décadas. Cuando se describió por primera vez en los años 80, muchas personas intentaron refutarla, según Olveen Carrasquillo, profesor de Medicina y Ciencias de la Salud Pública de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami que ha estado enseñando sobre la paradoja latina durante 30 años.
“Pensaban que era un artificio causado por problemas con el numerador y el denominador (es decir, una posible confusión al comparar las proporciones entre una parte y el total) y surgieron muchas otras teorías que intentaban demostrar que la paradoja en realidad no existía”. Pero, según el experto, ninguna logró refutarla: “Así que hemos llegado a aceptarla como un hecho, ya que nadie pudo desacreditarla”.
Pese a ello, el experto destacó que datos más recientes han vuelto a cuestionar si la paradoja todavía se produce. Recientemente analizó los datos de más de 40,000 latinos y publicó los resultados en 2022 en la revista The Journal of General Internal Medicine. Su intención era demostrar que la paradoja latina existía en ese conjunto de datos, pero encontró justo lo contrario: “Los latinos en ese estudio no parecían tener mejor salud cardiovascular que otros grupos, y de hecho, los hombres latinos tenían tasas de enfermedades cardiovasculares incluso más altas que los afroamericanos”.
“No estoy listo para decir que la paradoja latina no es verdadera, porque aún tenemos muchos datos que muestran que, en muchas medidas, los latinos parecen ser más saludables”, aseguró Carrasquillo, que destacó que un solo estudio no debería desacreditar esta idea. Por este motivo, cree necesaria más investigación: “Es buena ciencia cuestionar y seguir examinando esta paradoja y si todavía es válida”.
Cuando la paradoja fue observada por primera vez –a mediados de la década de 1980–, la población hispana en Estados Unidos era de 14.5 millones y estaba compuesta principalmente por mexicoamericanos, puertorriqueños y cubanos. Así lo indicó Borrell, que destacó que a día de hoy –con una población de 66.5 millones, que representa más del 19% de la población del país– la paradoja continúa observándose especialmente entre inmigrantes recientes procedentes de América del Sur, América Central y México.
“Sin embargo, el crecimiento y la diversidad de esta población representan un reto para la paradoja, ya que los inmigrantes recientes llegan a EE. UU. en diferentes etapas de la vida y, por tanto, con distintos estados de salud”, comentó la experta.
Arturo Vargas Bustamante, profesor de la Escuela Fielding de Salud Pública de UCLA y director de investigación en el Latino Policy and Politics Institute de la universidad, indicó que si bien la paradoja latina “es un patrón bien documentado, no se cumple de manera universal en todas las poblaciones latinas”.
Si bien varios estudios concluyen que muchos inmigrantes latinos tienen tasas de mortalidad más bajas en varios grupos de edad y mejores resultados en salud infantil de lo esperado según sus niveles de ingreso y educación, “esta ventaja no es consistente en todas las condiciones de salud ni en todos los subgrupos latinos”.
Un estudio publicado en 2022 en Social Science & Medicine concluye que, para madres blancas y negras, vivir en comunidades con más residentes hispanos reduce la mortalidad infantil: comparado con condados con menos del 1% de hispanos, en aquellos con más del 50% se redujeron un 80% las probabilidades de fumar, un tercio la mortalidad infantil y los riesgos de parto prematuro y bajo peso al nacer también disminuyeron.
¿Cuáles son las principales teorías que explican la paradoja latina?
“No sabemos qué explica la paradoja latina”, afirmó Carrasquillo, quien aseguró que, a día de hoy, no existe una buena explicación.
Bustamante mencionó varias teorías que intentan explicar la paradoja latina en salud. Varias de ellas se encuentran descriptas en esta investigación publicada en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health:
Efecto del inmigrante saludable: las personas que deciden migrar suelen estar más saludables que aquellas que se quedan en sus países de origen, lo que podría explicar mejores resultados en salud.
Apoyo cultural y social: los lazos familiares fuertes, las redes comunitarias y las prácticas culturales pueden brindar apoyo emocional y reducir el estrés, lo cual puede proteger la salud.
Dieta y estilo de vida tradicionales: muchos inmigrantes mantienen hábitos alimenticios y niveles de actividad física más saludables que los comunes en EE. UU., al menos durante los primeros años tras migrar.
Sesgo del salmón (salmon bias, en inglés): algunos investigadores sugieren que los inmigrantes regresan a sus países de origen cuando están gravemente enfermos o al final de la vida, lo que podría hacer que las tasas de mortalidad en EE. UU. parezcan más bajas.
Limitaciones en los datos: registros médicos inexactos o incompletos y deficiencias en los datos poblacionales pueden afectar cómo se miden y entienden los resultados de salud.
¿Qué impacto tiene el acceso desigual a la atención médica en la salud de los latinos en EE. UU.?
“En el contexto de la paradoja latina, esto me ha inquietado desde hace mucho tiempo”, afirmó Carrasquillo. Muchos latinos –especialmente los inmigrantes recientes y quienes tienen ingresos bajos– enfrentan barreras como la falta de seguro médico, dificultades con el idioma y una oferta limitada de atención culturalmente competente.
Así lo indicó Bustamante, que destacó que estas barreras pueden provocar retrasos en el tratamiento médico, menor acceso a cuidados preventivos y peores resultados en condiciones como la diabetes (la padecen el 22.1% de los latinos frente al 12.1% de los blancos no hispanos) y el cáncer. Aproximadamente 1 de cada 3 hombres y mujeres hispanos serán diagnosticados con cáncer en su vida y 1 de cada 5 hombres y de cada 7 mujeres morirá a causa de la enfermedad, según el informe Datos y estadísticas sobre el cáncer entre los Hispanos/Latinos 2021-2023 de la Sociedad Americana contra el Cáncer.
“Incluso cuando hay servicios disponibles, preocupaciones sobre el estatus migratorio y la desconfianza en el sistema de salud pueden hacer que algunas personas eviten buscar atención”, añadió. Aunque la paradoja latina sugiere ciertas ventajas en salud, el experto destacó que “estos beneficios disminuyen con el tiempo y la falta de acceso a servicios médicos agrava las desigualdades en salud a largo plazo”.
Las personas hispanas tienen menos probabilidad que las blancas no hispanas de contar con una fuente habitual de atención médica (77.9% frente a 86%) y mayor probabilidad de no tener seguro de salud (23.6% frente a 7.1%), según un estudio publicado en 2023
Carrasquillo aseguró que el acceso a la atención médica es “muy importante para los latinos”. “Mis amigos que no son del ámbito médico bromean diciendo que tal vez los latinos están más sanos precisamente porque se mantienen alejados de los médicos. Pero yo les respondo que sabemos que los latinos con mal acceso a la atención tienen más probabilidades de tener un mal control de la presión arterial, una peor diabetes y tampoco reciben los servicios preventivos necesarios”, explicó.
Entonces, ¿cómo pueden los latinos estar más saludables que otros grupos si tienen peor acceso a la atención médica? “Yo argumentaría que, si mejoramos el acceso a la atención para los latinos, estarían aún más saludables de lo que ya están”, destacó el experto.
Ahora estamos empezando a observar otra paradoja, según Borrell: “Los hispanos viven más tiempo, pero con peor salud que otros grupos, ya que soportan una alta carga de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, discapacidades y deterioro cognitivo”.
Como señaló la experta, estas condiciones requieren atención médica frecuente y continua para su manejo y control. “Sin embargo, la falta de acceso a los servicios de salud, debido a la ausencia de seguro médico, agrava estas condiciones al retrasar la atención o interrumpir su continuidad”, destacó.
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